Hoy os vamos a hablar de otra técnica para secar marihuana y que hace muchos años nos explicaba Dj Short, uno de los mejores breeders del mundo y creador de alguna de las variedades más emblemáticas de la historia como son la Blueberry, Blue Moonshine, Flo y Blue Velvet, conocidas como la famosa Familia Azul y que son la base genética de muchas variedades de la actualidad, incontables son los bancos de semillas que en su catálogo incluyen alguna variedad del gran Dj Short. Pero será en otra ocasión cuando os hablemos de las grandes variedades de este criador estadounidense y esta vez nos centraremos tan sólo en el secado de los cogollos, una de las fases más importantes antes de empezar a disfrutar después de tantos meses de cultivo y cuidados.
Como ya sabemos, dos de los enemigos de la marihuana una vez la hayamos cortado son la luz y la humedad excesiva. Así que escojamos un lugar oscuro, seco y ligeramente ventilado. El truco de un buen secado es que sea lento, por los excesos de ventilación o calor pueden hacer que nuestra marihuana se seque muy rápido y no es lo más apropiado como ya hemos dicho.
Una vez cortada la planta o rama, debemos colgarla boca abajo. La manicura, Dj Short la deja para más adelante, y aunque tú ya puedes manicurar en este momento, te sugerimos que sigas tal cual todas las pautas. Ya después puedes hacer a tu manera y comprobar cual es la mejor. En pocos días, las hojas más grandes envolverán los cogollos, protegiéndolos de suciedad, luz y permitiendo un secado más lento al circular menos aire por su interior. Dependerá de la humedad relativa ambiental el tiempo que dure el secado, así que espera a que las hojas más grandes estén secas y crujan para quitarlas con cuidado. No te llevará mucho tiempo, apenas tuerzas un poco ya se romperán solas. Y no las tires, guárdalas para más adelante hacerte una deliciosa mantequilla de marihuana, por ejemplo.
Vuelve a colgar las ramas y espera unos días más a que las hojillas más pequeñas y cercanas a los cogollos estén también secas y crujientes para manicurar ya completamente. Con ayuda de unas tijeras, repasa bien todos los cogollos hasta dejarlos bien limpios. Toda esta hojarasca consérvala bien, está cargada de resina y puedes usarla para hacer mantequilla o extraer hachís. No te olvide durante todo el proceso vigilar regularmente los cogollos, mirando el interior de algunos aleatoriamente para comprobar que no hay hongos y el secado marcha bien. En este punto, deberían estar crujientes por fuera pero contener aún algo de humedad en su interior, los más pequeños ya podrían estar incluso fumables, aunque dependerá como dijimos de la humedad ambiental el que tengas que esperar un poco más o menos.
Aquí, Dj Short opta por bolsas de papel de estraza de color marrón. Siendo estadounidense, son muy habituales y las más comunes que usan para la compra. En otros sitios tardaremos poco en verlas en cuanto decidamos a dar de baja para siempre a las tan contaminantes bolsas de plástico. De todos modos, las puedes comprar en cualquier súper o puede que tengas alguna en casa de alguna tienda de ropa. Procura que sea marrón porque vienen sin desteñir con lejía y cualquier químico no nos interesa.
Llena cada bolsa con unos 20 cm de cogollos manicurados, sin presionarlos. Las bolsas sin cerrar, las vuelves a colocar en un sitio oscuro y bien ventilado para que terminen de completar en secado. Cada día, le vas dando un suave meneo a los cogollos dentro de la bolsa. Con cuidado, ya sabes que las glándulas de resina son delicadas y tienden a desprenderse a la mínima. Todo el proceso desde la cosecha al secado óptimo puede durar entre 2 y 4 semanas. Aquí ya los cogollos están para fumar aunque es posible que aún les quede un punto de humedad en su interior. Ya es hora de comenzar el último paso, el curado, donde terminan de completarse las reacciones químicas.
Durante todo el secado y curado, el THCA que no es psicoactivo y que está presente en las plantas recién cortadas, se transforma en THC que sí lo es. Un secado y curado malo puede degradar el THC en CBN, con lo que perderá potencia y se volverá más narcótica. Además durante el curado se busca degradar la clorofila para que la hierba nos rasque menos al fumarla y para potenciar los aromas y sabores.
Los cogollos tienes que meterlos preferiblemente en botes herméticos. Al igual que a la hora de meterlos en las bolsas, hazlo sin presionarlos. Como durante el curado la humedad relativa sigue siendo muy importante, una excelente solución que nos ofrece el mercado hoy en día son los Humidipak Boveda62, unos pequeños sobres totalmente inocuos y que dentro del bote, mantendrán una humedad constante del 62%. Así mismo, los contenedores CVault son uno de los mejores botes para curar nuestra marihuana además de venir preparados para usar el Boveda62.
Los botes es muy importante abrirlos a diario durante la primera semana, comenta Dj Short, remover los cogollos un poco y ventilarlos unos 5 minutos, siempre con cuidado de no cargarse la resina al manosearlos. Si notas que los cogollos han adquirido algo de humedad, quítalos del bote y mételos otra vez unos días en las bolsas de papel. Si fuese necesario, usa un deshumidificador para eliminar la humedad final si vives en ambientes húmedos. Un buen curado tarda un mínimo de 6-8 semanas, donde poco a poco la hierba irá ganando en potencia, sabor y olor. La espera puede ser dura, pero si puedes aguantar o al menos dejar que los mejores cogollos completen el curado, estarás ante una marihuana de primera. Ya no hace falta ventilar los botes, ahora tan sólo queda la conservación hasta que quede el bote vacío.
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