Descubre 7 animales que se drogan y parece que lo disfrutan
Se entiende por droga toda aquella sustancia alteradora de la consciencia. A menudo se emplea este término para referirse a las drogas ilegales, pero también en el ámbito de la medicina como sinónimo de principio activo o fármaco, como refleja la definición de la OMS.
De hecho las drogas más consumidas del mundo son el alcohol, la nicotina y la cafeína, todas ellas legales en la gran mayoría de países. Incluso el azúcar está sujeto a debate científico por ser un alterador de los trastornos de la conducta alimentaria.
Pero no somos los únicos seres que consumimos drogas en la gran extensión de la palabra. Se tienen constancia de más de 300 animales a los que les gusta drogarse. Los más conocidos lo que te traemos en nuestro post de hoy.
LA HIERBA GATERA Y LOS GATOS
La hierba gatera, también llamada menta gatuna, albahaca de gatos, gataria o nébeda, es una planta que crece en terrenos baldíos, taludes, setos o en ruinas de casas viejas. A los gatos se les hace irresistible, comen sus flores, olisquean, mastican y se frotan en sus hojas. Cuando se les pasan los efectos, vuelven una y otra vez a por su dosis.
Los aceites aromáticos de la nébeda hacen que los gatos se comporten de manera muy juguetona en un principio. Pero a medida que aumentan los efectos del aceite, su comportamiento es más extraño. Comienzan a rodar sobre sí mismos, como si estuvieran en éxtasis. O se dedican a cazar ratones imaginarios…
Cabe destacar que no todos los gatos se estimulan en el mismo grado, y aproximadamente 1 de cada 3 gatos no responderá en absoluto a la hierba gatuna. Esta hierba tampoco es peligrosa. De hecho se usa para la fabricación de juguetes. Sus hojas se emplean de relleno para estimular el juego.
EL PEZ GLOBO Y LOS DELFINES
El pez globo (Tetraodontidae) libera una toxina que puede llegar a ser mortal en grandes dosis. Se dice que es 1.200 veces más poderosa que el cianuro. Pero consumida en pequeñas cantidades produce un efecto narcótico. Aún así es un manjar típico de algunos países asiáticos, donde los cocineros deben poseer una licencia que los acredita para ser capaces de manipularlo y cocinarlo habiendo eliminado estas toxinas.
En el documental de la BBC «Dolphins: Spy in the Pod», se puede ver en a numeroso grupo de delfines «jugando» con peces globo. Lo manipulaban cuidadosamente, provocándolos a liberar su veneno, masticándolo con cuidado y pasandoselo de uno a otro miembro del grupo.
Tras ésto, los delfines entraron en un peculiar estado de trance. Se pusieron a dar vueltas cerca de la superficie, como fascinados por su propio reflejo en comportamientos realmente extraños.
LA AMANITA MUSCARIA Y LOS RENOS
Los renos del norte de Europa sienten predilección por la amanita muscaria. Estos hongos, venenosos en dosis elevadas, les causan un estado de locura al que no pueden resistirse. Quizá el mito de los renos voladores de Santa Claus esté relacionado con ésto.
Estas zonas del norte de Europa son particularmente versadas en el chamanismo. Los chamanes se dice que llegan a beberse la orina de los renos que han ingerido amanita muscaria para alterar su conciencia. Esto se debe a que la sustancia activa del hongo no se metaboliza.
Se especula que la frase en inglés get pissed o emborracharse, puede hacer referencia al acto de beberse la orina de renos alimentados con este hongo. La hierben para concentrarla en un té, y la llegan a reciclar hasta 5 veces para reducir los riesgos de intoxicación.
LAS MOSCAS Y LOS SAPOS
Os contamos la explicación de que al hongo Amanita Muscaria se le llame coloquialmente «matamoscas». Pero no porque las mate. De hecho muscaria proviene del latín musca o «mosca». Es una clara referencia a la interacción que se produce entre este hongo y el insecto.
Las moscas lamen una sustancia que supura la roja caperuza de la seta. Y se quedan aturdidas temporalmente en un estado casi catatónico. Ésto se debe a un compuesto químico de nombre común ácido iboténico.
Este estado de semi-inconsciencia de las moscas lo aprovechan los sapos y otros anfibios. Tan sólo deben recoger del suelo próximo a las Amanitas muscaria las moscas atontadas para alimentarse, y con ello absorber los alcaloides del hongo, con lo que parece también disfrutan «de rebote» de sus efectos.
LAS AMAPOLAS Y LOS CANGUROS
En la Isla de Tasmania, Australia, los cultivos legales de amapolas con los que elaboran medicamentos están siendo atacados por pequeños canguros wallaby. Se estima que Australia provee aproximadamente el 50% del opio legalmente producido en el mundo. Con él se fabrica morfina y otros calmantes.
Lara Giddings, fiscal general de la isla en el año 2009, dijo que el pequeño canguro invade las plantaciones y que tras comer las flores se ponen a dar saltos en grandes círculos. «Estamos viendo círculos en los cultivos de amapola que dejan los wallabies que están drogados».
La empresa cultivadora de amapola Tasmanian Alkaloids asegura que aunque estas incursiones no son muy comunes, tampoco es algo inusual. Se han dado casos también de ovejas que después de comer las flores de amapola se les vio caminando en círculos.
LOS MILPIES Y LOS LEMURES
Muchas especies de milpies emiten secreciones líquidas mediante glándulas odoríferas. Estas secreciones están compuestas de sustancias químicas como alcaloides, benzoquinonas, fenoles, terpenos o cianuro de hidrógeno. Algunas de ellas son cáusticas y pueden quemar la piel y los ojos de depredadores de mayor tamaño.
Los lemures negros de Madagascar los irritan intencionadamente y aprovechan estas secreciones. Con ella se frotan la piel, lo que hace un eficaz repelente para los mosquitos de Malaria. Pero también la química de estas secreciones hace que terminen totalmente colocados.
Un documental emitido por la BBC, muestra como los lemures someten a los milpiés a un constante mordisqueo para conseguir que produzcan estos químicos protectores. Los efectos les gustan tanto que incluso babean, ofreciendo unas imágenes muy inquietantes y similares a la de un humano drogado.
EL IBOGA Y LOS MANDRILES
El Iboga o Tabernanthe iboga, es un arbusto perteneciente a la familia de las asclepiadáceas. Se utiliza para disminuir la sed y el hambre en condiciones de trabajo extremas. La corteza de la raíz de este arbusto tiene efectos estimulantes y alucinógenos, por lo que es utilizada en rituales.
Las raíces contienen varios estimulante del sistema nervioso central. En pequeñas cantidades es un estimulante, en cambio a dosis mayores provoca alucinaciones. Los madriles se ha podido ver que ingieren la corteza de la raíz antes de una pelea. Posiblemente se deba a que les aumenta su potencia y disminuye el dolor de los golpes.
Exelente aportacion!