Es verano, el sol brilla y calienta como nunca, los grillos hacen sonar sus alas animando a las hembras a relacionarse, los pájaros incuban sus huevos o alimentan a sus pequeños polluelos, las mariposas revolotean buscando flores de las que alimentarse… Si todo parece maravilloso, no lo es. Éstas últimas, las mariposas y familiares nocturnas las polillas, también están en plena temporada de reproducción y si hay algo a lo que temen los cannabicultores, son las orugas en la marihuana. Si en crecimiento son un peligro, en floración dan pánico.
Las orugas son larvas de insectos lepidópteros. Aunque las más visibles y conocidas son las mariposas por ser una especie diurna, las más numerosas son las nocturnas como las polillas, esfinges o pavones. Aunque en su estado adulto son inofensivas y cumplen un rol especie polinizadora de plantas, las larvas se alimentan exclusivamente de materia vegetal, pudiendo convertirse en auténticos peligros para el cultivador por su apetito voraz.
Las mariposas y polillas empiezan su actividad en primavera, coincidiendo también con la temporada en que los vegetales crecen, florecen y producen frutos. Algunas especies de lepidópteros requieren de especies vegetales concretas y la extinción de un árbol puede dar lugar a la extinción de la especie de mariposa. Las que nosotros tememos no son tan selectivas y el cannabis es una variedad que le encanta.
Las mariposas escogen plantas para poner sus huevos, varios cientos o miles dependiendo de la especie. En algunos casos la vida adulta de la mariposa es tan breve que solo viven el tiempo necesario para asegurar la reproducción, a veces un solo día. De cada huevo en pocos días nacerá una oruga que inmediatamente comenzará a devorar lo primero que encuentren, creciendo a un ritmo muy alto al igual que su apetito. Como decíamos, si en crecimiento las orugas en la marihuana son peligrosas pues en pocas horas se pueden comer varias hojas, en floración el estropicio puede ser mayor pues prefieren comer los cogollos que las hojas.
Las orugas tienen una inconfundible forma alargada y dividida en segmentos, con un tamaño desde algunos milímetros en en primer estadio, a varios centímetros en el el último estadio antes de transformarse en pupa y comenzar la metamorfosis. La cabeza está protegida por una cápsula resistente y dura, y su cuerpo es blando. Los colores pueden llegar a ser espectaculares, aunque normalmente las orugas en la marihuana son de color marrón o verde. Poseen 6 pares de patas y sus hasta 7 pares de pseudopatas o patas falsas situadas en la sección del abdomen.
El verdadero daño de las orugas viene a partir de ahora, cuando las plantas ya tienen cogollos. Sea porque alguna mariposa ya haya puesto huevos en nuestras plantas o que lo haga a lo largo de la floración, las orugas en cuanto nazcan comenzarán a devorar hojas y flores. En las flores encuentran el mejor resguardo frente a depredadores. A medida que el gusano crece el cogollo también, aparentemente tiene buen aspecto exterior, incluso puede llegar a cosechar y darte cuenta que en su interior tienen gusanos al ver sus cagadas en el suelo bajo las plantas colgando en el secadero.
Cuando una oruga entra en un cogollo, el estropicio es total. En ocasiones de varios centímetros de largo, comen a la misma velocidad que cagan y sus excrementos fermentados producen el hongo botrytis, que comenzará a pudrir el cogollo por dentro dejándolo totalmente inservible, lo máximo que podremos hacer con él será usarlo para compost.
Las orugas en la marihuana no son fáciles de eliminar en floración, al inconveniente de usar productos pulverizados sobre los cogollos se une el de aplicarlos en su interior, totalmente inviable. Como siempre, las revisiones periódicas son muy importantes para detectar tanto huevos como orugas que podrás eliminar a mano. Abre incluso algún cogollo con cuidado para comprobar que en su interior no hay alguna oruga, pues si hay una es muy posible que haya muchas más.
La prevención es sin duda la mejor opción y de todos los productos para combatir orugas sin duda destaca uno por encima de todos, tanto por su precio como por su efectividad, el Bacillus Thuringiensis, un insecticida totalmente ecológico extraída de una bacteria que habita en el suelo que durante la esporulación o reproducción asexual, producen cristales proteínicos conocidos como endotoxinas. Cuando los insectos ingieren estos cristales proteicos, el pH alcalino de su aparato digestivo activa una toxina que provoca daños internos en el gusano y le causa la muerte.
El Bacillus Thuriengiensis es 100% eficaz siempre y cuando los gusanos ingieran alguna hoja o flor que lo contenga y sobretodo con orugas recién nacidas o de pequeño tamaño, ya que es posible que las más grandes y del tamaño de un dedo poco les haga. Pero para garantizarnos la máxima efectividad, tendremos que aplicarlo regularmente durante toda la floración y no esperar a ver alguna oruga en la marihuana. Tenemos que asegurarnos que si hubiese algún huevo y eclosiona, la pequeña larva le da un primer bocado a una hoja con esta bacteria. Que muera es cuestión de horas.
Este insecticida es totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente, es eficaz contra larvas de polillas y mariposas, moscas y mosquitos, escarabajos, chinches y contra los nematodos, e inofensivo con humanos, animales, vida silvestre e insectos beneficiosos y polinizadores como las abejas, sin además tener un plazo mínimo de seguridad. Sin duda uno de los grandes aliados del cultivador de exterior en estas fechas. No esperes a ver huevos o alguna larva, úsalo pulverizado regularmente sobre las plantas y te asegurarás que estos insectos tan destructivos hagan estropicios en tus cultivos.
