Antes de empezar a hablar de la pomada de marihuana, diremos que es de sobras conocido que el cannabis tiene innumerables propiedades medicinales como así lo demuestran los muchísimos estudios científicos que se van conociendo mes a mes. Sin ir más lejos, la legalización de la marihuana en países como México, Chile y algunos estados de USA viene en gran parte por la permisividad de las autoridades sanitarias en el uso del cannabis como medicamento. La niña mexicana de 8 años Graciela Elizalde padece una forma grave de epilepsia y un juez ha autorizado el uso de la marihuana para paliar sus problemas a finales del 2015, meses después de que otra niña estadounidense, Charlotte Figi, consiguiese reducir las convulsiones causadas por el síndrome de Dravet, también previa aprobación de un juez. Sin duda estamos en tiempos de cambio, aunque llevará muchos años más.
En este post os vamos a explicar como hacer una pomada de marihuana, algo muy fácil y que podrás usar para aliviar tanto dolores musculares o articulares, como para tratar dermatitis, eccemas o psoriasis. Y realmente efectiva, basta preguntar a aquellos que la han probado y la respuesta será un rotundo SI.
Lo primero que debemos tener para hacer una pomada de marihuana, es lógicamente la marihuana. Preferiblemente usaremos variedades índicas ya que suelen contener más CBD, aunque si dispones de una planta con un buen ratio THC:CBD sería lo ideal, en el mercado actual te puedes encontrar con este tipo de variedades. Mientras en THC es el cannanoide principal y más abundante, causante de la típica sensación de euforia, alegría, ayuda a reducir el cansancio, el estrés, combate la depresión, reduce las náuseas, estimula el apetito o alivia síndromes de estrés post traumáticos, el CBD amortigua sus efectos y tiene efectos calmantes, alivia el dolor, minimiza las migrañas, jaquecas, artritis y dolores menstruales, relaja músculos, reduce los espasmos y los síntomas nerviosos, lucha contra la ansiedad, el estrés y el insomnio. Usaremos como unos 50 gramos de cogollos. También podemos usar restos de manicura u hojas, pero si realmente queremos efectividad, usemos unos buenos cogollos y los efectos serán más potentes.
La cera de abeja la puedes conseguir muy barata en cooperativas agrícolas, se vende en láminas y es la misma que se usa en los paneles de abeja para que éstas fabriquen las celdillas. Si no, puedes irte a una parafarmacia o herboristería. También aprovecha la visita para comprar algún aceite esencial. Nosotros os recomendamos por ejemplo aceite de germen de trigo, muy rico en Vitamina E y con propiedades antioxidantes que previene el envejecimiento de la piel, aunque puedes usar aceite de menta que tiene efectos antiinflamatorios, calmantes y aporta efecto frio, de lavanda que tiene propiedades antisépticas, analgésicas, antiinflamatorias, regeneradoras y es indicado para problemas reumáticos, o aceite de Cajeput, desinfectante, anti-inflamatorio y con efectos antihistamínicos. O puedes usar varios aceites esenciales, pregunta sobre las propiedades de los diferentes aceites de que dispongan y seguro que encuentras uno o varios que te puedan ir bien para enriquecer tu pomada de marihuana.
No hay duda de que cuanto mejores sean los ingredientes, mejores efectos tendrá nuestra pomada, así que no escatimes a la hora de comprar un buen aceite de oliva, con grandes propiedades suavizantes y emolientes, así como un agua de buena calidad y desmineralizada a poder ser, no será de lejos la mayor inversión que tengas que hacer en esta pomada y cuando compruebes los beneficios, te parecerá incluso muy barata.
Pasemos a la cocina con todos nuestros ingredientes y no es mala idea tampoco que nos llevemos un botellín de alcohol de farmacia y un trapo al que no le tengamos mayor aprecio, puede que lo necesitemos para limpiar algún que otro pegote por los azulejos o cocina. Tenemos que tenes a mano dos potas, una grande un otra pequeña, pues la pomada la debemos hacer al baño maría, muy lentamente y con paciencia. Cubrimos 1/3 de la pota grande con agua, la ponemos a fuego lento, e introducimos la pota pequeña en la grande, a la que añadimos el litro de agua y el medio litro de aceite de oliva.
La marihuana debemos triturarla, ayudará a que toda la resina se disuelva antes en el aceite. Así que una vez que tengamos la marihuana triturada, la meteremos en nuestra pota con el agua y el aceite y dejamos que se vaya cocinando nuestra plasta. La campana de extracción a tope y el fuego sin que hierva, deberían pasar al menos unas 5 horas hasta que tengamos el primer paso, removiendo cada rato muy suavemente. El olor es algo molesto, tenlo muy en cuenta.
Pasadas estas 5 horas, apagamos el fuego, cogemos un bol y un colador y colamos nuestro aceite de marihuana. Esperamos a que enfríe antes de meterlo en la nevera, y al día siguiente al igual que sucede con la mantequilla de marihuana, veremos dos capas bien diferenciadas. Abajo tendremos el agua e impurezas más pequeñas que el colador no ha eliminado, y arriba tendremos el aceite de marihuana solidificado y que debemos retirar con cuidado con la ayuda de una cuchara. No queremos retirar agua ni impurezas, tan sólo el aceite verdoso que iremos pasando a una pota limpia y que pondremos a fuego muy lento.
Añadimos la cera de abeja en trozos para facilitar su disolución, y cuando esté totalmente deshecha, retiramos del fuego, esperamos que se temple un poco y añadimos por último los aceites esenciales. Una cucharadita son 2-3 ml, así que echa 2 cucharaditas. Usando un filtro de café, colamos por última vez para eliminar cualquier mínimo residuo que puede haber y metemos nuestra pomada aún líquida en botecitos de cristal. Una vez haya enfriado, nuestra pomada de marihuana tendrá la consistencia típica de cualquier pomada y ya la podremos usar donde deseemos. Si la guardas en un lugar fresco y oscuro, puede durar más de un año sin ningún problema.
Como ya hemos comentado, desde para masajes contra dolores musculares o articulares, hasta problemas de la piel como eccemas o psoriasis, no te quepa duda de que la pomada de marihuana tiene unas grandísimas propiedades al igual que toda la planta del cannabis. No está de más que sepamos sacarle el máximo partido y no sólo nos lo pasemos bien fumando porros.