Los profiteroles o petisús (del francés petit chou o col pequeña por su forma redondeada) es un postre típico francés y adoptado en todo el mundo. Se trata de bolas elaboradas con pasta choux que pueden ir rellenas de muy variados ingredientes. Lo habitual es encontrarlos rellenos de crema, nata o chocolate. En nuestro blog cannábico hoy os enseñaremos a hacer unos deliciosos profiteroles con un relleno cannábico para chuparse los dedos y volar muy alto.
Comenzamos preparando el relleno. Nosotros optamos por una simple nata cannábica montada. Puedes aromatizarla con canela o limón, añadirle chocolate… o sustituirla por una crema pastelera cannábica. Así que en un cazo añadimos la nata y los cogollos triturados y cocinamos durante unos 20 minutos a fuego medio sin dejar de remover.
Retiramos del fuego pasado este tiempo, colamos para retirar la materia vegetal y dejamos que enfríe. Una vez fría, la metemos en la nevera. La nata para montarla debe estar muy fría, así que esta preparación es mejor que la hagas el día anterior. Para montarla, añádela azúcar al gusto y con una batidora de varillas, bátela hasta que adquiera una buena consistencia.
Por otro lado hacemos la masa de los profiteroles, lo cual es muy sencillo. En un cazo añadimos la leche junto con la mantequilla y una pizca de sal. Cuando comience a hervir, retiramos del fuego y añadimos la harina. Volvemos a poner al fuego y vamos removiendo hasta que veamos que la masa se despega fácilmente de las paredes del cazo.
Dejamos que enfríe un poco, y añadimos los huevos de uno en uno. Puedes usar una batidora con varillas para acabar antes. Añade un huevo, bate bien, luego el otro, vuelve a batir, y el último, batiendo hasta conseguir una masa muy homogénea. Con la ayuda de dos cucharas, haz bolas con la masa, colócalas sobre una fuente de horno untada en aceite, y hornéalas a 180º durante unos 25 minutos o hasta que estén doradas.
Una vez hayan enfriado, tan sólo nos queda rellenarlos. Pasa la nata montada a una manga pastelera. Si no tienes, puedes usar una bolsa sin usar. Corta los profiteroles a la mitad, rellénalos con la nata cannábica y pásalos a un plato o una fuente. Para terminar, puedes espolvorarlos con un poco de chocolate en polvo, chocolate fundido, sirope… ¡y disfrútalos!