Los caracoles y babosas son unas de las primeras plagas que sufren los cultivadores de exterior pues es en primavera cuando los días son nublados y lluviosos cuando la amenaza es mayor. En estas condiciones es cuando se empiezan a ver en jardines y macetas en busca de alimento. Son extremadamente voraces y se pueden comer plantitas pequeñas en cuestión de horas. Prefieren evitar las horas de calor, por lo que sus ataques se suelen producir de noche o con mal tiempo, por lo que es el mejor momento para salir a cazarlos junto con la primera hora de la mañana. Su principal dieta la compone materia vegetal, por lo que las hojas y los brotes tiernos de nuestras plantas son para ellos un manjar.
Tanto para prevenir como para combatir, lo más importante es la limpieza de las zonas próximas a las plantas de malas hierbas y escondites donde se puedan ocultar, generalmente sitios sombríos y húmedos como debajo de las macetas, piedras, bordes de muros, contadores eléctricos... así como el uso de algún cebo como MATACARACOLES Y BABOSAS de Sipcam Jardín, un producto granulado con gran resistencia a las lluvias que puedes espolvorear alrededor de la planta para así impedirles el acceso a la misma.