Las torrijas son un dulce típico de Semana Santa y de origen europeo, siendo en España donde gozan de una mayor tradición. Consiste en una rebanada de pan, generalmente de varios días, que es empapada en leche y tras ser rebozada en huevo, se fríe en aceite. Finalmente se endulza con miel o azúcar y se aromatizada con canela. La primera referencia a este delicioso y humilde postre es en los siglos IV-V, aunque no se mencionaba que llevase huevo. Fue a lo largo de la Edad Media cuando la receta fue variando.
En España la conocemos como torrija, pan perdido en Francia, en Argentina y Uruguay torrejas, en Chile, Colombia, Ecuador, algunas partes de México y Perú se conocen como tostada francesa. Su asociación estas fechas pudiera deberse tal vez a la necesidad de aprovechar del pan sobrante, ya que durante la Cuaresma no se podía comer carne. Hay muchas recetas para hacer torrijas, aunque nosotros optaremos por una de las más clásicas y a la vez sencillas, sin olvidar nunca el gran sabor y los efectos psicoactivos de la marihuana.
Empezamos cortando el pan en rebanadas de 1,5 cm para calcular la cantidad de hierba que usaremos. El pan duro absorbe mejor la leche, además de que es más consistente, merece la pena cuando se van a preparar torrijas comprar pan el día anterior. Medio gramo de cogollos por torrija es una buena cantidad para poder disfrutar de 2 o 3 con unos efectos llevaderos. Como siempre, el que tenga experiencia en cocina cannábica controla mejor la cantidad, si es la primera vez siempre conviene tener precaución.
Seguimos preparando la leche cannábica, que tendremos que usar fría para que el pan no se deshaga nada más entrar en contacto con ella. Ponemos a hervir a fuego lento la leche con la nata, la rama canela y la monda de limón. Una vez comience a hervir, añadimos la marihuana y removemos bien. Mantenemos al fuego durante unos 45-60 minutos, vigilando que no se nos salga por fuera. Colamos sobre una fuente y reservamos hasta que enfríe. Cambiando la leche de recipiente acelerará el proceso.
En un bol, batimos los huevos con la pizca de sal. La cantidad de huevos que se necesitarán depende del número de torrijas, empieza con 2 y si no llegaran, siempre puedes en el momento de necesitarlo otro u otros más. Cuando tengamos la leche de marihuana fría, ponemos antes de nada una sartén al fuego, no demasiado fuerte. Vamos introduciendo las rebajadas en la bandeja de leche, dejando que se empapen bien por ambas caras, las escurrimos un poco y las pasamos al huevo.
Las rebozamos en el huevo y empezamos a freírlas en pequeñas cantidades para que no se peguen, una a una si fuese necesario. Cuando tengan un color dorado, aproximadamente 1 minuto por cada lado, las retiramos y ponemos sobre una bandeja con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Seguimos friendo y cuando terminemos, sólo queda espolvorear una buena cantidad de azúcar a cada una. También puede usar miel o un almíbar espeso. Los más golosos pueden incluso añadir a la leche con chocolate en polvo y hacer torrijas de chocolate y marihuana.
fotos: cannabiscafe.net
