A la hora de comer, nada apetece más con el calor veraniego que una ensalada. En general, una ensalada es un plato frío a base de hortalizas combinadas. Normalmente éstas están crudas, y principalmente son lechuga, tomate y cebolla. Aunque una ensalada acepta cualquier otra hortaliza, como rúcula, espinacas, zanahorias, puerros o rábanos. También se le puede echar queso, atún, huevo cocido, aceitunas, maíz dulce, soja, nueces, almendras, manzana, pera, naranja, pollo, pescado, mariscos… En definitiva, acepta prácticamente cualquier ingrediente. Finalmente, se aliña con aceite, vinagre y sal, aunque igualmente existen muchas otras opciones. En esta ocasión y tratándose éste de un blog cannábico, te enseñaremos a hacer una deliciosa ensalada de marihuana.
Como decimos, a una ensalada de marihuana le podemos añadir muchísimos ingredientes. Y la marihuana, podemos integrarla de muchas maneras. Nosotros hemos optado por hojas de marihuana cruda, y aceite cannábico para el aliño. La marihuana cruda, no posee efectos psicoactivos, ya que los cannabinoides se encuentran en estado ácido. Se precisa de un proceso llamado descarboxilación, para que principalmente los cannabinoides ácidos THCa y CBDa se transformen en THC y CBD respectivamente. En nuestro caso los efectos psicoactivos los tendrá el aceite de oliva cannábico.
Las hojas de marihuana, en cambio, tienen muchos otros beneficios. Los ácidos cannabinoides THCa y CBDa favorecen una mejor comunicación celular a través del sistema endocannabinoide. También son una importante fuente de fibra, que disminuye los niveles de colesterol y previene el estreñimiento. El CBDa que contienen las hojas, aunque en baja proporción con respecto a los cogollos, es un excelente antioxidante y ayudan a limpiar el cuerpo de toxinas. Y también contienen vitaminas y en especial vitaminas B y K, además de minerales esenciales como hierro o calcio.
Empezamos cortando de alguna de nuestras plantas unas 10 hojas de buen tamaño. Preferiblemente optaremos por hojas jóvenes, que son más tiernas. No es un buen hábito cortar hojas de una planta, pero por una vez no pasará nada. Y como no, preferiblemente optaremos por plantas cultivadas con fertilizantes orgánicos y que no hayan sido tratadas con fitosanitarios.
Las lavamos bien y las dejamos en un bol de agua mientras vamos cortando en pequeños dados el tomate, el aguacate y el mango, que iremos echando en una ensaladera. La cebolla, pícala más fina. También cascamos las nueces y las añadiremos en trozos que se vean. Finalmente, secamos las hojas de marihuana, les quitamos con un cuchillo los nervios centrales, y las picamos bien integrando al resto de ingredientes.
Nos queda añadir el aliño. Para potenciar los sabores, primero se añade la sal, después el vinagre y por último el aceite. En nuestro caso, aceite de oliva cannábico. Para elaborarlo, simplemente calentamos aceite y añadimos unos cogollos previamente descarboxilados. Con unos 30 minutos a fuego bajo, es suficiente para que se disuelva la resina de los cogollos y se integren en el aceite. Sólo queda colar para eliminar la materia vegetal, y dejar enfriar para poder usar el aceite. Sé generoso a la hora de añadir el aceite cannábico a la ensalada.