Cultivo

Aprende a diferenciar y tratar las plagas en tus cultivos

Estamos en unas fechas donde las plantas deberían estar en su máximo esplendor, luciendo su mejor verde y llegando al mes donde reciben mayor cantidades de horas de sol, lo que quiere decir que a poco que nos preocupemos de ellas y las cuidemos, nos lo agradecerán con un gran crecimiento. Y también son fechas donde gran número de insectos encuentran en las plantas de marihuana el mejor lugar donde establecerse. Aunque la mayor parte de los insectos que podamos encontrarnos en un jardín no causan ninguna inquietud para nuestras plantas, otros pocos son una auténtica amenaza. En este post te resumimos las principales plagas, cómo diferenciarlas, prevenirlas y por supuesto tratarlas.

Empezamos con posiblemente la peor plaga de todas, la araña roja. En realidad se trata de un ácaro y no de una araña, de un pequeño tamaño de unos 0,5 milímetros los ejemplares adultos, y aunque su nombre nos puede sugerir de color rojo, depende de la especie de vegetal que se alimente y también de las condiciones ambientales que pueda variar sus colores entre amarillento, rojizo, marrón o verde. Cada hembra puede poner unos 5 o 6 huevos por día o parir a ejemplares adultos perfectamente formados. Cada araña roja puede llegar a vivir hasta un mes, por lo que enseguida nos podemos hacer una idea de lo que una pareja de arañas puede llegar a invadir si no se trata.

Los primeros síntomas se dan en las hojas, donde se ven pequeños círculos blancos, que es donde clavan su pico chupador para succionar la savia de la planta. Normalmente se esconden en el envés de las hojas, donde crían y se encuentran a salvo. Una vez en floración y con la llegada de las noches más frescas, se irán a los cogollos y tejerán telarañas que las protegerán del frío y de los ataques de otros insectos, pudiendo llegar a arrasar los cultivos en pocas semanas, consumiendo toda la clorofila de las hojas hasta matarlas. Es una plaga además difícil de eliminar, conviene hacer tratamientos con varios acaricidas, intercalando su uso para evitar que adquieran tolerancia a sus principios activos.

La mosca blanca es una minúscula mosquita voladora de color blanco y de un tamaño de 2 milímetros en estado adulto. Poseen un aguijón chupador con el que extraen la savia de las plantas, dejando unas marcas amarillas similares a la araña roja, algo más dispersas y con un característico círculo pequeño en el interior de la marca. Las hembras hacen puestas de huevos de hasta 500 cada mes, que pasan por varias fases hasta llegar al estado adulto tras otras 4 semanas. Su actividad casi se extiende desde primavera a otoño, por lo que en cultivos de marihuana son una amenaza constante.

Los primeros ataques como decimos se pueden encontrar a modo de pequeños puntitos blancos en las hojas, que es donde clavan el aguijón para extraer la savia de las plantas, a la que van debilitando. En ocasiones es muy difícil verlas, pues echan a volar al mínimo contacto con la planta, además de que por su tamaño se pueden confundir con simples motas de polvo. Es una plaga difícil de eliminar por lo complicado que resulta terminar con los huevos de la parte inferior de las hojas, aunque a nuestro favor que no tiene gran tolerancia a los insecticidas. Simplemente con jabón potásico o aceite de neem, y paciencia para aplicarlo bien en toda la planta, es suficiente.

Los trips no son la peor de las plagas que nos podemos encontrar, y es casi de agradecer que en caso de tener una plaga, que sea de trips y no cualquier otra, aunque como toda plaga puede llegar a ser muy agresiva si se nos va de las manos. Se trata de diminutos insectos de color marrón claro, verde o amarillento, alargados, con pequeñas alas plegables en su estadio adulto que les permiten volar, y de un tamaño entre 1 y 1,5 milímetros en estado adulto. Son muy rápidos y se camuflan al más mínimo movimiento en los nervios de las hojas, donde puede llegar a pasar totalmente desapercibido a nuestros ojos aún estando mirándolo a 5 cm.

Las marcas que deja en las hojas cuando se alimentan es muy característica, similar a la de la araña roja pero muy juntas y formando pequeños surcos o caminitos, ya que clavan su aguijón, chupan la savia, avanzan otro poco, y repiten lo mismo. Dado a que se reproducen muy rápido, pueden llegar a ser un problema, aunque a nuestro favor tenemos que no es una plaga tampoco difícil de eliminar. Siempre conviene hacer varios tratamientos durante unos días para eliminar tanto a adultos, como los huevos de debajo de las hojas.

Los pulgones son pequeños insectos de un tamaño de 2 a 3 milímetros en estado adulto, con una gran gama de colores como verde, negro o amarillento. Se alimentan de la savia mediante un pico succionador que extraen de hojas y tallos más tiernos. Forman colonias y guardan una perfecta simbiosis con las hormigas: éstas las transportan a plantas sanas y las defienden de otros depredadores, y a cambio reciben de los pulgones la dulce melaza que segregan. Se reproducen por huevos o de manera asexual, pudiendo una hembra parir ejemplares adultos que en poco días podrán también comenzar a reproducirse.

Los primeros síntomas los veremos con las hojas en forma de garra, amarillentas, deformes o sin vigor. Se detectan muy fácilmente, por lo que una simple revisión periódica debería ser suficiente para detectar su presencia. Son lentos y se agrupan sobre todo en las puntas jóvenes. También la presencia de hormigas en tallos y ramas de la planta puede ser indicio de la presencia de pulgón. No es una plaga complicada de eliminar, y con un par de duchas de jabón potásico o neem conseguiremos deshacernos de ellos.

La cochinilla es una plaga que llega a ser muy frecuente en exterior. El conocido comúnmente como “bicho bola” es una especie de cochinilla, aunque inofensiva en nuestros cultivos, las que nos deben preocupar son especialmente la cochinilla parda y la cochinilla algodonosa, claramente diferenciables. Ambas son de un tamaño de unos 4-6 mm de longitud en estado adulto, con un cuerpo ovalado y están cubiertas por una coraza en el caso de la cochinilla parda, o de una pelusa blanca similar al algodón en la algodonosa y por la que recibe el nombre. Los machos de cochinilla tienen alas mientras que las hembras no.

Son insectos chupadores que se alimentan de la savia de las plantas. Se pueden encontrar por los tallos y ramas de las plantas, adheridos como si fuesen lapas, ralentizando el crecimiento. Si la plaga es severa, puede llegar a secar la planta entera en poco tiempo. Es una plaga en ocasiones difícil de eliminar por su coraza protectora. Si detectas algunas, se pueden eliminar muy fácil con una solución de alcohol y agua al 50% y frotándolas con un algodón y esta mezcla. Si es ataque es severo se puede usar algún insecticida como el neem, eficaz contra cualquier insecto chupador y 100% ecológico.

El minador de la hoja son las larvas de una serie de moscas, mariposas y polillas. Los adultos depositan los huevos en los tejidos internos de las hojas, que una vez eclosionan comienzan a alimentarse de los tejidos. siempre en el interior de la hoja y formando surcos o minas muy características, de ahí su nombre. Los minadores tienen 4 ciclos bien diferenciado, con huevos de un tamaño de 0,10-0,25 mm. de longitud, color crema y forma ovalada, prácticamente imperceptibles al ojo humano. Del huevo nace una larva que se trasforma en pupa. Las larvas se dejan caer al sustrato donde completan su estadio, de las que saldrán en pocos días los ejemplares adultos.

Dado su ciclo, es una plaga que sólo afecta en su estado larvario, el cual es de duración muy corta aunque llega a producir un gran daño en la planta si la concentración de minadores es alta. Lo habitual es encontrarse alguna hoja afectada, que si miramos a trasluz en uno de los finales de los surcos podremos ver la larva. En control manual es una solución, revisar las hojas afectadas y con una aguja o la presión de los dedos, matar la larva. El uso regular de preventivos como el aceite de neem, puede ser suficiente para que las moscas no pongan sus huevos en las hojas de la planta.

Las orugas son una de las peores plagas a las que nos podemos enfrentar. Se tratan de las larvas de mariposas y polillas, más numerosas estas segundad aunque por su actividad nocturna son las menos visibles. Aunque en su estado adulto son inofensivas y es una importante especie polinizadora, las larvas se alimentan exclusivamente de materia vegetal y con un apetito voraz. Las mariposas o polillas ponen varios cientos de huevos, de los que nace una oruga en pocos días que inmediatamente se pone a devorar lo que tenga más a mano, sean hojas o flores de las plantas.

El peor daño ocurre en floración, ya que penetran en el interior de los cogollos donde se encuentran protegidas de depredadores e incluso de nosotros los cultivadores, y comienzan a devorarlo. Sus excrementos también son causantes del hongo botrytis, que pudre los cogollos y los deja inservibles. Es una plaga que conviene combatir a base de prevención. El Bacillus Thuriengensis es un producto 100% ecológico que actúa en larvas, paralizando su sistema digestivo hasta que terminan muriendo.

La mosca del sustrato o mosca de la humedad no es una plaga muy común en exterior, sí mucho más en interior. El nombre lo deja claro, es una mosca de unos 3-5 mm en estado adulto, de color negro, que vive en el sustrato y le encanta la humedad. La mosca en sí no es peligrosa, lo son sus larvas que se alimentan de los pelos radiculares, debilitando la planta. Es una plaga que en condiciones favorables se desarrolla a una gran velocidad, multiplicando también los daños causados. En ocasiones es difícil de detectar por su tamaño, color y zona donde se mueve.

Con unos buenos hábitos de cultivo y riego, es una plaga que no veremos. Evita encharcamientos constantes espaciando los riegos, recurre a una capa de unos 5 cm sobre el sustrato, y en caso de plaga recurre a aceite de neem, jabón potásico o a algún insecticida sistémico si la plaga es severa. Elimina hojas muertas que puedan caer al sustrato y en general mantén siempre limpio el suelo de la zona de cultivo.