«Las enzimas son moléculas de naturaleza proteica que catalizan reacciones químicas». Ésta definición en principio puede no decirnos nada, pero la función de las enzimas en fundamental y en este post trataremos de resolver todas las incógnitas que pueda tener un cultivador. En muchos lugares se puede leer que las enzimas eliminar las sales del sustrato, y ésto es una afirmación totalmente errónea.
Las enzimas primeramente debemos saber que están formadas por proteínas y acompañadas por un grupo de moléculas si es necesario. A su vez las proteínas son biomoléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos, es decir una molécula orgánica con un grupo amino y un grupo carboxilo. Podemos imaginarlas como pequeños y sofisticados ayudantes bioquímicos y que ayudan a otras moléculas a realizar sus diferentes tareas.
Así, las enzimas se encargan de acelerar estas reacciones químicas reduciendo la energía de activación requerida. Por ejemplo la capacidad de tu nuestro cuerpo para digerir y descomponer la comida en una fuente de nutrientes fácilmente asimilables depende de las enzimas. Sin ellas el proceso sería tan lento que llegarías a morir por malnutrición aún ingiriendo comida en grandes cantidades.
Existen un gran número de enzimas, cada una de ellas tiene una función en un conocido como modelo llave-cerradura. Cada enzima (cerradura) únicamente interaccionará con su sustrato complementario (llave). Las enzimas empleadas en la elaboración de la cerveza o productos lácteos por ejemplo, son totalmente diferentes de las que nosotros empleamos en el cultivo y que principalmente son del grupo celulasa.
Una de las ventajas más importantes es la de hacer rápidamente disponibles los nutrientes del suelo. La materia orgánica es descompuesta por las enzimas, convirtiéndolo en un formato que las raíces pueden asimilar fácilmente. Mucha de esta materia orgánica muerta es producida por las propias raíces de las plantas durante su desarrollo.
También favorece el desarrollo de hongos y bacterias beneficiosas, ya que además de descomponer las raíces muertas también se liberan de nuevo azúcares naturales en el medio, que en su mayoría proceden de la descomposición de pectina hallada en las paredes celulares de estas raíces muertas. Los azúcares naturales resultantes son fuente de alimento que bacterias y hongos continúen proliferándose y ayudando a mantener un área radicular sana.
Y por la contra, sin una descomposición rápida de esta materia orgánica muerta, en toda la zona radicular aumenta el riesgo de ataque de todo tipo de enfermedades y hongos patógenos, que encuentran alimento para fortalecerse. Que terminen atacando la planta es sólo cuestión de tiempo. Simplemente eliminando o destruyendo esta materia muerta no les será tan fácil establecerse.
Cuando usamos enzimas ya vemos que las bacterias beneficiosas proliferan y las raíces de las plantas de marihuana se desarrollan más rápido, sanas y fuertes, aumentando el poder de asimilación de nutrientes. Tampoco ésto es algo exclusivo de las enzimas, aportar también determinadas vitaminas que constituyen las coenzimas favorece la producción de determinadas hormonas en la rizosfera y potencia notablemente el crecimiento de la masa radicular.
Eliminando la materia orgánica inservible, por último, quedará más espacio disponible para el desarrollo radicular y la aireación del medio se ve mejorada. Esto resulta muy interesantes sobretodo en la reutilización del sustrato, donde la antigua masa radicular ya muerta se descompone con gran facilidad, manteniendo un cultivo limpio y en buen estado.