En nuestro primer post relacionado hablamos sobre la iluminación y la ventilación, los dos pilares básicos del cultivo en interior. Por otro lado en el segundo y anterior post, tratamos los temas de semillas y macetas. Y en este tercero, una vez ya tenemos planificado nuestro armario, trataremos el siguiente tema de gran importancia, la elección del sustrato y abonos.
Una vez tengamos nuestro armario o espacio de cultivo perfectamente acondicionado, es hora de empezar a cultivar. Si repasamos brevemente, vimos como lo más importante es la iluminación. Después disponer de una buena ventilación. La elección de las semillas (o esquejes) y el tamaño de las macetas vendría después. Así que si ya tenemos todo lo necesario, lo siguiente es acondicionar las macetas para nuestras semillas.
El sustrato será durante los siguientes meses el soporte para nuestras plantas. En él, las raíces se desarrollarán e irán extrayendo nutrientes y agua cuando estén disponibles y sean necesarios. Un buen sustrato, ante todo tiene que ser muy esponjoso para permitir una buena aireación. Y también debe contener una buena cantidad de material que permita una buena retención de agua. Lo menos importante es la cantidad de nutrientes que contenga.
La perlita, la fibra de coco, la vermiculita o la arlita, permiten que un sustrato tenga las dos principales características. En un sustrato esponjoso o aireado las raíces de las plantas no tendrán problema alguno en desarrollarse. En un sustrato muy compactado, las raíces sufrirán para realizar una buena colonización. También estos materiales ayudan a que el sustrato retenga una mayor cantidad de agua. Ésto facilita el riego y que las raíces absorban agua cuando la precisen.
Hoy por hoy todos los sustratos para cultivar marihuana cuentan con estas dos características. De todos modos, nunca está de más enriquecerlo nosotros mismos. La perlita o la fibra de coco son muy baratos y unos puñados mezclados en nuestro sustrato base siempre vendrán bien. Si la planta lo agradece, nosotros al finalizar el cultivo también lo agradeceremos con cosechas más elevadas.
Que contenga nutrientes y su cantidad llega a ser indiferente. Muchos cultivadores prefieren controlar la alimentación de la planta desde que es plántula. Ésto obliga a usar abonos desde las primeras semanas de cultivo. Otros buscan comodidad y con un sustrato muy enriquecido durante al menos 4 semanas se olvidan de abonar y sólo regando con agua es suficiente.
La fibra de coco, un sustrato que no contiene nutrientes, es después de la tierra el más empleado por los cultivadores y por encima de medios 100% hidropónicos. También es importante que cada maceta cuente con un par de cm de material drenante en el fondo. Lo más común es usar arlita o bolas de arcilla expandida. Ésto facilita la expulsión de agua sobrante y evita encharcamientos, tan perjudiciales para las raíces.
El binomio sustrato y abonos es de suma importancia como vemos. Se podría decir que no hay fabricante de abonos que ofrezca malos resultados. Todos en mayor o menor cantidad ofrecen una gama de fertilizantes base y toda una gama de aditivos. Los abonos base como su nombre indica, suponen la nutrición base para que una planta se desarrolle y florezca sin mayores problemas.
Por otro lado los aditivos son una serie de productos que en determinadas etapas ofrecen un refuerzo a la nutrición base. Un estimulador de raíces, un potenciador de floración, un suplemento de calcio y magnesio, un mononutriente de nitrógeno, enzimas, aminoácidos… Todos éstos y más, ayudan a que las plantas realicen de manera más eficiente sus funciones. Ésto se refleja desde un crecimiento intenso de la raíz, hasta una floración explosiva.
Los abonos y aditivos se pueden combinar siendo de distinto fabricante. Aunque en Cannabislandia os recomendamos optar por un único fabricante y usar sus nutrientes base junto a sus aditivos. El motivo es muy simple. Todos realizan sus test con nutrientes de concentraciones muy específicas. Así se aseguran que los nutrientes de los abonos base y los aditivos nunca superará una dosis letal para las planta.
En cambio, puede que un aditivo de otro fabricante, por muy bueno que sea, no llegue a complementar o supere las concentraciones óptimas. Carencias o excesos pueden ser alguna de las consecuencias. Ésto no significa que no sean compatibles, pero siempre será más sencillo optar por una gama de cualquier fabricante y guiarse por su tabla de abonos, que no saber muy bien cual es la dosis ideal que complete una nutrición base.
Ya hemos acondicionado un espacio para cultivar nuestras plantas. A estas alturas si has seguido nuestros anteriores post ya deberías tener una buena iluminación y la ventilación ideal. También tenemos unas buenas semillas y unas macetas con las que las plantas se sentirán cómodas. Y con el sustrato y abonos ya tenemos todo preparado para comenzar. En nuestro siguiente post relacionado le tocará el turno a la germinación y las primeras semanas. Es el momento que le damos vida a una semilla y que si sigues nuestros consejos se convertirá en una preciosa planta.
