A la hora de comenzar un cultivo, una de las grandes dudas es qué semillas nos conviene más. En la actualidad existen cientos y cientos de variedades. Muchas de ellas con características similares entre sí. Otras totalmente diferentes. En cualquier caso, la elección de la semilla marcará en gran medida el éxito o el fracaso del cultivo. Aunque la variedad a cultivar depende siempre de los gustos personales de cada persona, en esta guía te daremos algunas pistas sobre qué tipo de semilla se puede adaptar a lo que buscas.
Las variedades sativas, salvo contadas excepciones, son variedades de floración larga, en ocasiones de 3 o 4 meses. Son variedades que proceden de las zonas ecuatoriales y tropicales del planeta. Son originarias de Colombia, México, Jamaica, Congo, Sudáfrica, Nepal, Tailandia, Laos…
Estas plantas son de gran crecimiento, internudos espaciados, ramas flexibles y hojas de peciolos afilados. Los cogollos suelen ser aireados, adaptados para soportar lluvias ocasionales de los climas de origen. Los efectos son muy cerebrales debido a su gran contenido en THC y muy bajo en CBD.
Las variedades índica tienes períodos de floración generalmente cortos, en ocasiones menos de 2 meses. Proceden de zonas subtropicales del planeta, en su mayoría de Afganistán, Pakistán y el norte de la India.
Estas plantas son de crecimiento compacto y estatura media, con una estructura muy arbustiva. Poseen internudos cortos, gruesas ramas y hojas de anchos peciolos. De cogollos compactos, poseen una gran cantidad de resina. Los efectos son físicos y relajantes, debido al mayor contenido en CBD.
Un híbrido es un cruce de dos o más variedades. Pueden ser híbridos sativa (cruce de dos sativas), híbridos índica (cruce de dos índicas), híbrido índica/sativa (cruce de índica y sativa), híbrido sativa dominante (mayores rasgos sativos que índicos), o híbrido índica (mayores rasgos índicos que sativos).
Son variedades que dependiendo el tipo de híbrido, heredará los rasgos de las genéticas que contenga. Ésto ha hecho que por ejemplo un híbrido sativo dominante tenga unos efectos psicoativos de su genética sativa, pero a su vez pueda tener un período de floración corto de su herencia índica, mayor producción…
Son plantas que combinan cualquier variedad de marihuana con una Ruderalis. Las ruderalis es una subespecie originaria de Siberia y el norte de Kazajstán. Las autoflorecientes se caracterizan por ser plantas que no dependen de fotoperíodos para completar sus ciclos. Crecen aproximadamente unas 3-5 semanas, e independientemente de la cantidad de luz que reciben, comienzan a florecer. Se pueden cosechar algunas en menos de 2 meses desde la germinación.
Por su crecimiento limitado, ya que en ocasiones comienzan a florecer en 20 días, son de estatura baja. Su producción lógicamente no es muy elevada. No se puede comparar el rendimiento de una planta autofloreciente de 70 cm con una fotopedendiente de 3 metros.
Las semillas regulares son semillas en las que se pueden encontrar tanto plantas macho como plantas hembra. Ésto se debe tener en cuenta, ya que siempre hay que germinar más semillas de las que se necesitan porque siempre pueden salir varios machos. De 10 semillas regulares, se pueden esperar unas 5 o 6 hembras y unos 4 o 5 machos.
Las semillas feminizadas aseguran siempre plantas hembra. Sean feminizadas autoflorecientes o feminizadas fotodependientes, no es necesario germinar más de las que se necesitan. Si sólo disponemos de sitio para 1 o 2 plantas, lo mejor es no jugársela y optar por este tipo de variedades.
Con el anterior resumen del tipo de variedades que nos podemos encontrar, nos podemos hacer una idea de lo que más nos conviene cultivar.
Cuando se trata del cultivo en exterior, siempre se debe tener en cuenta el clima. En zonas de veranos cortos, donde las primeras lluvias se presentan a finales de septiembre o principios de octubre, optar por variedades sativas siempre es un riesgo. Como decíamos, hay muy pocas excepciones de sativas de floración rápida y que en todo caso, son las que deberíamos tener en cuenta. Siempre en estas zonas tendrán menos riesgos o índicas o híbridos de floración rápida.
Si vivimos en zonas de veranos largos y otoños secos, entonces nos podemos permitir el lujo de cultivar cualquier tipo de variedad, desde índicas hasta las sativas de floraciones más largas.
No todos los cultivadores de exterior disponen de un lugar amplio donde las plantas puedan crecer a su antojo. Muchos tienen que conformarse con una pequeña terraza, balcón o jardín. Y tener plantas discretas que no superen el metro o metro y medio de altura. En este caso la opción pasa por las variedades índicas. O esperar al mes de junio para germinar, consiguiendo así plantas de menor tamaño.
También las semillas autoflorecientes son una opción. Tanto por su tamaño como por su rapidez de floración, se pueden conseguir hasta 3 cosechas en una temporada. Para ello, debemos germinar tanda de semillas tras tanda desde ahora hasta mediados o finales del verano.
Si lo que buscas es una variedad para relajarte y tener momentos de paz y tranquilidad, no optes por sativas o híbridos sativa porque son justo lo contrario. En cambio si buscas una variedad para activarte y divertirte, no optes por índicas o híbridos índica, pues de desactivarán y te quitarán las ganas de moverte.
Si buscas una variedad de efectos moderados, las variedades CBD son una buena opción. Estas plantas por su gran contenido en cannabidiol tienen efectos que apenas llegan a afectar a la hora de realizar cualquier tipo de actividad diaria. Además son muy interesantes desde el punto de vista terapéutico.