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Consejos para germinar semillas de marihuana paso a paso

Germinar semillas de marihuana es algo muy sencillo y que a muchos cultivadores, sean principiantes o no, les puede dar más de un quebradero de cabeza. Ahora que ya se va marchando el agobiante calor del verano y las temperaturas van permitiendo a los cultivadores de interior poner en funcionamiento de nuevo el armario o espacio de cultivo, repasaremos algunos de los métodos para germinar semillas de marihuana de la manera más eficaz. Y para el que cultiva por primera vez, le será muy útil para empezar con buen pie.

Una semilla es un cuerpo que forma parte del fruto y que da origen a una nueva planta, uno de los principales métodos de propagación que tienen las plantas. La semilla se produce por la maduración de un óvulo. Contiene en su interior un embrión en estado latente del que puede desarrollarse una nueva planta bajo condiciones apropiadas, en nuestro caso cuando forzamos estas condiciones. También contiene almidones y proteínas que suministrarán alimento a este embrión, que irá almacenando estos nutrientes en los cotiledones.

En la naturaleza, las semillas germinan de manera natural al inicio de primavera, cuando las temperaturas exteriores, las horas del día aumentan y las lluvias del invierno y los días grises van quedando atrás, asegurándose de que no tendrán problemas en desarrollarse rápidamente. Nosotros en cambio podemos hacer germinar semillas de marihuana en cualquier época del año simplemente aplicándoles humedad, simulando después el fotoperíodo exterior con lámparas apropiadas. Es la base del cultivo indoor, hacer creer a las plantas controlando las horas de luz que reciben que deben crecer o florecer como lo harían naturalmente en exterior.

Antes de empezar a hablar de cómo germinar semillas de marihuana, es importante destacar que no sabemos lo que esconde una semilla si no conocemos su procedencia. Ni si es sativa, ni si es índica, si tendrá buen sabor o si será potente, incluso no podremos diferenciar entre una semilla de marihuana y una semilla de cáñamo industrial como las que suelen venir en la comida de pájaros. Nuestra principal recomendación es que nunca germines una semilla de la que no conozcas nada. Pueden salir buenas plantas y excelentes cosechas, pero también pueden salir plantas hermafroditas, cañamones, de floraciones interminables o con alguna malformación genética. Piensa que el precio de una semilla por muy cara que sea, será insignificante cuando dispongas en tu despensa de una buena cantidad de cogollos que te durarán meses. Gastarse el dinero en sustratos, abonos y luz, para después no tener una cosecha digna de la inversión, al final saldrá más caro que la mejor semilla del mercado. Ni tampoco lo barato sale caro cuando hablamos de semillas.

Ya mencionamos que las semillas para germinar necesitan humedad, y éste será uno de los puntos clave. Preferentemente usaremos agua destilada. El agua de grifo nos puede valer si está reposada y no es demasiado dura. El agua embotellada en ocasiones contiene demasiado sodio que no vendrá muy bien en esta fase.

PASOS PREVIOS PARA GERMINAR SEMILLAS DE MARIHUANA

Echa agua en un vaso de agua y añade una gota de peróxido de hidrógeno. No te asustes, también se llama agua oxigenada, muy usada en agricultura ecológica ya no genera subproductos peligrosos y es inocuo para las semillas. Gracias a la cantidad de oxígeno que aporta, activa los embriones de las semillas para un germinado más rápido. Además es un potentes biocida que permite su desinfección y la muerte de virus, esporas u hongos que pudiesen contener. Este sistema es sobretodo muy útil cuando no contamos con semillas frescas, nos las han regalado o son demasiado viejas.

El vaso lo tapamos para que no le entre cualquier elemento extraño y lo dejamos en un sitio oscuro y templado, en cualquier lugar seguro de nuestro salón o cocina, por ejemplo. Unas 12/24 horas es suficiente para asegurarnos un germinado mucho más eficaz

MÉTODO 1 PARA GERMINAR SEMILLAS DE MARIHUANA

Uno de los métodos más comunes es germinar «entre algodones», aunque dicho sea el algodón típico no es un buen material, las raíces podrían enredarse con sus hebras y hacer un destrozo cuando vayamos a hacer el trasplanta. El papel de cocina absorbente es en cambio el material más económico que podremos encontrar y uno de los mejores. En un tupper ponemos varias capas de papel de cocina y lo humedecemos con agua destilada. Tapamos después si queremos las semillas con otra capa de papel y cerramos el tupper dejándolo en un lugar oscuro y templado.

Comprueba cada 24 horas y vete trasplantando las semillas que van abriendo. Al estar en un recipiente cerrado, no habrá pérdidas de humedad que si podrían producirse usando cualquier otro recipiente abierto. Uno de los errores más graves que se cometen es despistarse y dejar que el papel se seque por completo, con la consiguiente muerte de las semillas. También puedes usar un plato con un film trasparente por encima o alguno de los magníficos germinadores de semillas que ponemos a tu disposición en Cannabislandia.

MÉTODO 2 PARA GERMINAR SEMILLAS DE MARIHUANA

El método más natural de todos, es germinar directamente en el sustrato. Normalmente es el sistema más lento, ya que pueden pasar días hasta ver asomar las pequeñas plántulas, pero en cambio la ratícula contará desde el primer momento con un suministro de nutrientes y un gran espacio para desarrollarse. En autoflorecientes, variedades que independientemente del fotoperíodo comenzarán a florecer cuando alcancen cierto número de días, éste es el mejor método para germinar ya que al evitar tener que hacer trasplantes posteriores, las plantas crecerán más rápido y alcanzarán un mayor tamaño antes de comenzar la floración.

Las semillas se deben enterrar a 0,5 -1 cm de la superficie, sin apretar demasiado el sustrato y facilitar que la ratícula se expanda más rápidamente. Las semillas en un gesto natural, germinan en «cuello de cisne». Al abrir la cáscara, la pequeña plántula comenzará a buscar la luz de la superficie del sustrato, forzando que la cáscara se desprenda abriéndose paso a través del sustrato. Si la semilla no es capaz de desprenderse de la cáscara, podremos ayudarla con mucha precaución, humedeciéndola antes con un spray con agua y después con un par de agujas o palillos separar las dos partes de la cáscara con cuidado.

En cuanto al sustrato, debe ser muy ligero de nutrientes y de estructura. También se pueden usar jiffys de turba o tacos de lana de roca, tratando las semillas del mismo modo y esperando a que la plántula asome antes de pasar a una maceta con sustrato.

¿Y DESPUÉS DE GERMINAR SEMILLAS DE MARIHUANA?

Durante el proceso de germinado debemos evitar que la raíz de la semilla reciba luz. Una vez esté en tierra y nada más abrir los cotiledones, hay que ponerla ya bajo una fuente de iluminación. En interior es muy común que las pequeñas plantas se estiren, mostrando un tallo muy largo y débil. Querrá decir que la iluminación es insuficiente y crezcan buscando más intensidad. Así que luz desde el primer momento, controlando siempre la distancia de la lámpara a la punta de las plántulas y por supuesto que jamás el sustrato se quede sin agua, también bastante común si se parte de pequeñas macetas para hacer trasplantes sucesivos cuando avance el cultivo.

A no ser que partas de un sustrato inerte como la fibra de coco o la lana de roca, las semillas en tierra no se abonan, sólo se riegan con agua. Los nutrientes que contiene la propia semillas y el sustrato, serán suficientes para que crezcan sin ningún tipo de problema durante las primeras semanas. Únicamente se riega cuando lo precisen con un pH en torno a 6.0. Y con todo ésto, seguro que tienes el mejor inicio de cultivo. Tampoco pasa nada si alguna semilla no germina, como todo en esta vida también se precisa un punto de suerte.