Las plantas de marihuana en floración requieren unos cuidados especiales y con ellos nos jugaremos el éxito o fracaso del cultivo. Ya podemos tener las plantas más preciosas en crecimiento, que en floración si las descuidamos conseguiremos unas cosechas pobres, con mal sabor o poco potentes. Las demandas nutricionales de las plantas de marihuana en crecimiento, pese a que son grandes, no lo son tanto como las de la marihuana en floración, donde el consumo de nutrientes como el fósforo o el potasio son muy elevados y se necesitarán en muy grandes dosis, sea con abonos orgánicos o minerales.
Desde el pasado 21 de junio, cuando se produce el solsticio de verano, las horas de luz diurna empiezan a ir a menos, haciéndose las noches más largas hasta que en el solsticio de invierno sucede el fenómeno contrario y los días comienzan a crecer. La marihuana, como planta de temporada que es, reacciona a esta bajada de horas y empieza a florecer, prediciendo que tiene un tiempo limitado para terminar su ciclo antes de que la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas las mate. No podemos olvidarnos que el objetivo de todo ser vivo es crecer, reproducirse y morir, por lo que aunque normalmente en los cultivos solo haya plantas hembra y no se produzca la reproducción, los ciclos metabólicos del cannabis son inalterables en exterior y con un fotoperíodo natural.
La bajada de las horas es lenta, apenas 1-2 minutos diarios, por lo que a diferencia de los cultivos de interior cuando desde el cambio de fotoperíodo las plantas reciben la señal inmediatamente y en unos 7-10 días comienzan a florecer, en exterior es un proceso que se suele ralentizar más y hasta pasadas unas 3-4 semanas a partir del solsticio no se empiezan a ver los primeros cogollitos.
El período que va desde el solsticio hasta que comienza la floración, o desde que reciben la señal de la disminución de horas de luz hasta que se ven las puntas de los brotes cubiertos de pelillos blancos, se le conoce con el nombre de prefloración. Podemos ver algunos indicios en este ciclo, como el llamado cerrado de puntas, que no es otra cosa que cuando las puntas apicales, donde se formarán los cogollos, empiezan a detener su crecimiento y a apretarse formando la estructura de la futura flor. Las hojas, que desde semilla y conforma van naciendo van aumentando el número de peciolos o puntas hasta que alcanza un tamaño que todas tienen el mismo número de puntas, sufren el proceso contrario y empiezan a nacer cada vez con menos foliolos hasta terminar en las pequeñas hojillas de 1 o 3 puntas incrustadas en los resinosos cogollos.
Ni que decir tiene, que estas semanas son vitales para diferenciar los machos de las hembras en el caso de que partamos de semillas regulares y aún no hayan sexado. Distinguir un macho de una hembra es tan fácil como diferenciar un toro de una vaca, salvo problemas oculares sin resolver, no habrá ningún tipo de confusión posible. Además en Internet puedes buscar mil fotos para comparar. Un macho en exterior y cuando comienza la floración es un peligro, tanto para ti como para los posibles cultivadores cercanos y lo mejor es cortarlo, sin pena ni gloria y nada más detectarlo. Un poco de polen que esparza el viento de una flor macho que se abra, es suficiente para fecundar plantas a varios cientos de metros a la redonda y conseguir miles de semillas en sus propietarios. Lo que no te gustaría en tus cosechas no lo obligues a tener en la del vecino.
Un último trasplante antes de que las plantas de marihuana entren en floración y con un sustrato rico en nutrientes, asegurará un último empujón y suministrará la comida necesaria para las primeras semanas. Para los cultivadores que usen productos orgánicos, es la ocasión perfecta para cargar la mezcla con guano de murciélago, cenizas de palmera o cualquier otro nutriente sólido y de liberación lenta, siempre con sus buenas dosis de humus de lombriz, perlita o fibra de coco.
También es hora de empezar a usar los estimuladores de floración que inducirán a un mayor desarrollo de estructuras florales o futuros cogollos. Uno de los más famosos, potentes y efectivos, el Delta9 de Cannabiogen, se aplica la primera dosis 10 días antes de que comience la floración, así que estamos en la fecha perfecta para empezar a usar este fantástico bioestimulador. Otros en cambio se usan en las plantas de marihuana en floración, ya cuando se comienza a ver las primeras flores. Las opciones en este sentido son muy variadas y si tienes cualquier duda sobre su uso y compatibilidades, consúltanos y en Cannabislandia siempre te orientaremos hacia los mejores resultados posibles.
Los potenciadores de floración, de momento aún deben esperar a que comience la floración. Por lo general son abonos con grandes cantidades de fósforo y potasio, los dos nutrientes que las plantas más demandan para la el engorde de los cogollos y la producción de resina, pero sin flores que engordar, lo único que puedes conseguir es una sobrefertilización. Uses el producto que uses, hazlo preferiblemente bajo las indicaciones del fabricante.
Las plagas están muy activas con el buen tiempo, y en las plantas de marihuana en floración siempre son más complicadas de controlar por el hecho de que tienen más lugares donde esconderse y si hay flores no conviene mojarlas. Usar preventivos de manera regular es la mejor opción para evitar ataques o prevenirlos en el caso de la temida oruga devora-cogollos, una de las peores plagas en floración y que la mejor manera de combatirlas es la prevención con Bacillus Turingiensis, un insecticida 100% ecológico y efectivo contra huevos y larvas de oruga.
Otro de los factores importantes para que las plantas de marihuana en floración no tengan problemas durante las primeras semanas, es la contaminación lumínica, que como ya explicamos en otro post reciente, es la interrupción de las horas de oscuridad, sea total o parcial. El mayor causante son las farolas del alumbrado público y que si es muy intensa, puede hacer que las plantas no florezcan o lo hagan con estrés, con lo que se conseguirá plantas que sean más susceptibles a la producción de algún platanito, que es una pequeña vaina que puede contener polen fértil, una reacción natural de la marihuana y que puede hacer que se llenen los cogollos de semillas. Para saber si nuestras plantas sufren contaminación lumínica y por lo tanto debemos tomar medidas, es situarse de noche al lado de una planta e intentar leer un periódico o revista. Si vemos menos que un topo, es que no tendremos problemas.
Con todo ésto, te asegurarás un buen comienzo de floración y multitud de pequeños cogollos. En otro post os enseñaremos como engordar estas flores para conseguir las mejores y más sabrosas cosechas.