Las podas en plantas de marihuana cultivadas en interior
El cultivo de marihuana en interior está condicionado a un espacio limitado. Mientras en exterior podemos conseguir plantas de un tamaño monstruoso y producciones superiores a los dos kilos por cada una de ellas, en interior ésto es imposible. En primer lugar seguramente no contemos con la altura suficiente. Y en segundo lugar, el poder de penetración de los sistemas de iluminación no es muy elevado. Así, mientras las partes altas de las plantas recibirán una cantidad óptima de luz, las zonas bajas quedarán sombreadas y su producción será muy baja.
En interior siempre conviene tener plantas no demasiado altas y preferiblemente todas a una misma altura. No tendría sentido tener plantas de más de 100 cm de altura, que concentren únicamente su producción en los 30-40 cm superiores mientras todo lo que queda por debajo no recibirá una buena iluminación. Por otro lado, dependiendo de la variedad a cultivar, y si partimos de semillas o esquejes, las podas serán casi obligadas. Los esquejes podremos pasarlos a florecer tengan el tamaño que tengan. Una semilla hasta pasado el mes no comenzará a florecer, tiempo suficiente para que su altura pueda causarnos algún problema.
PODA DE BAJOS
Como su nombre hace intuir, se trata de eliminar todas las ramas inferiores que quedan a la sobra de hojas, apicales y ramas superiores. Este sacrificio valdrá la pena, pues la planta no gastará energía en su desarrollo y lo empleará en potenciar el crecimiento de las zonas superiores de la planta.
La poda de bajos se hace durante la fase de crecimiento y de transición, es decir el corto período que transcurre desde que se cambia el fotoperíodo a floración hasta que las plantas comienzan a florecer. Que no nos preocupe dejar la mitad del tallo pelado de ramas, porque finalmente los rendimientos serán mayores.
PODA APICAL
Esta poda consiste en eliminar la punta apical de la planta. Con ello, conseguiremos frenar considerablemente el desarrollo vertical y se potenciará el desarrollo de las ramas inferiores. Cuando ya se tiene previsto realizar este tipo de poda, el mejor momento es cuando la planta cuenta con unos 4-5 nudos.
También es interesante hacer una poda de bajos, aprovechándonos únicamente de las ramas de los nudos superiores. Es decir que si podamos por el 5º nudo, conservaremos las ramas del 3er, 4º y 5º nudo. Así en lugar de una gran apical y varias ramas secundarias, contaremos un varias apicales con un crecimiento bastante homogéneo.
PODA FIM
Esta poda cuando se hace bien, tiene unos resultados impresionantes. Su descubridor fue un cultivador estadounidense, que realizando una poda apical se le fue la mano y podó por donde no era. Su exclamación «Fuck I missed» o traducido como «joder, la cagué», dio origen al nombre FIM.
Para hacer esta poda, tendremos que seccionar aproximadamente 2/3 de la apical. En su interior, se concentran un gran número de nudos que a medida que la planta crece se van estirando y definiendo. Al realizar esta poda se pueden conseguir hasta más de 10 apicales creciendo a un mismo ritmo.
Esta es una poda muy útil para cultivos en SCROG, ya que por la cantidad de ramas que se obtienen, estas tienden a ser algo débiles y en floración pueden llegar a no soportar el peso de los cogollos. También es complicado que siempre tenga el mismo resultado, podremos conseguir más de 10 ramas principales, o tan sólo 5 o 6.