Continuando con nuestro recetario cannábico, hoy vamos a dedicar este post a las galletas de marihuana, una forma diferente de disfrutar de los efectos y beneficios de esta planta. Por si te lo has perdido, te recomendamos que disfrutes también con anteriores recetas como pizza de marihuana, bizcocho de marihuana o helado de marihuana. El ingrediente estrella es la mantequilla de marihuana, entra en el enlace para ver como se hace si aún no sabes.
En cuanto al sabor, algunas ideas que os damos son ralladura de naranja o limón, esencia de vainilla, canela, frutos secos como nueces, avellanas o almendras, frutas rojas deshidratadas como fresas o arándanos, habas de chocolate, café soluble… las opciones son infinitas.
Empezamos derritiendo la mantequilla de marihuana en un cazo a fuego bajo o en el microondas controlando de que no hierba en ninguno de los casos, basta con que adquiera una consistencia semi-líquida. Por otro lado, tamizamos la harina en un cuenco con un colador, añadimos el azúcar, la levadura, la pizca de sal, el huevo previamente batido y la opción que uses para darles sabor que se mezcle bien con la masa, es decir la esencia de vainilla, canela en polvo, café soluble…
Amasamos bien hasta conseguir una masa homogénea, sin grumos y que no se pegue en las manos. Esta masa conviene dejarla reposar para que la levadura haga su trabajo. Una hora sería suficiente, aunque si la dejas dos o tres es mucho mejor. Ponla en un lugar fresco y húmedo como la nevera, y en un tiempo comprobarás como su tamaño ha aumentado notablemente.
Antes de nada, enciende el horno y deja que precaliente a 150º. Espolvorea en una encimera con harina, da un último amasado y con un rodillo, comienza a estirar la masa hasta conseguir un grosor de medio centímetro más o menos. Usa un corta-pastas del diámetro que quieras para empezar a hacer las galletas. Si no tienes uno, usa un vaso boca abajo sobre la masa estirada. Con las galletas ya redonditas, es hora de introducir con cuidado las habas de chocolate, los frutos secos o la fruta deshidratada, con cuidado de no deformarlas.
En una fuente que untaremos con mantequilla, ponemos las galletas de marihuana y las metemos en el horno durante unos 15 minutos o hasta que adquieran un color dorado. Las sacamos del horno y las ponemos en una fuente. Tan sólo tenemos que esperar a que enfríen para poder disfrutarlas. En un tupper o recipiente con un buen cierre hermético, puedes aguantar frescas varios días. En total habremos invertido no más de 45 minutos y la diversión está garantizada.
La marihuana ingerida tarda mucho más en hacer efecto que fumada, normalmente es a partir de la hora cuando se comienza a percibir algún síntoma. La primera vez que hagas galletas de marihuana o cualquier otra receta con marihuana, sé precavido en las dosis, es algo común comer y comer pensando que no hacen efecto, y al cabo de un rato el subidón viene de golpe, como si te fumases 3 o 4 porros uno tras otro con el seguida pálida. Empieza con pequeñas tomas, tanto si estás solo como si invitas a alguien, y espera al menos un par de horas. Con un poco de experiencia controlar las dosis es muy sencillo.
Las galletas de marihuana no son sólo una forma divertida de consumir marihuana y disfrutar de sus efectos, si no que son una excepcional opción para aquellas personas que buscan los beneficios medicinales del cannabis y no quieran consumirlo fumado o vaporizado, algo desagradable para quien no tenga el hábito. Igualmente, depende de la variedad con la que se ha elaborado la mantequilla de marihuana influirá totalmente en sus efectos, siendo más divertidos los de las variedades sativas que los de índica, más relajantes. Tenlo en cuenta a la hora de buscar estos efectos y el uso que le quieras dar a las galletas de marihuana.
Foto/s: La Marihuana
