Lubricante de cannabis, hazlo paso a paso con esta receta

Son varias las evidencias que afirman que la marihuana potencia el apetito sexualconsumir cannabis antes de tener relaciones puede llevar a un sentimiento de prolongación del orgasmo y donde las sensaciones orgásmicas se extienden por todo el cuerpo en lugar de concentrarse en las regiones genitales, como cierto tipo de energía que fluye a través del cuerpo. Hace unos años, el colectivo estadounidense Afrodita Group sacó al mercado Foria, un lubricante de cannabis orgánico para mujeres y que anunciaron proporcionaría orgasmos de hasta 15 minutos. Pese a que de momento sólo está disponible en California y Colorado, ha tenido una gran aceptación y los comentarios sobre su eficacia real no han tardado mucho en aparecer.

«Es una sensación de hormigueo que propaga el placer mucho más allá del lugar que está siendo estimulado de forma directa», «Foria me golpeó y me golpeó fuerte, de la forma más deliciosa. Estaba super relajada y super lista, ¡por el hecho de sentirme tan bien! Fue como un leve subidón, como un abrazo muy cálido y muy sexual» o «Foria produce un sentido de encarnación, una sensación de entrar en una relación más completa de sensaciones sexuales y sensaciones por todo el cuerpo que puede conducir a una mayor intensificación y una experiencia más integral», son sólo algunas de las experiencias que se han podido escuchar entre las usuarias de este lubricante de cannabis.

Y es que a lo largo de la historia, han sido muchas las civilizaciones que han usado la marihuana como afrodisíaco. En la India, hace unos 3000 años, el cannabis se usaba en medicina tradicional para solucionar problemas de impotencia, aumentar el deseo y en el tratamiento de enfermedades de origen sexual. Varias culturas precolombinas, del Norte de África, Oriente Medio, en la Grecia Antigua o el Imperio Romano la marihuana en ritos sexuales u orgías. Más recientemente, las mujeres del movimiento hippie californiano solían introducirse en la vagina extractos o aceites puros de THC que les proporcionaba unos orgasmos de vértigo.

En el mercado nos podemos encontrar con lubricantes de cáñamo, totalmente legales al contener cantidades de THC por debajo de lo permitido. Estos geles contienen extracto de CBD, un cannabinoide con un gran poder anti-inflamatorio. Pero el lubricante de cannabis, al contener cantidades de THC muy superiores a las legales, de momento como mencionamos su venta de momento no cruza las fronteras de EEUU y cuando lo haga, tan sólo será legal donde la marihuana es legal. En este post te daremos una receta sencilla para que en tu casa puedas hacer un lubricante de marihuana fiable. No garantizamos orgasmos de 15 minutos, éso si.

Ingredientes para el lubricante de marihuana :

  • 200 gramos de aceite de coco.
  • 50 gramos de marihuana.
  • 1,5 litros de agua destilada.

Además, necesitarás:

  • Una olla.
  • Un molinillo.
  • Un tamiz fino o filtro de café.
  • Un colador.
  • Un bol.
  • Botes de cristal.
  • Guantes de látex.

Es importante que la marihuana proceda de cultivos ecológico, que no tenga ningún resto de pesticida o producto químico, pensemos antes de nada para qué y dónde la vamos a usar. Preferiblemente usaremos cogollos, aunque también puedes usar restos de la manicura teniendo en cuenta que no contienen tantos tricomas y su efecto por lo tanto puede no ser el esperado. En cuanto a variedades, como sabemos las sativas suelen tener grandes cantidades de THC y poco CBD mientras las índicas tienen grandes cantidades de THC y grandes cantidades de CBD.

Por otra parte, os sugerimos aceite de coco por ser el aceite natural más empleado como lubricante natural. Es fácil de aplicar, huele y sabe bien, es fácil de conseguir y bastante económico. Además genera una capa más gruesa que otros lubricantes. Puedes usar cualquier otro tipo de aceite como de Aloe Vera, de Vitamina E, manteca de cacao, té verde, de oliva, de almendras o de manteca de Karité, las opciones son infinitas. Además de que al ser un aceite comestible, lo podrás usar en la cocina (ensaladas, postres…) y disfrutar también de sus propiedades medicinales, como ayudar a quemar la grasa corporal, ayudar a prevenir infecciones, reducir el hambre e incluso puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón.

Empezamos poniendo el aceite de coco a derretir en una olla y a fuego suave, ya que su estado a temperatura ambiente es sólido y se licua con el simple contacto con la piel. Trabajar con aceite caliente siempre presenta un peligro, por lo que el uso de unos guantes de latex es una excelente idea. Por otro lado molemos la marihuana hasta que tenga una textura como la del café molido. Si no tienes un molinillo puedes usar un grinder, lo que facilitará la extracción de todos los cannabinoides. Cuando el aceite se haya derretido, añadimos la marihuana molida y dejamos que se cocine un buen rato, removiendo de cuando en cuando.

Pronto el aceite adquirirá un color verdoso fruto de la clorofila contenida en la materia vegetal y para lo que usaremos el agua destilada, que actúa como filtro para el exceso de esta clorofila. Esto sobre todo vendrá bien si a nuestro aceite lubricante de marihuana también tenemos pensado usarlo en la cocina, ya que tendrá un mejor sabor. También evita que los cannabinoides se destruyan antes de mezclarse con el aceite.

Tapa la olla, sube el fuego al máximo y deja hervir aproximadamente 1 hora. Este tiempo garantizará que la unión química entre en aceite y los cannabinoides es la mejor. Baja el fuego y deja que la mezcla se siga cocinando durante un mínimo de 4 horas, mezclando cada hora. Apaga definitivamente el fuego y retira la olla para que vaya enfriando.

Con la mezcla aún caliente pero con una temperatura segura, pasamos a filtrar el lubricante de cannabis en un bol, para lo que usaremos primero un colador para retener la masa vegetal de mayor tamaño, y un tamiz o en su lugar un filtro de café de nylon que retendrá todas las impurezas restantes. Escurre bien hasta que no quede ni una gota en el colador ni en el tamiz.

Esta mezcla aún contendrá una buena cantidad de agua, que eliminaremos fácilmente si metemos el bol tapado en la nevera durante unas 12 horas. La mezcla se separará en dos capas, una superior sólida que es el lubricante de cannabis listo para usar y la inferior que será el agua de un color verdoso debido a la clorofila. Es posible que en su superficie, haya una fina capa con alguna impureza, una vez retires con una cuchara el lubricante, con cuidado de que no se mezcle con el agua, puede volver a calentarlo y volver a colarlo las veces necesarias y que dependerá del filtro que uses.

Y ya para terminar, mete el lubricante de cannabis en botecitos de cristal. Es un aceite perecedero que no durará mucho tiempo pero que puedes congelar en bolsitas de cubitos de hielo prefabricadas, que garantiza disponer de pequeñas porciones que durarán varios días una vez las hayamos descongelado. Se trata de un aceite 100% seguro tanto como para consumir como para aplicar en cualquier zona de la piel.

Cada botella de Foria contiene aceite de coco y 360mg de THC y otros cannabinoides. Su modo de empleo indica que las mujeres deben aplicarse 4-8 pulverizaciones directamente sobre el clítoris, los labios interiores, labios exteriores y la vagina, esperando unos 30 minutos para que los cannabinoides hagan efecto y experimentando lentamente para aprender qué dosis es la más apropiada para cada persona. Con nuestro aceite casero te recomendamos hacer lo mismo. Los límites los pones tú.

Foto/sWendy McCormick