Marihuana y cáñamo, ¿cual es la diferencia entre las dos?
Marihuana y cáñamo, ambas especies son cannabis. Estos 3 términos pueden dar lugar a confusión, y en este post te aclararemos las principales diferencias, que no son tanto a nivel visual sino a nivel molecular. Ambas tienen un aspecto similar, lo que ha llevado en muchas ocasiones a autoridades de muchos países a confundirlas, arrasando cultivos de cáñamo legal creyendo que se trataba de marihuana.
La marihuana comprende las variedades de cannabis psicoactivas. Esta psicoactividad viene dada principalmente por el THCA o ácido tetrahidrocannabinol. El THCA es el precursor del tetrahidrocannabinol o THC. Durante muchos años su uso prácticamente ha sido recreativo. Pero cada día son más personas las que descubren las propiedades beneficiosas de esta planta, de ahí que la legalización poco a poco llegue a más países.
El cáñamo o cáñamo industrial, por otro lado comprende las variedades de cannabis que no son psicoactivas. Y como su propio nombre indica, su mayor interés es el industrial. Se emplea en la industria textil, automovilística, agroalimentaria, farmacéutica… y prácticamente se usa toda la planta, desde semillas a hojas, flores y tallos. La cantidad de THCA que contiene no llega a superar los límites legales que permiten su cultivo, venta y distribución.
En cambio, el cáñamo produce mayores cantidades de CBDA o ácido cannabidólico que la marihuana. Éste es el precursor del CBD o cannabidiol, un cannabinoide no psicoactivo pero que actualmente tiene un interés desde el punto de vista terapéutico que el THC. El CBD se ha demostrado eficaz en el tratamiento de epilepsias y encefalopatías epilépticas como el síndrome de West, esclerosis múltiple, desórdenes de ansiedad o esquizofrenias. También se ha comprobado que el CBD reduce el crecimiento de las células de cáncer de mama humano in vitro, reduciendo su invasividad.
PRINCIPALES USOS DE CÁÑAMO
Ya hemos hablado un poco del uso terapéutico del cáñamo, con el que se fabrican todo tipo de productos con CBD. Aceites, e-líquidos, pomadas y cremas, infusiones, pastas y cristales para vaporizar… Pero ésto es sólo lo que se hace con sus flores o cogollos. Otros de sus usos son:
INDUSTRIA TEXTIL
Con las fibras de los tallos del cáñamo se realizan textiles de la más alta calidad y muy duraderas. Por ejemplo es 3 veces más resistente al desgarro que el algodón. Además debido al tipo de cultivo, no precisa de sustancias químicas como pesticidas, por lo que llegan al mercado totalmente libres de toxinas. No en vano se considera la fibra textil de origen vegetal más larga, resistente y suave. Y también es más aislante, antibacterianas, fresca y absorbente. Ya en el año 450 a.C, el historiador griego Heródoto, describió a pueblos que fabricaban ropa con fibras de cáñamo. Y en el año 300 A.C. romanos y cartagineses mantuvieron duras contiendas en el mediterráneo por la hegemonía de la ruta del cáñamo, considerada como una materia prima de gran valor junto a las especias.
CONSTRUCCIÓN
El cáñamo es mucho más barato que muchos de los materiales de construcción actuales. Además es un material sostenible y con unas propiedades únicas, como el gran poder autoregulador de humedad que posee. Por ejemplo Cannabric es un ladrillo compuesto por fibras de cáñamo industrial, cal hidráulica y una mezcla de minerales. Se emplea en muros de carga monocapa gracias a su alto confort térmico, acústico y biodinámico. Además tiene una huella de carbono negativo. Las paredes de poco espesor de este material están consiguiendo unas prestaciones térmicas de baja o nula necesidad. Así el consumo de energía en su calefacción y refrigeración es mucho menor.
BIOCOMBUSTIBLES Y PLÁSTICOS BIODEGRADABLES
El ser humado está destinado a buscar otras alternativas a los combustibles fósiles como el petróleo. A partir de los tallos del cáñamo y sus semillas, se puede elaborar celulosa, plástico biodegradable y biodiésel. Además de ser un material renovable y respetuoso con el medioambiente, tiene otros beneficios comparados con otros cultivos usados para ésto como el maíz, la soja, la colza y la palma. En comparación con éstos, crece en prácticamente cualquier clima y más rápido. En sólo 100 días puede alcanzar alturas de hasta 4 metros, por lo que ofrece cosechas más rápidas. También precisa menos fitosanitarios, productos en su mayoría químicos que contaminan el suelo y los acuíferos cercanos. Y además consume poca agua y parte de los nutrientes que consume los devuelve al suelo.
INDUSTRIA ALIMENTARIA
Las semillas de cáñamo y el aceite que se extrae de ellas tienen un gran valor nutritivo. Son ricos en ácidos grasos poliinsaturados, con un perfecto ratio ácido linoleico (Omega-6) y ácido alfa-linoleico (Omega-3). Ambos está demostrado que poseen propiedades muy beneficiosas para el organismo. 100 gramos de semillas de cáñamo aportan 580 kcalorías. De estos 100 gramos, 45 son grasas poliinsaturadas, 37 proteínas, 7 carbohidratos, 5 agua y 3 fibra dietética. Además contienen minerales esenciales como magnesio, calcio, hierro y zinc. Y también vitaminas entre las que destaca la vitamina E. Las semillas se pueden añadir a ensaladas, bizcochos, asados, pastas… Y el aceite como aliño para ensaladas o salsas.