Descubre cómo se hacen esquejes en tacos de lana de roca
Un esqueje es una manera rápida y sencilla de obtener una nueva planta. Tan sólo se necesita una rama de una planta, y un sustrato donde enraizará. Para favorecer y acelerar el enraizado podemos usar hormonas específicas para ello, aunque llegan a ser totalmente prescindibles cuando se aportan por otro lado unas condiciones ambientales óptimas. A la hora de seleccionar el sustrato hay varias opciones, cada una de ellas con ciertas ventajas que hacen que unos cultivadores se decantes por unos u otros. esquejes de marihuana existen varias opciones en cuanto al sustrato. Desde los típicos jiffys de turba prensada, a tierra o sustratos hidropónicos como la perlita, la arlita o el coco. Y en nuestro post de hoy os hablaremos de cómo usar los tacos de lana de roca para enraizar esquejes..
La lana de roca pertenece a la familia de las lanas minerales al igual que la fibra de vidrio. Este material natural, fue descubierto a principios del siglo pasado en Hawaii. Es la consecuencia de la acción de los numerosos volcanes de este archipiélago. Pero no sería hasta bastantes años más tarde cuando se ideó la manera de fabricarlo artificialmente.
Para ello, se funden rocas basálticas hasta devolverlas a su estado original de lava. Posteriormente se vierte la lava en enormes centrifugadoras que trabajando a altísimas revoluciones hacen que la lava y el efecto de la fuerza centrífuga se transformen en fibras. Para terminar, se le añade un ligante para unir estas fibras antes de comprimirlas ligeramente en la forma deseada.
Debido a sus características, tiene un gran uso como aislante térmico y acústico en la contrucción. También como protección pasiva contra incendios entre muchos otros usos. Su estructura de fibras multidireccionales hace que tanto pueda alojar una gran cantidad de aire como de retener una gran cantidad de agua. En el Catálogo Europeo de Residuos la lana de roca se clasifica como un «material de aislamiento que no contiene amianto ni sustancias peligrosas».
Como sustrato, estas características lo hacen ideal para el cultivo hidropónico de todo tipo de planta. La estructura poroso retiene gran cantidad de agua y aire. Y las raíces no tienen dificultad en colonizarlo rápidamente. Y además, resulta bastante económico y sus formatos se adaptarán a cualquier cultivo y cultivador. Desde pequeños tacos de siembre o para esquejes, a grandes bloques para el cultivo en bandejas.
¿CÓMO SE HACEN ESQUEJES EN TACOS DE LANA DE ROCA?
Los tacos de lana de roca vienen envueltos en un plástico blanco que impide que las fibras se desmoronen y proporciona resguardo a las raíces, así que nunca se debe retirar. Además nos servirá para identificar al esqueje, pues se puede escribir en él.
Lo primero, es lavar bien los tacos de lana de roca para eliminar todo el polvo y suciedad que pueda contener. Para ello llena un cubo con agua, y sumérgelos y retirálos varias veces. No conviene exprimirlos, pues los comprimiríamos en exceso.
Para terminar, llena de nuevo el cubo con agua limpia y el ph regulado para darles un último aclarado y de paso estabilizar su pH. Retíralos y deja que vayan escurriendo el agua por ellos mismos.
Por otro lado vamos preparando nuestros esquejes. Corta las ramas de la planta con unas tijeras bien afiladas, que tengan al menos 3-4 nudos bien definidos. Si la planta la riegas abundantemente un par de horas antes, te evitarás tener que meter los esquejes en un vaso con agua para hidratarlos completamente.
En el nudo más próximo al corte, haz un corte en diagonal sobre él. Cuanta más superficie de contacto tenga el corte en el sustrato, más rápido enraizarán. Raspa también el tallo por un lado, aproximadamente 1 cm desde el corte.
Y para terminar, con un palillo, haz un pequeño agujero en el centro de cada uno de los tacos de lana de roca. E introduce cada esqueje es ese agujero, siempre con cuidado para que no sufra daños. Ahora con el esqueje aún empapado, es hora de escurrirlo. Además al comprimir las fibras el esqueje quedará bien firme.