La panacota (del italiano panna cotta o «nata cocida») es junto al tiramisú es un postres más típicos de Italia. Se cree que procede del Piamonte, en la región de las Langhe, situada al sureste de Turín, en Italia. Su origen se sitúa a principios del siglo XIX, cuando en una época de excedente de leche, a una mujer de origen húngaro se le ocurrió esta receta. A su vez, esta receta podría provenir de otra que se realizaba ya en la Edad Media en el Valle de Aosta.
Las recetas de panacota más antiguas incluían el colágeno de espinas de pescado hervidas para darle firmeza. Algunas otras usaban clara de huevo para conseguir lo mismo. Tampoco se usaba azúcar en las recetas originales, ya que era un ingrediente de importación demasiado caro. Desde hace décadas lo común es usar gelatina para conseguir su textura. Los ingredientes básicos son nata, leche, azúcar y gelatina.
Sin duda es un postre tan simple como delicioso. Y nosotros como es habitual adaptamos todo tipo de recetas para añadir marihuana, una gran opción a la hora de hablar de consumo saludable. Sea para su uso lúdico o terapéutico, será ideal para disfrutar a cualquier hora del día su sabor, y como no de los efectos que producirá la marihuana ingerida.
Lo primero como siempre, es integrar el cannabis a uno de los ingredientes grasos. En este caso tenemos nada y leche, así que será muy sencillo. En un cazo añade la nata, la leche y la marihuana triturada. Si quieres también puedes añadir una o dos cucharadas de café soluble o cacao. Nosotros optamos por una clásica panacota.
Pon el cazo a fuego suave y deja que durante una media hora, leche y nata hierban vigilando que no se salga. Por otro lado, en un plato hondo, bandeja o lo que tengas a mano, pon las láminas de gelatina a remojo. Ha de ser con agua fría, ya que con agua caliente o templada se disolverían.
Retira pasada media hora la nata y la leche con los cannabinoides ya integrados perfectamente del fuego. Y escurre las hojas de gelatina y añádelas al cazo, removiendo con unas varillas hasta que se hayan disuelto perfectamente. Usa un colador fino para retirar la materia vegetal, y vierte en varios moldes la mezcla.
Conviene al menos que los recipientes pasen por el frigorífico al menos unas 8 horas para conseguir la textura tan característica de la panacota. Pasado este tiempo, tan sólo te quedará disfrutar de este delicioso postre que pasado un rato, te proporcionará unos buenos efectos psicoactivos.