Métodos de sembrado con semilla, las claves para no fallar
Hola amigos, esta semana os queremos hablar sobre cultivo. Ya en anteriores ocasiones os hemos hablado sobre cómo germinar, cómo trasplantar, cultivo en interior, cultivo hidropónico, los sustratos, qué abonos usar, cómo escoger la maceta ideal, la iluminación en los cultivos y un sin número de artículos relevantes para conseguir el cultivo de marihuana ideal. Constantemente estamos nutriendo esta sección leyendo y escuchando vuestras dudas.
Hoy hablaremos sobre os «métodos de sembrado con semilla». Esperamos os sea de utilidad y ya sabéis, estamos abiertos a sugerencias, aportaciones y peticiones.
¡¡Buenos humos!!
EL MÁS SENCILLO DE LOS MÉTODOS DE SEMBRADO CON SEMILLA
Consiste en sembrar en semilleros de recipientes y luego transplantar las plántas a macetas o al jardín:
La siembra con semillas es la forma más económica de cultivar plantas, pero también la que más cuidados y atenciones exige. Para el aficionado, lo más recomendable es sembrar en semilleros de recipientes, que permiten controlar mejor las condiciones ambientales. En este artículo se describen los tipos de siembra con semillas y se detalla el procedimiento para realizar semilleros de recipientes, cómo hacer de los semilleros pequeños invernaderos y consejos para esta clase de siembra.
MÉTODOS DE SEMBRADO CON SEMILLA
Sembrar con semillas tiene una gran ventaja en relación a las otras maneras de cultivar plantas: es mucho más económica. El coste de las semillas por unidad es mucho más bajo que el precio de las plantas ya desarrolladas, por lo que se pueden obtener muchas más plantas por el mismo dinero, o por menos. Como contrapartida,requiere un cuidado bastante más exigente para lograr que las plantas germinen y crezcan con éxito.
Hay varias maneras de plantar con semillas. En general, se resumen en tres tipos, según el lugar donde se realiza la siembra: en semilleros en recipientes, en semilleros en el suelo o en la propia tierra del jardín.
Los semilleros son sitios destinados de forma específica al desarrollo de las semillas, con los cuidados especiales que estas necesitan para poder germinar. Cuando esto se logra, se realiza el trasplante a otro sitio.
De estos tres tipos de siembra, el más fácil -y por lo tanto el más aconsejable para los aficionados- es el de semilleros en recipientes, que se explica a continuación.
RECIPIENTES, UNO DE LOS MÉTODOS DE SEMBRADO CON SEMILLA
Utilizar recipientes es el método más sencillo para la siembra, porque permite trasladar el semillero y acondicionarlo del modo más beneficioso, sin tener que bregar con las condiciones del suelo y el clima del jardín.
Estos recipientes deben ser pequeños. Valen desde macetas o tiestos de reducido tamaño, hasta botes de yogur. Pero los más idóneos son las bandejas de alvéolos, piezas cuya forma recuerda a cubiteras para hacer hielo pero que son más grandes y pueden estar fabricadas en materiales como plástico, corcho o poliestireno expandido.
El sustrato más conveniente para este tipo de semilleros es el conformado por una mezcla de partes iguales de arena y turba, aunque también es posible añadir una parte igual de perlita. En el semillero no hace falta usar abonos o fertilizantes.
Tras rellenar el recipiente con el sustrato, hay que hacer un hueco e introducir allí las semillas. Si son semillas pequeñas, conviene colocar 3 o 4, pero si las semillas son grandes, solo una por cada compartimento.
Por encima de las semillas se debe echar una fina capa de sustrato, que cubra las semillas pero las deje cerca de la superficie. De ese modo, podrán airearse de manera suficiente.
Para regar el semillero, se recomienda el uso de un pulverizador, para que el agua caiga en pequeñas partículas, y no como un chorro que arrastre la tierra y deje las semillas en posiciones que las perjudiquen.
PEQUEÑOS INVERNADEROS, OTRO DE LOS MÉTODOS DE SEMBRADO CON SEMILLA
Una de las grandes ventajas de la siembra en semilleros de recipientes es la posibilidad de efectuarla en cualquier momento del año, ya que se puede realizar en interiores. Pese a que allí no estén expuestas a temperaturas extremas, la incidencia directa de los rayos del sol o corrientes de aire, es aconsejable cubrir el semillero con un cristal o un plástico transparente, para crear una especie de invernadero en miniatura. De esta manera, se propicia una temperatura constante y, además, una mucho menor pérdida de humedad. Eso sí, se debe destaparlo durante al menos una hora por día, para garantizar una buena ventilación.
Cuando las plántulas comienzan a brotar, hay que estar atentos para descubrir si en un mismo alveolo o recipiente ha germinado más de una semilla. En los casos en que esto ocurra, se deben quitar para que quede solo una por compartimento.
Y por fin, después de unas cuantas semanas (el plazo varía según el ritmo de crecimiento de las especies y de las condiciones a que se haya sometido el semillero), las plántulas estarán preparadas para ser trasplantadas a tiestos más grandes o bien al suelo del jardín.
Fuente: La Marihuana
1 respuesta
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