Cultivo

Sobrefertilización en cultivos de marihuana, ¿cómo actuar?

Una sobrefertilización en cultivos de marihuana se da cuando se nos va la mano con los abonos y superamos la cantidad de nutrientes que las plantas pueden llegar a asimilar. Es un contratiempo importante, ya que la planta se puede estresar, sus raíces y partes aéreas sufrir, detener el crecimiento y en casos severos puede terminar con su vida. Al contrario de lo que muchos cultivadores principiantes se piensan, no por abonar mucho se tendrán plantas más grandes y más producción, al igual que nosotros que no por más comer engullir como gansos vamos a a crecer más y llegará un momento que si nos pasamos mostremos síntomas como pesadez, dolor de estómago, lengua seca, estreñimiento o diarrea, vómitos, acidez de estómago, gases, distensión del abdomen, cansancio, debilidad, dolor de cabeza, dolor de piernas o hasta cólico biliar.

Los síntomas de una sobrefertilización en cultivos de marihuana son en principio fáciles de detectar. Las hojas se vuelven de un verde más oscuro al habitual, posteriormente doblan los peciolos o las puntas hacia abajo en forma de garra y comenzarán a aparecer quemaduras. Además se pueden presentar excesos de nutrientes concretos, al igual que las carencias, es bastante común que en crecimiento las sobrefertilizaciones sean de nitrógeno y en floración de fósforo y potasio por ser los nutrientes más importantes en estas dos fases.

SÍNTOMAS DE SOBREFERTILIZACIÓN EN CULTIVOS DE MARIHUANA POR DIFERENTES NUTRIENTES:

  • Nitrógeno: el follaje se vuelve excesivamente verde y blando. Los ataques de hongos y plagas es más frecuente en plantas con altos niveles de nitrógeno. Los tallos se debilitan e incluso pueden doblarse. En casos graves, las hojas se vuelven de un color marron cobrizo, terminando secando y cayendo. Se ralentiza el crecimiento de las raíces y si se da en floración, los cogollos serán más pequeños.

  • Fósforo: la sobrefertilización en cultivos de marihuana de este nutriente pueden tardar semanas en aparecer, ya que es una planta que tolera grandes cantidades durante toda su vida. Lo más común es encontrarse ante los síntomas de carencias de zinc, hierro, magnesio, calcio o cobre, ya que el potasio interfiere en su absorción.
  • Potasio: es difícil de detectar, ya que sus síntomas se mezclan con los de carencias de magnesio, manganeso, zinc o hierro. Normalmente cuando aparecen signos de carencias de alguno de estos nutrientes se debe pensar en un exceso de potasio.
  • Calcio: la planta se marchita y aparecen carencias de otros nutrientes como potasio, magnesio, manganeso y hierro porque las raíces no pueden absorberlos del suelo.
  • Magnesio: generalmente no es un nutriente que provoque excesos. Si se llega al límite de toxicidad, los iones de magnesio entra en conflicto con los de calcio produciendo un bloqueo.
  • Azufre: no suele dar problemas a no ser que usemos algún producto específico de azufre. Las plantas crecerían más despacio, con las hojas más verdes y pequeñas. En casos severos se producirían quemaduras en sus puntas y bordes.
  • Hierro: la sobrefertilización en cultivos de marihuana de este elemento no son habituales, y en general un exceso de hierro no daña a la planta, aunque sí puede limitar la asimilación de otros nutrientes como el fósforo. En casos de intoxicación, aparecerán en las hojas punto pequeños de color marrón oscuro.
  • Boro: las puntas de las hojas amarillean. A medida que el exceso de boro avanza, los bordes se van secando hasta que finalmente la hoja se cae. Normalmente excesos de este nutriente se dan por el uso de fitosanitarios con ácido bórico.
  • Zinc: es un elemento  muy tóxico y que causa la muerte de la planta rápidamente. Un exceso interfiere en la movilidad del hierro.
  • Manganeso: bastante común en interior. El crecimiento se ralentiza y la planta pierde vigor. Con temperaturas altas se requiere más magnesio en las hojas, creando un moteado en las hojas entre naranja y marrón oscuro, primero en las más jóvenes pasando a las más viejas.

  • Cloro: las puntas de las hojas y los bordes de las mismas se queman, especialmente las más jóvenes. También son las plantas más jóvenes y los esquejes los más susceptibles. Los síntomas avanzarán rápidamente por toda la planta. Normalmente asociada a regar con agua de grifo sin reposar.
  • Cobre: es tan esencial para la planta como mortal en grandes cantidades. Los excesos incluyen síntomas de deficiencias de hierro o clorosis, el crecimiento se frena y las raíces se atrofian. No es común salvo en tratamientos de fitosanitarios con base de cobre.
  • Molibdeno: infrecuente. Provoca deficiencias de hierro y cobre.
  • Cobalto: infrecuente ya que apenas se considera necesario para el crecimiento de la marihuana y sus concentraciones en cualquier fertilizante es mínima. En caso de toxicidad, ocurren problemas relacionados con la asimilación de nitrógeno.

¿CÓMO PREVENIR UNA SOBREFERTILIZACIÓN EN CULTIVOS DE MARIHUANA?

En principio es bastante sencillo, basta con no pasarse abonando. La marihuana es una planta muy glotona que absorbe grandes cantidades de nutrientes pero como hemos comentado, los excesos le sientan peor que las deficiencias. Mientras que si aparece una carencia lo podemos solucionar con una dosis más elevada de abono, con un exceso ya podemos perder algunas hojas, alguna punta de alguna rama o sufrir daños en las raíces. Por lo que lo primero a tener en cuenta es que es preferible quedarse corto que pasarse.

Lógicamente, las necesidades de una planta de dos metros no es la misma que la de una plántula de 10 cm, por lo que a la hora de aplicar los abonos, hay que  tener cuidado con las dosis y empezar por dosis bajas e ir subiendo hasta las recomendaciones del fabricante. Normalmente los fabricantes cuentan con que los cultivadores usen un buen sustrato que garantice un desarrollo fuerte sin necesidad de usar abonos, siendo las primeras dosis que recomiendan para plantas de un mes o con un buen tamaño.

Como hemos visto en nuestro post pasado sobre el agua de riego, el pH determina la capacidad de absorción y solubilidad de los nutrientes. Ya podemos usar el mejor sustrato y los mejores abonos, que si en lugar de un pH de 6.5 lo tenemos de 7.7, de nada valdrá todo lo que hagamos porque las plantas tendrán grandes dificultades para disponer de los nutrientes. Abonamos y abonamos y lo único que conseguiremos es acumular sales en el sustrato. Es muy importante siempre regular el pH para asegurarnos de que los abonos que usemos estén disponibles para las plantas.

También con respecto al riego, conviene una vez que empecemos a usar abonos, es regar hasta que llegue a drenar algo de agua por el fondo de las macetas, que arrastrará en parte algunas de las sales residuales que se van acumulando abonado tras abonado. Si una maceta de 30 litros la regamos con unos 10 litros, que aproximadamente drene un 10%, es decir 1 litro. También cuando riegues asegúrate de empapar completamente todo el sustrato para que no queden zonas secas ni raíz sin recibir su dosis de agua y nutrientes.

¿QUÉ HACE EN CASO DE SOBREFERTILIZACIÓN EN CULTIVOS DE MARIHUANA?

Pues primeramente no perder la calma. El primer error que se suele cometer, es hacer inmediatamente un lavado de raíces sin pensar en las posibles consecuencias. El lavado de raíces es la última solución que se debe adoptar. Antes de nada pregúntate: ¿seguro que es una sobrefertilización?

Algunas deficiencias se manifiestan con quemaduras en las hojas, como las de potasio, fósforo o zinc, así que analiza todo lo que has hecho hasta ahora. Los excesos de riego causa en las hojas de las plantas un efecto parecido a excesos de nitrógeno, con hojas en garra y plantas mustias. ¿Has regado demasiado? ¿Regulas el pH para asegurarte de que los nutrientes están disponibles? ¿Has seguido las recomendaciones del fabricante? ¿Has usado abonos apropiados para el cultivo de marihuana? ¿Has partido de un sustrato fertilizado y no has esperado a que consumiese la planta los nutrientes antes de empezar a abonar?

Si los síntomas son claros, lo que debemos hacer es en primer lugar dejar de abonar. Normalmente las puntas de las hojas son las primeras en mostrar signos de sobrefertilización, por lo que si ésto sucede, en principio con dejar de abonar y regar sólo con agua un pH bien corregido, es suficiente para que las plantas vayan consumiendo los nutrientes acumulados en el sustrato y parte de ellos se eliminen por el drenaje.

Si la sobrefertilización es severa, entonces ya sí tendremos que recurrir a un lavado de raíces. Estos lavados son contraproducentes, contemos con que la planta pasa por un momento delicado y un encharcamiento de las raíces cuando éstas no están funcionando al 100% puede ser fatal. También nos estaremos cargando algunas de las propiedades del sustrato, lo dejaremos completamente inerte, es decir sin nutrientes, y la vida microbiana estará en mínimos. Lo ideal sería tras un lavado por sobrefertilización es añadir algo de materia orgánica que active de nuevo la vida del sustrato, así como ir añadiendo las dosis de abono que corresponderían para esa fase, poco a poco.

Foto/s: La Marihuana