Cultivo

Los nutrientes de la marihuana: el macronutriente Potasio

El potasio es uno de los 16 nutrientes que la planta necesita para desarrollarse y que son absorbidos directamente del medio de cultivo. Otros 3 elementos vitales para su supervivencia son el carbono, el hidrógeno y el oxígeno, que son absorbidos del aire y del agua, y que en condiciones normales nunca habrá deficiencias durante el cultivo. El Potasio, símbolo químico K, es a su vez un macronutriente junto al nitrógeno (N) y el fósforo (P), los 3 elementos más empleados por la planta en el crecimiento y la floración. Y también se trata de un nutriente móvil, o sea que puede moverse de una zona a otra, recolocándose allá donde sea necesario para suplir de inicio cualquier carencia que se pueda presentar.

El potasio es un nutriente imprescindible para el desarrollo y reproducción de las plantas. Después de nitrógeno, es el elemento más demandado, considerado como «el nutriente de calidad», ya que afecta a la forma, el tamaño, el color y el sabor de las plantas, todas ellas relacionadas con la calidad del producto final. Aunque no tengan tanta presencia en los tejidos de las plantas como el nitrógeno o el fósforo,interviene como catalizador de muchos procesos metabólicos tan importantes como la fotosíntesis, la síntesis de proteínas y aminoácidos, aumenta la resistencia frente a sequías o temperaturas bajas, aumenta la dureza de los tejidos, aumenta la resistencia del sistema radicular, e incrementa el peso y volumen de los cogollos.

En la fotosíntesis, el potasio es el nutriente que regula la apertura y cierre de las estomas y por lo tanto regula la absorción de CO2. Desencadena la activación de enzimas y es esencial para la producción de adenosina trifosfato o ATP, una importante fuente de energía para muchos procesos químicos que se desencadenan en las células de la planta. También desempeña un papel muy importante en la regulación del agua en las plantas en el proceso conocido como osmo-regulación, tanto en la absorción del agua a través de raíces, como de su pérdida a través de los estomas. También en la activación de las enzimas, relacionadas con el crecimiento de la planta.

Ante una carencia de potasio, las plantas pueden sufrir anormalidades, por lo general relacionadas con el crecimiento. En las hojas medias y bajas se produce clorosis y quemaduras. Al ser un catalizador del crecimiento, ante una carencia se muestra un crecimiento lento o retrasada. Las plantas disminuyen su tolerancia a los cambios de temperatura y estrés hídrico. El sistema radicular se vuelve débil, en la fase de floración se puede apreciar una maduración desigual de los cogollos y las plantas en general son más propensas al ataque de plagas. Si no se corrige esta deficiencia, las plantas finalmente pierden sus hojas a gran velocidad.

Solucionar una carencia de este nutrientes una vez la hayamos reconocido es muy simple, usando un abono rico en potasio solucionaremos el problemas en unos pocos días. En este aspecto los abonos minerales actúan más rápidamente que los abonos biológicos, de asimilación más lenta. En caso de usar este tipo de abonos siempre será mejor hacerlo en tés. Conviene ante una carencia no pasarnos con las dosis que vayamos a aportar. También conviene tener en cuenta que un exceso de calcio puede disminuir la capacidad para la absorción de potasio, por lo que en muchas ocasiones las aguas duras o muy duras llegan a ser un problema para la correcta asimilación de determinados nutrientes.

Por el contrario, un exceso de potasio puede bloquear la absorción de otros nutrientes como el calcio, magnesio junto con el zinc y el hierro. También es complicado diferenciar con claridad una sobrefertilización de este elemento, pues los síntomas se pueden mezclar con los de carencias de alguno de los nutrientes antes mencionados. En el caso de que la planta comience a mostrar signos de deficiencias de varios micronutrientes, procederemos a hacer un lavado de raíces para eliminar esas sales tóxicas, y regar finalmente con una dosis ligera de fertilizante completo y equilibrado.

Como siempre recordamos, mantener durante todo el cultivo un perfecto equilibrio en la alimentación de las plantas es algo fundamental. Los fabricantes de abonos poseen unas tablas con las dosis y la combinación de nutrientes y aditivos para cada fase, y con la que normalmente no tendremos mayores problemas. Conviene siempre usar abonos específicos para cannabis y no jugársela con otro tipo de productos más adecuados para otro tipo de plantas. Controlar y regular el pH del agua de riego es fundamental, ya que nos garantizaremos que todos los nutrientes están disponibles y la planta los puede asimilar con facilidad. Muchos de los problemas de cariencias o excesos de nutrientes vienen por usar un pH inadecuado.