La DEA es la conocida y temida Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos. Se trata del organismo federal encargado de la guerra contra las drogas. Y hace unos días, la División de la DEA en Houston, Texas, publicó en la web oficial de subastas del gobierno de los Estados Unidos un anuncio del todo inusual.
Dicho anuncio, era una oferta para un contratista que se hiciese cargo se los servicios de destrucción de pruebas. Entre éstas, se incluían grandes santidades de marihuana y otras drogas. Los requisitos eran que al menos el que se hiciese cargo de los servicios, fuese capaz de quemar 1000 libras de marihuana sin dejar rastros.
Con lo que quizá no contaba la DEA, es que el anuncio se hizo al instante viral en la red. Cientos de amantes de la marihuana se apresuraron en responder prestándose voluntarios para el trabajo. Esa misma noche y ante la avalancha de llamadas, la DEA se vio obligada a emitir un comunicado aclarando el tema y pidiendo a los ciudadanos que dejasen de llamar ya que estaban colapsando las líneas telefónicas.
Lógicamente, el anuncio estaba dirigido a empresas a gran escala y especializadas, y no a particulares. En el comunicado posterior también explicaban que habían aparecido publicaciones engañosas en las que afirmaban que la DEA buscaba residentes de Houston para que fuesen ellos los que hiciesen pequeñas quemas en su domicilio. Se intuye que las intenciones de los ciudadanos era quemarla, efectivamente. Pero no en una hoguera.
Para terminar, agradecieron la disposición de los ciudadanos de Houston por desinteresadamente ofrecer su ayuda. «Esta puede ser una noticia interesante, pero la verdad es mucho más banal: nuestros agentes en el departamento de Houston están trabajando en una gran cantidad de casos y confiscando grandes cantidades de drogas ilegales. Regular su destrucción segura y eficiente es sólo una parte de nuestro trabajo», escribieron.