Consigue ahora el mejor sustrato para cultivar marihuana
Casi tan importante como la elección de las semillas de marihuana para nuestro cultivo, lo es la elección de un buen sustrato, el que será el soporte para las raíces de nuestras plantas durante todo el cultivo. Si a ti no te gustaría vivir en una casa en ruinas, no permitas que tu planta crezca en un suelo que se parezca más a una escombrara. En este post te damos algunos consejos para tener el mejor arranque posible.
Para empezar, debemos saber que lo más importante de un sustrato es su estructura. Que contenga más o menos cantidad de nutrientes queda en un segundo plano. Tenemos el ejemplo de la fibra de coco, un sustrato que no contiene ningún nutriente y que su gran característica es su perfecta estructura. La cantidad de alimento tan sólo nos obligará a usar abonos en los riegos más tarde o más temprano.
Un buen sustrato debe ser esponjoso y ligero, que no contenga restos de gran tamaño como cortezas o bloques compactos. Debemos ante todo facilitar que las raíces puedan penetrar y colonizarlo sin problema, y cuanto más compacto sea un sustrato, más dificultad tendrán. Esta esponjosidad también permite una mejor oxigenación del suelo y una mayor retención de agua.
Así que teniendo claro este concepto, comenzamos a fabricar nuestro sustrato. No hay ninguna regla escrita sobre las proporciones o ingredientes que se puedan usar, podemos ver como los fabricantes de sustratos es muy extraño que coincidan y cada uno usa su propia «receta», siempre teniendo claro que son sustratos de primera calidad. Para dotar a un sustrato de la esponjosidad perfecta, podemos echar mano de perlita, fibra de coco o vermiculita. Alguna de ellas o combinadas, empezaremos añadiendo un 30-40%.
El 60-70% restante, se compondrá de materia orgánica. Turba, humus de lombriz o compost, cualquiera de ellos o combinándolos. Siempre es importante que sea cual sea la elección, nos aseguremos de su calidad, que no contengan aún restos orgánicos en descomposición. Mientras la turba y el compost tienen una cantidad moderada de nutrientes, el humus en ocasiones puede venir muy cargado, tenlo en cuenta a la hora de variar las proporciones si fuese necesario.
Con ésto, ya contamos en principio con un buen sustrato con el que cualquier semilla se sentirá a gusto y no tendrá problemas en colonizar. Pero lógicamente siempre podremos mejorarlo, y a éso vamos. El guano de murciélago es uno de los fertilizantes ecológicos más conocidos y usados por cultivadores de todo el mundo, y no sólo de marihuana. Especialmente en floración, garantiza todos los nutrientes necesarios que las plantas necesitan, aunque por su composición, en pequeñas cantidades en las primeras fases, ayuda a semillas y plántulas con un crecimiento explosivo.
El guano contiene nitrógeno, fósforo y potasio de origen orgánico, además de microelementos, aminoácidos, ácidos húmicos y una gran cantidad de hongos y bacterias beneficiosos que tienen la capacidad de atacar a hongos y bacterias patógenas. Mejora la estructura del suelo, estabiliza el pH y optimiza la oxigenación. Como decimos, en pequeñas cantidades es una bomba que las plantas agradecen con mejor crecimiento y mayor salud, en torno al 5% del total de la mezcla es una muy buena opción, además de que en combinación con humus de lombriz proporciona un contenido óptimo de ácidos húmicos y fúlvicos, enzimas y flora microbiana.
También podemos optar por cualquier tipo de estiércol, siempre previamente compostado, nunca se deben usar estiércoles frescos. Por ejemplo el estiércol de caballo es uno de los mejores que podremos encontrar, mientras que la gallinácea o guano de gallina, conviene recogerlo fresco y secarlo al sol, increíblemente multiplica x3 las cantidades de nutrientes. Harinas de pescado, de sangre, de huesos, de algas, cenizas de palmera… las opciones a la hora de enriquecer un sustrato son infinitas, siempre garantizándonos que nuestras plantas aguantarán más tiempo sin tener que echar mano de otro tipo de fertilizante.
También es muy interesante el uso de hongos beneficiosos como las micorrizas, que se establecen entre las raíces de las plantas y sus hifas se introducen en los tejidos radicales de la planta. El hongo obtiene nutrientes de la planta mientras elabora una sustancia que para las plantas es como una hormona que regula su crecimiento, las protege contra posibles ataques externos como parásitos y también participa en la absorción de minerales como nitrógeno, fósforo y potasio. Las micorrizas se aplican en los semilleros y en los trasplantes, directamente en contacto con las raíces de las plantas. Otros hongos beneficiosos, las trichodermas, actúan frente a hongos patógenos como phytoptora, ryzoctonia, fusarium o fitium, desprendiendo antibióticos que paralizan su crecimiento y los mata.
Y ya tenemos un sustrato super-completo que cubrirá las necesidades de nuestras plantas. En cada trasplante que se realice en la fase de crecimiento, volveremos a repetir la mezcla. A medida que se acerca la floración, comenzaremos a añadir en los trasplantes una mayor cantidad de nutrientes para floración, como el ya mencionado guano de murciélago. Si no, en el momento en que veamos que las hojas más bajas comienzan a perder color, empezaremos a abonar con el fertilizantes correspondiente para cada fase.
Por último, nunca te olvides de usar un buen drenaje en el fondo de las macetas que permita que los excesos de agua del riego o de cualquier aguacero ocasional sean expulsados rápidamente, aunque la marihuana es una planta que consume grandes cantidades de agua, no le gusta los suelos encharcados durante demasiado tiempo. Y nuestro último consejo, en exterior prescindir siempre de contenedores de colores oscuros como el verde, negro o marrón. Al sol hacen que las raíces se sobrecalienten y la planta pueda morir, tenga el tamaño que tenga, además de haber un mayor riesgo de ataque de hongos de raíz. Siempre colores claros o macetas forradas.