En este post te enseñaremos a hacer una mousse de chocolate con marihuana. Por un lado una delicia para los amantes del chocolate. Por otro lado una manera diferente de disfrutar de los efectos de la marihuana. Además, es muy rápida de hacer y los ingredientes posiblemente ya los tengas en casa.
La mousse es un postre típico de Francia. La traducción literal es «espuma», en una clara alusión a la esponjosidad que posee. Y aunque se suele relacionar con un postre, y más concretamente de chocolate o frutas, cada vez se usa más para todo tipo de comidas, como verduras o pescados.
Esta textura esponjosa de la mousse tan característica, se debe a las claras batidas a punto de nieve y la nata montada, sus ingredientes principales. Todo el aire atrapado en forma de diminutas burbujas le proporciona como decimos una esponjosidad típica que hace que sea un postre o comida muy ligero.
En primer lugar, haremos la mantequilla cannábica o cannabutter. Para ello, calentamos en un cazo la mantequilla y añadimos unos 10 gramos de cogollos desmenuzados. Dejamos cocinar a fuego medio unos 40 minutos. Finalmente la vertemos en un recipiente, usando un colador fino o un filtro de café para retener la materia vegetal, y reservamos.
Por otro lado, en otro cazo añadimos en chocolate y las 3 cucharadas de leche, calentando a fuego suave hasta que se derrita. Añadimos la mantequilla cannábica y removemos hasta mezclar bien estos primeros ingredientes. Y reservamos también.
En un recipiente, batimos las 3 yemas con el azúcar hasta conseguir una masa de color pálido. Después, añadimos sobre esta mezcla la anterior, el chocolate fundido con la mantequilla de marihuana. Y removemos otra vez hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados. Dejamos que enfríe.
En otro recipiente, batimos las 4 claras de los huevos, el azúcar y una pizca de sal, que ayudará a que se monten a punto de nieve más rápido. Puedes usar una batidora de varillas para terminar antes. Por otro lado, también batiremos la nata hasta montarla.
Para terminar, es hora de mezclar todos los ingredientes. Añadimos en el bol de la nata las claras a punto de nieve y la mezcla de las yemas con el chocolate y la mantequilla cannábica. Es hora de remover bien, pero con cuidado, ya que movimientos bruscos harán que las burbujas de aire exploten.
Con una lengua pastelera, vamos mezclando en movimientos lentos y circulares, de abajo del recipiente hasta arriba. Finalizamos pasando la mousse de marihuana a pequeños vasitos, que dejaremos en el frigorífico hasta el momento de servir, tapados con film de plástico para que no creen una costra.
Siempre ten en cuenta que la marihuana ingerida tiene unos efectos más potentes y retardados que fumada. Hasta bien pasada una hora es posible que no se presenten, por lo que es muy fácil pasarse de dosis. Se recomienda precaución, comiendo cantidades pequeñas y esperando un tiempo prudencial para comprobar cuales son sus efectos. Con un poco de experiencia conseguirás ajustar la dosis para conseguir el colocón deseado.
Las recetas con cannabis son también una gran alternativa para consumidores de cannabis terapéutico. Es más saludable que fumar el típico porro, ya que se evita la inhalación de humo y sus tóxicos, producto de la combustión.
