En este post te enseñaremos a identificar plagas en cultivos de marihuana por el daño visible que causan. Por que en la mayoría de ocasiones se ven primero los daños antes que a la plaga.
Si te encuentras alguna hoja mordida, las opciones son principalmente tres: orugas, saltamontes o caracoles. Pero en algunos países, principalmente de Latinoamérica, existen especies de hormigas que devoran plantas en apenas unas horas.
Las orugas son de hábitos nocturnos y durante el día se suelen refugiar en los nervios del envés de las hojas. Además su color verde les facilita el camuflaje. También llegan a enterrarse en el sustrato y salen al atardecer.
Debemos principalmente buscar en la hoja dañada y las cercanas. Incluso encharcar el sustrato al atardecer, obligándolas a salir a respirar. Se pueden capturar después sobre el sustrato.
Los saltamontes en cambio son de hábitos diurnos. Tampoco es una plaga que permanezca en la planta mucho tiempo. Suelen comer lo necesario, e irse.
Los hay de tantas formas, tamaños y colores, y son tan rápidos, que realmente es complicado tratarlos. Tampoco suelen presentar un gran problema.
Los caracoles y limacos, también son de hábitos nocturnos. Aunque en días con niebla o lluviosos también pueden verse durante las horas diurnas.
Se suelen esconder en lugares sombríos, bajo piedras, maderas, malezas… Es muy característico el rastro brillante que dejan, producto de la baba una vez se seca.
Aquí también nos podemos encontrar con tres opciones: araña roja, mosca blanca y trips. Y llegan a diferenciarse bastante bien por la forma de los puntos.
Estos son producidos por la boca succionadora al alimentarse de la savia de la planta. Además son portadores de virus y enfermedades si anteriormente se alojaban en una planta infectada.
La araña roja deja unas marcas muy pequeñas a modo de puntos bastante dispersos. Además no suelen abandonar en su totalidad una hoja hasta que agotan sus recursos, aunque es una de las plagas que más rápido invaden una planta entera.
La mosca blanca deja unas marcas completamente circulares con un punto más oscuro en el centro. Al ser voladores se desplazan muy fácilmente por toda la planta.
Y por su tamaño llega a ser muy complicado localizarlos. Si movemos un poco las ramas de las plantas, podremos verlos salir volando.
Los trips dejan unas marcas algo más grandes que las de la araña roja. Suelen ser típicas la superposición de estas marcas formando cortos surcos.
Son muy rápidos y al menor movimiento se esconden en los nervios de las hojas, por lo que es complicado localizarlos a simple vista.
En el caso de que las hojas presentes surcos, como si con un rotulador de punta gorda y color blanco hicieses un garabato, la única opción posible es la de minadores de la hoja.
Es una plaga muy común en exterior, aunque afortunadamente bastante inofensiva.
Se trata de larvas principalmente de polillas y de moscas, que a lo largo de la primavera y el verano depositan sus huevos en el interior del tejido de las hojas.
Ahí se desarrollan, avanzando y comiendo los tejidos hasta que se convierte en pupa. Una vez nace el insecto adulto, abandona la hoja.
Si todavía permanecen en la hoja, es muy fácil verla a contraluz en uno de los extremos del surco. Simplemente podemos apretar con los dedos para matarla.
Cuando vemos las puntas de las plantas con las hojas dobladas, puede tratarse o de pulgón o de microácaros. Son muy diferenciables unos de otros.
Los pulgones se ven a simple vista. Los microácaros son de un tamaño microscópico. Además los síntomas que presentan las hojas son diferentes.
El pulgón forma colonias que se aglutinan principalmente en los tallos y hojas jóvenes, haciendo que los bordes de éstas se enrosquen y doblen hacia abajo.
Son de color verde, aunque pueden encontrarse también de color negro dependiendo la época del año. La presencia de numerosas hormigas puede ser un síntoma.
Los microácaros también los encontraremos en las puntas de crecimiento. En este caso, hacen que las puntas de las hojas se enrollen hacia arriba.
También son típicas las rugosidades que dejan en las hojas, como si éstas creciesen con malformaciones.
Sin duda se trata de cochinilla. Son insectos que pueden alcanzar más de medio centímetro de tamaño y están cubiertos por una coraza dura.
Se adhieren al tallo de la planta y van succionando la savia. La presencia de hormigas también puede ser signo de la presencia de cochinilla parda.
Menos habitual es la cochinilla algodonosa. Ésta en lugar de una coraza, posee una pelusilla de color blanco en zonas bajas del tallo y en las zonas más altas.
