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¿Sabes lo que opina Donald Trump acerca de la marihuana?

Desde que a principios de noviembre Donald Trump fuera elegido presidente de los Estados Unidos parece que hayan pasado meses y aún ni siquiera ha entrado a vivir en La Casa Blanca. No ha tomado ninguna decisión política que afecte al país, aunque su sola presencia o palabras parecen más que suficientes para caldear los ánimos de gran parte de la población de la mayor potencia mundial. Por lo pronto, el estado de California habla de independizarse del resto de estados. Seguramente quede en nada, tampoco nos olvidemos que Trump está de paso y puede que dentro de 4 años se termine la Era Trump.

Donald Trump es un tipo soez, grosero, maleducado, soberbio, machista y xenófobo. Lo dicen sus declaraciones, aparte de asquerosamente multimillonario, que lo dice su cuenta bancaria. Tiene a todos con la mosca detrás de la oreja y aún no ha comenzado a hacer política. Y el sector cannábico y su creciente auge en este país no iba a ser menos. La misma noche que Trump se sabía presidente, los estados de California, Massachusetts y Nevada también desvelaban los resultados de las votaciones por las que se aprueba el consumo recreativo de la marihuana, sumándose a los otros cinco en los que ya era legal, Columbia, Oregon, Washington, Colorado y Alaska.

Un cuarto de la población estadounidense ya tiene acceso legal a marihuana recreativa y medicinal, mientras en otros estados se está planteando el debate de legalizarla totalmente. Pero..¿supone Donald Trump una amenaza o un freno para la marihuana y su legalización? ¿Revertirá la situación y la ilegalizará de nuevo en todos los estados? Pues, sinceramente, es poco probable las dos cosas.

Por sus declaraciones, comprendemos que las palabras de Trump son como el refrán «donde dije digo, digo Diego», lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro. También tenemos mucho tiempo para juzgar sus políticas cuando las haga, a fin de cuentas, las palabras hieren pero no matan y bien se le puede conceder el beneficio de la duda. Todo el mundo desea que haga buenas políticas y que muchas de sus ideas en campaña se queden en el camino. Siendo una persona tremendamente mediática desde hace décadas, en muchas entrevistas le han preguntado su postura respecto a la marihuana y, en este sentido, sus palabras no deberían preocupar a la industria cannábica ni al consumidor. Es más, a cualquiera le gustaría oírlas de boca del presidente de su propio país.

En 1990 y en unas declaraciones al periódico Miami Herald, Donald Trump dijo que estaba a favor de la legalización de todas las drogas, «Estamos perdiendo la guerra contra las Drogas. Tienes que legalizar las drogas para ganar esta guerra. Tenemos que quitarles los beneficios a los Zares de la droga».

Ya una vez en la lucha por la Casa Blanca, a principios del año 2015, su postura seguía siendo la misma. «EEUU está perdiendo la guerra contra las drogas y para ganar esa guerra se han de legalizar». En cambio, en junio del mismo año, para el medio C-Span declaraba «yo diría que la regulación de la marihuana es mala. La marihuana medicinal es otra cosa, creo al 100% en la marihuana medicinal»A la pregunta del periodista con respecto a los estados donde es legal, afirmó que «Si votan a favor, votan a favor».

En octubre del 2015 y para el Washington Post, afirmaba que «la legalización de la marihuana creo que debería ser una cuestión estatal y ser cada estado el que decida por sí mismo. Creo que la marihuana y la legalización debería ser una realidad, ¿no? ¿no estamos de acuerdo? Yo creo que sí».

Más recientemente, en la CNN decía «me gustaría legalizar la marihuana en los 50 estados»Sus números son bastante claros: «En el año 2010 el gobierno federal gastó 15 mil millones de dólares en la «guerra contra las drogas», con los estados y los gobiernos locales gastando 25 mil millones de dólares adicionales. Podrían ahorrarse 40.000 millones de dólares sólo con detener la guerra contra las drogas».

De ser cierto todo lo que dice y si lo lleva a cabo, sin duda Donald Trump será el mayor defensor de la legalización de la marihuana en la historia de Estados Unidos.