El CBD o cannabidiol es el segundo compuesto más numeroso en la marihuana por detrás del THC. Hasta hace pocos años era un cannabinoide que no tenía mayor interés, sin ir más lejos durante los años 60 y 70 durante la llegada de las variedades índicas a EEUU fueron malrecibidas al ser menos psicoactivas que a las sativas a las que estaban acostumbrados, precisamente por la cantidad de CBD que contienen, muy superior al de estas sativas.
Al contrario del THC, fitocannabinoiode psicoactivo, el CBD no es psicoactivo y actúa como amortiguador o modulador de THC, disminuyendo esta psicoactividad. Podríamos decir que a mayor cantidad de CBD, menos potencia psicoactiva tendrá una variedad. Cuando se piensa en marihuana como una sustancia recreacional, ésto no es lo que los cultivadores buscan y siempre se tiende a híbridos con mucho THC y muy poco CBD.
Gracias a numerosos estudios en los últimos años, se está comprendiendo que desde el punto de vista medicinal, el CBD tiene un espectro mucho más amplio que el THC. Se ha demostrado que tiene importantes propiedades antieméticas, antipsicóticas, antiinflamatorias, desintoxicantes, ansiolíticas, inhibidoras de tumores y antidepresivas.
Según estudios realizados en prestigiosas universidades de todo el mundo (Israel, USA, Canadá, Reino Unido, España…), el CBD se ha mostrado eficaz en el tratamiento de artritis y reuma, en síntomas de la quimioterapia, en ataques convulsivos de la epilepsia, en síntomas de la esclerosis múltiple, en enfermedades inflamatorios del intestino como de Crohn o colitis ulcerosa, en la degeneración neuronal en el alzheimer, en la esclerosis lateral amiotrófica, en la depresión y la ansiedad, o en síntomas psicóticos de la esquizofrenia.
Este fitocannabinoide no se extrae de plantas de marihuana, si no de plantas de cáñamo. Ambas plantas son cannabis y su mayor diferencia es la psicoactividad; mientras la marihuana es ilegal en casi todos los países del mundo, no sucede lo mismo con el cáñamo, que al no ser psicoactivo suele ser legal. Estas variedades de cáñamo en ningún caso superan el 0,3% de THC que estipula la UE, porcentaje insignificante.
Las plantas de cáñamo verde contienen CBDA, es decir CBD en su estado ácido. Los sistemas de extracción que se emplean no son diferentes que los que se emplea para hacer BHO de marihuana, normalmente extracciones en las que se usa gas refinado o CO2. Posteriormente se somete a la descaboxilación, que mediante un proceso de calefacción convierte el CBDA en CBD, haciendo esta sustancia químicas biodisponible para el consumidor.
Con esta extracción pura se elaboran aceites, líquidos para cigarros electrónicos, chicles, ceras para vapear, cristales puros, ungüentos, pomadas… hoy en día la oferta crece tanto como la demanda, y cada vez son más personas las que encuentran en el CBD un producto que les ayuda a afrontar diferentes dolencias, 100% natural y sin ningún tipo de efecto secundario.
Es aquí donde entramos en terrenos ambiguos. De entrada, la misma dosis puede causar diferentes efectos según la persona y la propia dolencia. Este factor clave sólo se conseguirá mediante las pruebas. Por ejemplo para tratar la fibromialgia severa, estudios sugieren que la dosis sea de 1 miligramo de CBD por quilo de peso y día. En una persona de 70 kilos, la dosis serían 70mg de CBD al día, ajustando a los 4-5 días dependiendo de los resultados.
En cambio y porque una dosis mínima ya puede ser beneficiosa, siempre se recomienda empezar por dosis mucho más bajas, comprobar los efectos, e ir poco a poco aumentando si fuese necesario. 0,1 mg por quilo de peso y día según estudios es un buen comienzo, en una persona de 70 kilos una dosis inicial de 7 mg de CBD es un buen punto de partida. A partir de ahí y según sean los efectos, se puede aumentar si es necesario.
Los aceites de CBD normalmente indican el porcentaje de CBD que contienen. Un aceite al 3% de CBD contiene por cada 10ml, 300mg de CBD. Un aceite al 40%, contiene 4000mg por cada 10 ml. Antes de usar un aceite de baja concentración como puede ser al 3% en dosis muy elevadas porque no se aprecian los efectos, tal vez convendría buscar una concentración más elevada y una dosis menor.
Repetimos que el aceite CBD es un complemente 100% natural sin efectos secundarios, aunque siempre se debe ser precavido pues como cualquier otra sustancia puede crear reacciones alérgicas, muy poco frecuentes por otro lado. Los efectos psicoactivos son inexistentes y en algunos casos causa una leve sedación o somnolencia, nada que no impida desarrollar cualquier actividad aunque por la propia seguridad conviene evitar conducir o manejar maquinaria peligrosa.
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