En nuestro anterior post nos propusimos ayudaros a hacer la lista de la compra con todo lo necesario para cultivar marihuana en interior. Una vez tratados los dos pilares básico que son la iluminación y la ventilación, seguimos con todo lo demás. Como ya hemos comentado anteriormente, todo lo que compremos ha de ser una buena inversión, que no necesariamente tiene que ser alta. Hay buenos componentes a precios muy ajustados para cultivadores que no quieran hacer grandes desembolsos.
Un armario de cultivo realmente no es necesario, aunque sí conveniente. Nos permite tener las plantas más protegidas, contar con un máximo aprovechamiento de la luz gracias a sus paredes reflectantes, es cómodo, más limpio… y hoy en día el mercado ofrece armario de casi cualquier tamaño y altura. De base cuadrada, rectangular, muy grandes, muy pequeños, con dos espacios diferentes de cultivo…
A la hora de decidirse por un tamaño de armario, todo irá en función de las necesidades de cada uno. La medida más común es de 100x100cm, es decir 1 m2. Cuando la producción en este espacio va dirigida al autoconsumo de un consumidor habitual, no debería tener problemas para autoabastecerse con 2-3 cosechas anuales.
En función del tamaño del armario de cultivo, debemos seleccionar la iluminación necesaria. Durante muchos años, el estándar ha sido un equipo HPS de 250W para un armario de 80x80cm, de 400W para 100x100cm, 600W para 120x120W y 1000W para 150x150cm. Hoy en día ésto todavía es válido, aunque habría que sumar los diferentes tipos de iluminación actuales. Un cuanto a las lámparas LEC, es estándar sería 315W para un espacio de 80x80cm hasta 120x120cm, y 630W para un espacio de 120×120 hasta 150x150cm. Con paneles LED se deberían mirar las especificaciones del fabricante.
Los temporizadores y controladores nos permitirán el control de fotoperíodo y la ventilación. Los fotoperíodo más comunes son 18/6 (luz/oscuridad) para la fase de crecimiento y 12/12 (luz/oscuridad) para la fase de floración. Pero se pueden usar otras combinaciones como 20/4 o 16/8 (luz/oscuridad) en crecimiento, 10/14 o 8/16 (luz/oscuridad) en floración. Existen otras combinaciones e incluso fotoperíodos alternos. Por fiabilidad, os recomendamos el típico 18/6 y 12/12.
La ventilación, como hemos visto en nuestro anterior post, la precisaremos para introducir el CO2 que las plantas demandan, además de para evacuar el calor que generan las lámparas. No es necesario que el extractor funcione las 24 horas continuadas. Dependiendo de las condiciones sobretodo de temperatura, podremos programarlo para que funcione en intervalos como por ejemplo 15 minutos encendido y otros 15 apagado. En el fotoperíodo oscuro, estos intervalos pueden ser mayores, como por ejemplo 45 minutos apagado y 15 encendido.
El olor de los cogollos de algunas variedades en floración es muy grande. Tanto, que toda la casa olerá a marihuana. Ésto en comunidades de vecinos puede suponer un problema. Para ello, necesitaremos un sistema que neutralice las partículas del mal olor procedentes del interior del armario. Lo más común, es usar un filtro de carbón. Éste ha de ser de mayor m3/h que el extractor, es decir que si tenemos un extractor de 500 m3/h, el filtro debería de ser de unos 600-700 m3/h.
La otra opción eficaz, es un ozonizador. A la larga son equipos económicos que apenas requieren mantenimiento ni sustitución de piezas. Y si fuese necesario, éstas no resultan muy costosas. Existen otros sistemas antiolor como geles o sprays neutralizadores de las partículas del mal olor, pero éstos están más concebidos para su uso en habitaciones de secado, de fumadores…
Con respecto a las macetas, tenemos muchas opciones. Las más empleadas en interior, son cuadradas negras. El principal motivo es que se pueden juntar unas a otras sin dejar ningún espacio entre ellas. Lo más complicado si cabe, es seleccionar su tamaño, ya que irá en función del número de plantas que deseemos tener. Existe una regla aproximada, que son uno 100 litros de sustrato por m2 de espacio de cultivo. Así, nos saldrían 9 macetas de 11 litros, 16 macetas de 7 litros, 25 macetas de 3 litros…
Por comodidad, 9 plantas por m2 está bien, por lo que macetas de 11 litros son una buena opción. Macetas de 3 y 5 litros son más apropiadas para cultivos en SOG con esquejes, y 16 macetas de 7 litros, depende de la variedad que se cultiva puede ser un problema por el crecimiento desmedido.
En un cultivo, las semillas o en su caso esquejes, lo son todo. En principio, cualquier semilla se puede cultivar en interior o exterior, pero por características, algunas no son apropiadas para exterior o para interior. Las sativas por ejemplo, son plantas de crecimientos exagerados, pudiendo multiplicar x4 o x5 su tamaño una vez entran en floración. Ésto puede suponer un problema, ya que en un interior el espacio siempre tiene límites.
Las índicas en cambio, son plantas de crecimiento más contenido y apropiadas para interior. Los híbridos, cuanto mayor grado de sativa contenga, más complicado será su cultivo. Por ejemplo un híbrido 25% sativa/25% índica, generalmente siempre será más sencillo de cultivar que un híbrido 75% sativa/25% índica. Tampoco llega a ser buena idea combinar en un mismo cultivo variedades que en principio sean muy diferentes, como índicas con híbridos con dominancia sativa.
En interior, el uso de abonos es obligatorio. En exterior podemos cultivar las plantas en enormes contenedores con suficientes nutrientes para todo el cultivo. En interior ésto es casi imposible, pues en pocas semanas las plantas consumen los nutrientes del sustrato. Y tampoco es para usar macetas de 50 litros para asegurarnos de que ésto no suceda.
Si se usa un buen sustrato, nos podremos ahorrar el usar abono de crecimiento y algunas semanas de floración. Para ello debemos hacer un trasplante cargando el sustrato de elementos para la floración como guano de murciélago o otros abonos sólidos de liberación lenta. Pero llegará un momento en que la planta demande más nutrientes que si no administramos, los rendimientos se verán seriamente afectados.
Dicho ésto, podríamos decir que lo básico sería un abono de crecimiento y un abono de floración. Todo lo que usemos a mayores, será para aumentar el desarrollo de las raíces, mejorar la fase de crecimiento o potenciar la floración. En definitiva, todo ayudará a conseguir mejores rendimientos. Nuestro consejo es que apuestes por la gama básica o completa de cualquier fabricante y te guíes de las tablas de cultivo que suelen proporcionar.
TERMOHIDRÓMETRO: Se trata de un aparato que indica la humedad y temperatura en el armario de cultivo. Ésto permite tomar una serie de medidas como acercar o alejar la iluminación o controlar los intervalos de funcionamiento de la extracción.
POLEAS: Se emplean para colgar la lámpara de las barras superiores del armario. Se regulan en altura muy fácilmente, lo que permite subir o bajar la iluminación de una manera cómoda y rápida.
BANDEJA DE CULTIVO: Los armarios de cultivo incluyen una base/bandeja para que el drenaje del riego no termine en el suelo. Pese a ello y por su material, no son 100% impermeable. Las bandejas de cultivo son baratas, cómodas, y limpias.
PIPETAS O JARRA MEDIDORA: Son accesorios muy económicos que usaremos cada vez que abonemos. Emplear dosis justas de nutrientes hará que los problemas a lo largo del cultivo sean menores.
TUBO ALUCONNECT: Es un tubo de aluminio flexible que se usa para la ventilación. Deberás adquirirlo del mismo diámetro que la salida del extractor, o en todo caso optar por usar un acople de reducción.