Cultivo

Termina la temporada de exterior, comienza la de interior

Mientras muchos cultivadores están dando por finalizada la temporada de cultivo en exterior, la llegada del otoño y el descenso de las temperaturas es para tantos otros el pistoletazo de salida para la temporada de interior, ya que a no ser que se disponga de aire acondicionado, es muy complicado mantener una temperatura adecuada en interior cuando en exterior se superan los 30º.

Tanto si va a ser tu primer cultivo como ya lo has intentado sin demasiado éxito, en éste post y siguientes iremos desgranando todos los entresijos del cultivo bajo luces artificiales y con los que sin duda alguna te ayudarán a conseguir unos cultivos dignos de un profesional. Empezamos hablando de los 2 pilares básicos del cultivo interior y que son la luz y el aire.

HÁGASE LA LUZ

La iluminación es lo más importante, con luces inapropiadas las plantas se espigarán, crecerán lentas o directamente no crecerán. Mientras en exterior el sol ofrece la luz mejor y más barata, en interior debemos simular al sol con luces de alta intensidad. Las apropiadas para el cultivo de marihuana son lámparas de vapor de sodio y halogenuros metálicos (no confundir con halógenos), lámparas de bajo consumo y espectros específicos, LEDS y la nueva tecnología LEC.

Los haluros o halogenuros metálicos (HM) son los más empleados en la fase de crecimiento, mientras el vapor de sodio (HPS) se emplean más en floración aunque también los hay mixtos para las dos fases. Estas son lámparas de alta intensidad que precisan un balastro para su funcionamiento. Es la iluminación más barata a corto plazo, si bien tanto su consumo eléctrico como el calor emitido es alto, y aunque siguen siendo las más usadas, poco a poco se están imponiendo otros sistemas.

Las de bajo consumo son los típicos fluorescentes, bien en barra o bien en típica bombilla. Simplemente enchufar y listo, no precisan balastro ya que llevan uno muy pequeño incorporado. Su gran ventaja es lógicamente su consumo y la baja emisión de calor. En las fases de crecimiento son muy empleados, mientras en la fase de floración se necesita una gran potencia para conseguir buenos cogollos.

Los LEDS se vienen imponiendo en los últimos años, a su bajo consumo eléctrico se une una tecnología que apenas genera calor. Son equipos muy eficientes, aunque suponen un gran desembolso inicial y que tardará meses en amortizarse. Comparando con las lámparas HPS, prácticamente consumen la mitad para conseguir los mismos rendimientos. Equipos como los Kind Led o RaLed son una auténtica joya.

Y esta temporada con respecto a la anterior, contamos con la nueva iluminación LEC o CDM según el fabricante, lámparas similares a un halogenuro metálico (MH), pero que en lugar de usar cuarzo utilizan un tubo de arco cerámico muy similar a lo que se usa en las luces de crecimiento de vapor de sodio (HPS). Generan menos calor que HPS y HM, tienen un consumo similar a un LED, y tampoco son tan caros como los LEDS.

EL AIRE

La marihuana como casi toda especie vegetal de crecimiento rápido, consume grandes cantidades de CO2, que mientras en exterior es ilimitado en interior no. La renovación del aire en interior es imprescindible si no queremos gastarnos un buen dinero es sofisticados equipos de CO2. Simplemente con un extractor conseguiremos extraer el aire viciado del interior y con un intractor introducir aire fresco.

Calcular la extracción ideal para un armario o espacio de cultivo es muy sencillo, basta conocer el volumen del espacio (alto x largo x ancho) y multiplicarlo por 60 (que serían los minutos de una hora). Por ejemplo en un armario de 1x1x2, sería 2m3 x  60 minutos y nos saldría 120, así que un extractor de 120 m3/h es lo que necesitaríamos. Siempre es mejor sumarle un 40-50% más, ya que filtro de carbón o curvas en el tubo de extracción restan flujo.

En cuanto al intractor que no deja de ser un extractor invertido, debe de ser de menos potencia que el extractor. Una buena regla es adquirirlo de un 20-30% menos de potencia que el extractor o una medida menos que éste. Si por ejemplo como extractor tenemos un RVK de 125mm, como intractor iría bien un RVK de 100mm. Si el extractor lo tenemos de 150mm nos iría bien uno de 125mm, etc.

El aire caliente se concentrará en la zona alta del armario o espacio de cultivo, y es ahí donde debemos instalar el extractor, mientras el intractor de debería situar opuesto y en la parte baja del armario. Intracción y extracción no sólo nos permite renovar el aire cuando los niveles de CO2 bajen, sino que también evacuará el calor generado por las lámparas.

Con un simple termómetro a la altura de las puntas de las plantas y un temporizador, podremos seleccionar los intervalos para que la temperatura ronde los parámetros ideales, que son sobre los 24º. Al menos 15 minutos cada hora el sistema de extracción debería funcionar, la temperatura nos obligará a usarlo más tiempo en caso de que suba en exceso.

También es importante uno o varios ventiladores dependiendo del tamaño del cultivo orientados hacia las puntas de las plantas. Evitará temperaturas excesivas y posibles quemaduras generadas principalmente por las lámparas de alta intensidad como HPS, HM y LEC, además de fortalecer los tallos de las plantas y evitar en gran medida la instalación y propagación de hongos.

Y ya finalizamos de momento, en principio con lo más fundamental en el cultivo interior y los pilares básicos, suficiente para ir planteando el cultivo partiendo de lo primordial. No te pierdas nuestros próximos post donde poco a poco iremos avanzando y dándoos consejos sobre mejores variedades para interior, abonos, técnicas de cultivo y en general todo lo necesario para conseguir siempre las mejores cosechas. En el siguiente trataremos otro tema importante como es la elección de las semillas y macetas.