El cannabis es una droga psicoactiva o alteradora de la consciencia. Físicamente los efectos de la marihuana son moderados y en su mayor parte despreciables. La marihuana actúa como primer punto en el cerebro y más concretamente en los centros cerebrales que afectan a la consciencia y que se concentran en el hipocampo, lo que afecta a las funciones superiores de la memoria, los sentimientos y la acción. Así nos podemos explicar que la marihuana produce beneficios medicinales ya que actúa sobre la percepción del dolor, humor, apetito o control de los músculos.
Normalmente el consumidor de cannabis experimenta una sensación agradable y placentera, de ahí que se haya extendido su uso lúdico. A otras personas en cambio no les resulta agradable la sensación de ir fumado. Los efectos de la marihuana pueden ser variables y dependerán en mayor medida del humor, fisionomía o temperamento de cada individuo junto el famoso «set&setting» o «escenario y colocación», que viene a ser el estado mental inicial de la persona y el entorno en el cual decide fumar y «colocarse».
La primera vez que uno consume cannabis y por alguna razón que no está nada clara, mucha gente no siente ningún efecto y es a la segunda o tercera vez cuando notan sus efectos. En cambio los consumidores habituales suelen desarrollar tolerancia y sus efectos suelen disminuir por lo que se necesitará cada vez dosis más altas. Cambiar de variedad o el método de ingestión suele ser a veces una buena solución contra la tolerancia y que los efectos de la marihuana sea siempre altos.
A diferencia de otras drogas como el alcohol que es peligroso cuando se consume junto a sedantes u las sustancias que diluyen la sangre que no se deben combinar con aspirinas, el consumo de marihuana no incrementa los efectos tóxicos de otras drogas, aunque si que puede interactuar con antidepresivos o efedrina provocando taquicardias que se pueden detener con betabloqueantes como el propanolol.
Muchos expertos comparan la marihuana con el alcohol, la nicotina, la cocaína, los opiaceos, la cafeína y otras drogas psicoactivas en cuanto a dependencia, reforzamiento y abstinencia y en más de un 90% de los casos no produce adicción física. Los fumadores pueden consumirla a diario durante años y abandonarla sin dificultad de un día para otro. Sin embargo el consumo de marihuana puede llegar a un hábito muy fuerte para cierta minoría y alrededor de un 10% de los fumadores lúdicos tienen problemas para controlar su uso y son, normalmente, personas que tienen también problemas con otras drogas o incluso mentales. Los inscritos de programas de rehabilitación por consumo de marihuana representan una mínima parte. Fumadores con años de consumo a sus espaldas, pueden sufrir un leve síndrome de abstinencia cuando la dejan que puede incluir ansiedad moderada, depresión, pesadillas, dificultades para dormir, sueños muy vívidos, irritabilidad, temblores, sudores, náuseas, convulsiones musculares y desasosiego, que no suelen ir más allá de unos pocos días.
Pese a que la marihuana es como ya hemos dicho una droga segura, no quiere decir que no tenga efectos adversos. Cuando fumamos cannabis los efectos son inmediatos, más pronunciados durante la primera hora y disminuyendo progresivamente las horas sucesivas. Cuando la ingerimos, los efectos se pueden retrasar hasta una o dos horas. En todo caso, los efectos desaparecen totalmente tras unas buenas horas de plácidos sueños y a diferencia del alcohol, cocaína, anfetaminas y otras drogas duras, la marihuana no tiene efecto rebote y en muy raras ocasiones la gente se despierta con efectos del colocón, y en todo caso no va más allá de pesadez corporal durante las siguientes horas.
Los consumidores crónicos pueden sentir unos efectos más prolongados, durante varios días o incluso semanas después de dejar los porros. Una posible explicación es una acumulación de cannabinoides residuales en el cuerpo. Ya sabemos que el THC es liposoluble y es absorbido por los tejidos grasos del cuerpo y vuelven lentamente al torrente sanguíneo después de varios días. Los fumadores que suelen hacer deporte, pueden por este motivo sentir la sensación de colocón cuando realizando cualquier actividad, sudan en abundancia, liberando este THC acumulado y reabsorviéndolo el cuerpo a continuación.
El THC tiene muy pocos efectos secundarios importantes y suelen ser los siguientes:
En muy pocas ocasiones los consumidores tienen a experimentar reacciones negativas como pánico, ansiedad, paranoia, timidez, pérdida de autocontrol, desorientación o pensamientos atropellados y que en todo caso desaparecen en unas horas sin ninguna consecuencia. Otras veces puede provocar dolores de cabeza, vértigo, náuseas o vómitos y se suele relacionar con altas dosis de marihuana o como si fuese debido a algún tipo de reacción alérgica. Aunque quizá no debiéramos hablar de «sobredosis» de marihuana pues normalmente el consumidor ya percibe al momento cuando tiene suficientes y es mejor parar de fumar, es algo más difícil de controlar con la marihuana ingerida. En caso de pasarnos, podemos tener sensaciones desagradables como ansiedad, pánico, agitación, alucinaciones y fuertes taquicardias, con cambios de humor como apatía. Como ya hemos comentado, estos efectos negativos no duran mucho más allá de 2 o 3 horas. Meterse en el cuerpo dosis de azúcar como pastelitos o caramelos, comer frutos secos o dar simples paseítos tomando un poco de aire fresco vendrá bien para eliminar antes los efectos de la marihuana.
Los efectos de la marihuana dependen mucho del llamado Set&Setting o «escenario y colocación». El Set lo podríamos definir como lo que la persona aporta a la droga y que no es más que su propia situación psicológica, física, estado mental, etc. El setting es la situación externa en la cual la persona consume la droga y que sería el entorno físico, sensorial y social. De ahí que la marihuana tenga la capacidad de producir reacciones opuestas en circunstancias diferentes, aunque sea la misma variedad puede llegar a producir euforia, placer o relajación en unas ocasiones y malestar, depresión o ansiedad en otras. Cada fumador con cierto grado de conocimiento sobre las reacciones de su cuerpo al fumar marihuana, los principiantes deben tener en cuenta este llamado Set&Setting y buscar siempre ambientes relajados y buenas compañías, siempre ayudará a que la marihuana nos lleve a las sensaciones que todos buscamos y no a pasar un mal rato.
