Es más que probable que a estas alturas tus plantas cuenten ya con un buen tamaño. Este mes de junio y buena parte del siguiente, se caracterizan por sus largos y soleados días. Las plantas y esquejes de marihuana no necesitan mucho más que sol, agua y abonos para crecer a gran ritmo. Y si durante las siguientes 4-5 semanas garantizamos ésto, podremos conseguir unas plantas de muy buen tamaño antes de que empiecen la fase de floración.
Puede ser normal que también a estas alturas te des cuenta de que no has aprovechado todo el espacio disponible. Que quizá alguna planta más tenga espacio. Lógicamente por las fechas en las que estamos, no podrán alcanzar un gran tamaño. Pero la cosecha de una pequeña planta de 60-70 cm siempre será mejor que nada. Y si son varias las pequeñas plantas, al final sumarán una gran cosecha.
Las opciones son dos. La primera, una semilla fotodependiente o autofloreciente, que tendrían un comportamiento similar a estas alturas. Mientras que la autofloreciente crecerá unas 3-4 semanas y después comenzará a florecer, la fotodependiente crecerá unas 4-5 semanas hasta que el fotoperíodo exterior la fuerce a florecer como sucede con cualquier planta, es decir a lo largo de la segunda quincena del próximo mes de julio.
La segunda opción y la que os proponemos, es cultivar algún esqueje. Es tan sencillo como aprovechar alguna de las ramas de las plantas que tengamos. No les afectará para nada, perderemos el tiempo de enraizado, pero tendremos una planta de casi un palmo de altura con tres semanas por delante para crecer. Al no alcanzar un gran tamaño, tampoco necesitará una gran maceta y en cualquier lugar soleado la pondremos poner.
Para hacer un esqueje, en principio cualquier rama nos servirá. Si tu planta tiene una buena estructura superior, opta por alguna rama inferior. Tampoco uses las primeras o segundas que apenas tienen vigor, es mejor sacrificar alguna buena rama media si queremos un buen esqueje que crezca rápido. La planta apenas lo notará, ya que otras ramas ocuparán ese espacio a medida que sigan creciendo.
Si tienes varias plantas y tan sólo pretendes cultivar uno o dos esquejes, lo mejor es hacer uno o dos esquejes de cada una. Después es fácil seleccionar los que más te gusten, los más vigorosos, fijarte si alguna de las plantas a las que pertenece durante en tiempo de enraizado resalta por alguna característica… O tal vez cambies de opinión y decidas cultivarlos todos. El cultivador de marihuana a veces padece el síndrome de Diógenes plantil y se le da por acumular plantas.
Cualquier herida que se cause en una planta, puede ser la puerta de entrada de todo tipo de patógenos. Por éso debemos contar con una herramienta de corte muy bien afilada y desinfectada, para minimizar este riego. Un corte limpio causará menos impacto y cicatrizará antes que un corte rasgado.
Aprovecha siempre un riego para cortar las ramas. Así éstas estarán super hidratadas y no será necesario que las metas en un vaso con agua, algo muy típico entre los cultivadores. Y espera al menos dos horas desde que riegas, para dar tiempo que la planta la absorba.
Antes de cortar las ramas, prepara ya el sustrato. Lo más cómodo son los jiffys de turba o tacos de lana de roca. Son medios inertes e ideales por su estructura para el enraizado. También se puede usar un sustrato ligero en una maceta. Cualquier método es válido siempre que el resultado sea el mismo.
Y ya comienza primero por esquejar una rama. Corta siempre en diagonal, dejando al menos unos 4-5 nudos. Con una cuchilla muy bien afilada, haz un corte en diagonal a la rama sobre un nudo. Cuanta mayor sea la superficie de contacto con el sustrato, más rápido enraizará. Y sobre el nudo porque es ésa zona la que genera antes las raíces.
Con la misma cuchilla, raspa una linea de aproximadamente 1 cm sobre la corteza en la base del tallo. Es interesante llegar a la parte blanca del tallo. Ésto también favorecerá la aparición de raíces más rápidamente. Y aunque no son imprescindibles, las hormonas enraizantes como Clonex acelerarán el proceso unos días.
Los esqueje los primeros días requieren de una gran humedad ambiental, una temperatura sobre los 22-24º, y baja intensidad lumínica. Puede que en exterior cuentes con algún lugar sombrío y húmedo como bajo algún arbusto. Sino, la mejor opción es buscar en nuestra casa simular estas condiciones.
Una garrafa de agua abierta a la mitad o un recipiente con tapa nos pueden servir de clonador improvisado. Los primeros días lo mantendremos cerrado, tan sólo ventilando un par de veces al día. A partir del cuarto o quinto día, ya puedes mantener abierto el recipiente un poco.
Normalmente, en unos 7-10 días dependiendo de la genética, a veces algo más, las primeras raíces comenzarán a aparecer. Tan sólo tenemos que pasar nuestro pequeño esqueje a una maceta y proporcionarle lo mismo que a sus compañeras: sol, agua y abonos.
