La Skunk es la variedad más famosa, cultivada y relevante del mundo. Hace unos años y debido a la desinformación de algunos medios de comunicación, comenzaron a referirse a la Skunk como nombre genérico para llamar a cualquier marihuana con potencia elevada, lo que ha llevado a alguna confusión entre los que se introducen a este mundo por primera vez y realmente tienen un concepto equivocado lo que es Skunk.
La Skunk se trata de un polihíbrido estabilizado y lo que primero cabe descatacar de esta planta es su nombre que significa en castellano Mofeta. Porque así es, se trata de una planta con un olor muy fuerte y apestoso, pero bendita peste que suelta. Esta gran variedad nace en la Bahía de California a finales de los 60 de la mano de un cultivador llamado Jingles, aunque poco después, a primeros de los 70 es el famoso breeder Sam el Skunkman o Sam el Hombre Mofeta, quien la estabiliza como también hizo con la Haze o la Northern Lights que han revolucionado desde su aparición todo el panorama cannabico.
La primera Skunk era una planta pequeña cruce de Colombian Gold y Afghani, dos potentes variedades puras y que producía plantas bastante inestables. Para lograr este gran trabajo de crianza en el que Sam invirtió varios años de su vida, y partiendo de este primera paso decidió introducir Acapulco Gold ya que era un híbrido y aporto producción, estabilidad y redujo considerablemente los tiempo de floración, con lo que empezó a tomar forma la Skunk que conocemos hoy en día.
Estabilizada bajo el sol californiano durante varias generaciones y selecciones de miles de plantas por Sam y su equipo de Sacred Seeds entre los que se encontraba Mendocino Joe y Sandy W, sale a la venta por primera vez en el año 1978 y rápidamente se comenzaron a vender quilos y quilos de semillas, que aunque a un precio excesivo, pronto los cultivadores las agotaron y se empezaba a hacer famoso el nombre de Skunk.
En 1982, Sam es arrestado y su cultivo totalmente arrasado en una operación policial. Tras salir bajo fianza y comprobar el estado de todo su trabajo, se encontró con plantas arrancadas, semillas en contenedores de basura y que afortunadamente pudo recuperar parte de sus genéticas y decide mudarse a Holanda donde las leyes permitieron a muchos bancos surgir en la que se conoce como la mejor época de los bancos de semillas holandeses. Como anécdota, Sam llega a europa ayudado por su amigo Old Ed (Positronics Seeds) que ya se encontraba asentado allí y junto a Ed Rosenthal, uno propietario del antiguo banco Positronics y el otro famoso cultivador, escritor y activista cannabico. Sam funda Super Sativa Seeds Club y comienza a vender sus propias semillas, destacando híbridos Skunk, Haze y Afghani de las semillas rescatadas.
Pronto son varios los criadores holandeses los que se beneficiarían de este híbrido estabilizado, como Neville Schoenmakers, un joven australiano con tantas inquietudes como adicciones a las drogas. Siendo joven se interesa por las leyes de Mendel y comienza a criar loros en su Australia natal. Joven rebelde, es detenido por delitos menores, se engancha a la heroína por lo que se ve obligado a emigrar y termina en Holanda con una ayuda del gobierno de un programa de rehabilitación y comienza a cultivar marihuana legalmente. Pronto monta su banco de semillas The Seed Bank of Holland, el primer banco de Holanda, con las variedades que contaba por aquel entonces, en su mayoría sativas sin trabajar y difíciles de cultivar en esas latitudes cuando aún no se contaba con buena iluminación en interior. La incorporación de las semillas que consiguió de Sam, suponen en gran salto de calidad tanto para el banco de Neville como para otros que siguieron su camino.
The Super Sativa Seeds Club fue un colectivo de breeders de Holanda que dieron continuidad al trabajo de Sam y fue el primer banco en sacar a la venta la Skunk, al que luego seguirían otros bancos como Positronics, Sensi Seeds, The Flying Dutchmen, Dutch Passion o Seedsman, donde todos los propietarios de un modo u otro tienen contacto directo con Sam y con su trabajo.
Hoy por hoy, se podría decir que más de un 70% de las variedades actuales llevan de un modo u otro genética Skunk, dada es la potencia que todos los criadores supieron ver que confería a su descendencia. Critical Mass, Jack Herer, Chem Dawg, Amnesia, Big Bud, Chronic, Lavander, Great White Shark, Leshaze, LSD, Super Silver Haze y decenas y decenas de variedades contienen Skunk. Cheese o California Orange Bud son selecciones de Skunk que una destaca por su apestoso olor a queso y la otra por sus característicos pelillos naranjas y un sabor cítrico con ligeros trasfondos a naranja, por lo que son 100% Skunk. Como puedes ver y si miras cualquier catálogo de cualquier banco, seguro que tienen alguna variedad o varias que contenga alguna de estas genéticas que acabamos de nombrar por lo que también contienen Skunk. A fin de cuentas, Skunk siempre es sinónimo de plantas de calidad.
La Skunk es una planta muy fácil de cultivar y destaca su olor intenso, muy característico. Crece con una gran fuerza en forma de abeto, con gruesas ramas laterales que asegurarán no se partan con el peso de los cogollos. Es la típica variedad recomendada para principiantes, por su resistencia y dar siempre lo mejor bajo cualquier condición. De apariencia de índica, sus hojas son verdes oscuras y sus cogollos formarán largas colas llenas de resina y con muy poca hoja. Cuidado con los olores tanto si cultivamos en interior como en exterior, porque pueden alertar a nuestros vecinos nuestra actividad.
Tiene un período de floración corto, de aproximadamente unas 8-9 semanas. La potencia es muy elevada y equilibrada, entre narcótica y cerebral, la típica marihuana para disfrutar en buenas compañías, reírse y debatir. Una joya que ha envejecido estupendamente y sigue siendo un referente para todo tipo de cultivador. No lo dudes ni un minuto más, y si no la has probado todavía, entra en Cannabislandia y reserva tus semillas Skunk para esta temporada y ten por seguro que cosecharás una de las mejores plantas de tu vida.
