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10 pistas para reconocer problemas en plantas de marihuana

Reconocer lo que le sucede a una planta de marihuana que ha perdido color, vigor o presente hojas con quemaduras, en ocasiones no es nada fácil ni para el cultivador más veterano. Descartando que no estemos sufriendo el ataque de hongos o alguna plaga, casi todos los demás problemas son debidos a la alimentación de la planta, algo que depende al 100% de nosotros los cultivadores. En este post te ayudamos a poder reconocer algunos de los problemas más comunes que nos podemos encontrar con estas 10 pistas:

1- Cuando la planta muestra problemas solamente en las zonas bajas y medias ve al numero 2. Si los problemas afectan a la zona superior o los brotes de crecimiento ve al número 9. Si el problema afecta a todas las zonas de la planta ve al número 6.

2- Las hojas de las plantas muestran colores amarillentos uniformes, se mueren y posteriormente se caen. Los bordes de las hojas en cambio no están retorcidos. El crecimiento es más lento de lo habitual. Pudiera tratarse de una deficiencia de nitrógeno. Asegúrate de estar usando un abono rico en este nutriente y si ya lo estás haciendo, entonces ve al número 3.

3. Las hojas amarillean y posteriormente se pueden poner de color marrón, mientras los nervios se mantienen verdes. Las puntas de las hojas pueden retorcerse y aparecen zonas de necrosis de un color marrón óxido. Pudiera tratarse de una deficiencia de magnesio, muy común al usar de agua de riego blanda. Usa algún suplemento de Calcio y Magnesio. Si las dosis de Mg son las correctas, pasa al número 4.

4. Las hojas se vuelven de color amarillo o marrón comenzando de los bordes hacia el centro. Aparecen zonas de tejidos muertos del mismo color sobretodo en los bordes, que pueden retorcerse. Las plantas alcanzan gran altura pero son débiles y las hojas se caen muy fácilmente. Pudiera tratarse de una deficiencia de potasio. Asegúrate de usar o estar usando un abono rico en este nutriente y si ya lo estás haciendo, ve al número 5.

5. Las hojas adquieren un color verde oscuro, casi azulado. En ocasiones los tallos y peciolos se vuelven de un tono púrpura rojizo. En las hojas aparecen zonas de necrosis de tonos desde negro a púrpura, sobretodo en las más viejas y de edad intermendia, se retuercen y terminan muriendo. El crecimiento es lento y las hojas más pequeñas de lo normal. Pudiera tratarse de una deficiencia de potasio. Si no, ve al número 6.

6. La planta muestra buen aspecto, sana y verde, pero en cambio los tallos pueden ser débiles y blandos. Las puntas de las hojas amarillean, se vuelven de color marrón y terminan secándose. Pudiera tratarse de una sobrefertilización, normalmente de nitrógeno. También podría ser un exceso de riego, daño en las raíces o sustrato muy compacto y con mala aireación. Si todo está bien, pasa al número 7.

7. Las hojas de la planta comienzan a curvarse hacia abajo con la típica forma de garra. Adquieren un color verde oscuro o marrón, dorado en algunas ocasiones. Podría tratarse de una sobrefertilización de nitrógeno. Para solucionarlo dejaremos de usar abono, regando sólo con agua con el pH regulado a 6.0, dejando que drene siempre algo de agua. Si ésto está bien ve al número 8.

8. La planta está como mustia y marchita. Puede ser una sobrefertilización o tener una deficiencia de cobre, aunque es muy raro que este nutrientes presente carencias. También puede deberse a un sustrato  demasiado húmedo a consecuencia de un mal drenaje, tener las raíces dañadas, alguna enfermedad que la esté atacando… Si no todo ésto no ves que puede ser el motivo, ve al número 9.

9. Las hojas de la planta se vuelven de un color amarillo y/o blanquecino, mientras los nervios permanecen del color verde habitual. Puede que se deba a una carencia de hierro o clorosis férrica, normalmente debido a un pH demasiado alto. Riega con un pH de 6.0 y usa algún suplemento de hierro, aunque no es un nutrientes que suela escasear si el pH está en torno a este valor. Si todo está bien, ve al número 10.

10. Simplemente puedes tener una planta genéticamente débil y las condiciones de cultivo aún siendo las mejores, no tienen nada que ver. Paciencia y a esperar, en ocasiones las plantas tienen un parón en su crecimiento y después vuelven a crecer con vigor.