En este post de hoy hablaremos de las mejores semillas y macetas para cultivar marihuana en interior. En nuestro anterior post relacionado os hablamos de los pilares básicos del cultivo indoor que son la luz y la ventilación. Por si te lo has perdido puedes leerlo aquí, será la manera más sencilla de seguir los pasos por su orden.
Resumiendo, sin la luz apropiada y con una ventilación escasa, difícilmente podremos sacar adelante un cultivo en interior. Por tanto merece la pena hacer una buena inversión que nos garantice una buena cosecha. Ten en cuenta que todo el esfuerzo que dedicaremos a instalar un interior puede ser en vano por la mala elección de los componentes que decidamos usar.
Especialmente relevante en el desarrollo del cultivo será la elección de las semillas y macetas. Las semillas son el alma del cultivo y hay semillas para todos los gustos. Igualmente la elección de una mala variedad o mejor dicho una variedad no adecuada, puede terminar en un desastre. Si es nuestra primera vez cultivando, ni que decir tiene que la mejor opción son variedades fáciles y resistentes.
Puesto que las variedades sativas suelen tener un crecimiento más salvaje no son las más indicadas para un principiantes. ¡Por no hablar de sus floraciones largas de en ocasiones 4 meses!. Las índicas en cambio son variedades de crecimiento más contenido y floración rápida, siendo las más aconsejadas.
Híbridos índica/sativa son otra opción, más alegres que las índicas pero sin crecimientos explosivos de sativa. Variedades como Skunk, Critical, Cheese, Northern Lights, Black Domina, Big Bud o Green Poison son entre muchas otras algunas de las más sencillas, resistentes y que nunca dan problemas. No en vano son algunas de las más premiadas en categorías de interior en concursos y copas.
En cuanto a las macetas, dependerá mucho del sustrato empleado o la técnica de cultivo empleada. En cultivos convencionales un buen tamaño de maceta son 7 o 9 litros. Serían plantas a las que se les da 4-5 semanas de crecimiento antes de pasar a floración. Las raíces de las plantas se sentirán cómodas. Además empleando un buen sustrato nos ahorraremos abonar durante el primer mes de cultivo.
En cultivos en SOG un buen tamaño de macetas son de 3-5 litros. En este caso emplearíamos pequeños esquejes que se pasan a floración sin darles apenas crecimiento. También es importante llenar al máximo el armario de macetas de este tamaño. Con esta técnica se busca que las plantas produzcan una única cola central sin apenas ramificaciones.
Por el contrario en cultivos en SCROG nos decantaremos por macetas de 11-13 litros. Esta técnica requiere de podas o guiados. Gracias a una malla o red situada sobre las plantas, se conseguirá un crecimiento horizontal en lugar de vertical. Puesto que se precisan pocas plantas para cubrir grandes superficies de cultivo, se necesita un contenedor que soporten toda la masa radicular.
Sobretodo estos tamaños expuestos son orientativos y se adecuan a cultivos en tierra. El coco, un sustrato casa vez más empleado, se pueden usar para las mismas técnicas 1/3 más pequeñas. Para cultivos tradicionales se pueden usar de 5-7 litros. Para cultivos en SOG se pueden usar de 1-3 litros. Y para cultivos mediante SCROG se pueden usar de 7-9 litros.
Otro de los aspectos importantes, es la elección del número de plantas que podemos meter en nuestro espacio de cultivo. Puesto que hoy en día la electricidad tiene un precio excesivo, conviene aprovechar el espacio al máximo. En cultivos convencionales, una buena densidad serían 9 plantas por m2. Por lo tanto ésto supone 3 filas de 3 macetas, dejando un buen espacio entre ellas para el desarrollo lateral.
Para cultivos en SOG, la densidad es la máxima que permite el armario o zona de cultivo. Las macetas se pegan unas a otras, sin dejar espacio entre ellas. Tenemos que recordar que únicamente nos interesa conseguir plantas poco ramificadas y la producción concentrada en una porra. Ésto serían 25-36 plantas por m2 dependiendo de su tamaño, si 3 o 5 litros. Es la única excepción en este post en la que no se partiría de semillas sino de esquejes sí o sí.
Finalmente, en cultivos en SCROG la densidad dependerá en gran medida de la variedad. Por lo tanto se puede hacer un SCROG con 5, 4, 3 o 2 plantas. Una vez comenzamos a podar o guiar las plantas por la red, nos daremos cuenta que en poco tiempo conseguiremos un manto verde a una misma altura. Una vez pasemos a floración, los SCROG son siempre un espectáculo visual.
Hoy en día disponemos de macetas de todo tipo y color. Las cuadradas siempre son más indicadas para cultivar en interior ya que permiten pegarse unas a otras. Blancas o negras va a elección del cultivador, así como macetas geotextiles, de alveolos, modulables… lo mejor es este caso es conociendo el tamaño y densidad necesaria, probar unas y otras, descubriendo en primera persona cuales son las que nos van mejor.
Como hemos visto la elección de semillas y macetas no es algo que debemos descuidar. Influirá más de lo que nos podemos imaginar en el desarrollo del cultivo. No conviene ni quedarse corto y desaprovechar una luz cara, ni pasarse y convertir el armario en una jungla. Durante las dos primeras semanas de floración las plantas siempre experimentan un fuerte estiramiento.
Finalmente os recomendamos que no os perdáis nuestros próximos post. Seguiremos avanzando con otros temas importante en el inicio del cultivo interior como son la germinación, el fotoperíodo o los abonos. ¡Nos vemos el próximo viernes!
