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Los 10 cultivos de marihuana en los lugares más insólitos

BAÑOS DE UN PUB INGLÉS: En la ciudad de Birmingham, en el Reino Unido, hace unos años a los propietarios de un pub inglés se les ocurrió usar el baño de señoras para cultivar marihuana, viendo que la afluencia femenina era escasa tirando a nula. La policía los descubrió, así como las 110 señoritas que se amontonaban para usar el urinario. El valor de las señoritas se estimó en unos 6800 euros y fueron posteriormente quemadas como brujas del medievo, sin piedad alguna.

EN UN CEMENTERIO: La Guardia Civil de Laguna de Duero, en la provincia española de Valladolid, incautó 4 plantas e imputó al jardinero del cementerio municipal por un delito contra la salud pública en el año 2008. El jardinero, que además de mantener cuidado el recinto también era el enterrador, había usado un espacio apartado y poco visible para cultivar en macetas estas 4 plantas que ya estaban a punto para cosechar. La cantidad de sólo 90 gramos en total y en verde decomisada, dejan en muy mal lugar al mal jardinero.

EN UN AUTOBÚS ESCOLAR: Dos cannabicultores de Carolina del Norte, en Estados Unidos, encontraron un autobús escolar abandonado que emplearon para cultivar marihuana. Por si no les parecía ya un sitio demasiado discreto, decidieron hacer un gran agujero para enterrarlo bajo tierra y para lo que precisaron de varias horas de trabajo de excavación con maquinaria pesada. Lo más sorprendente de todo es que ni los vecinos de la zona se dieron cuenta hasta que encontraron a uno de los cultivadores negociando con marihuana.

EN UN METRO ABANDONADO: En el año 2012, la ‘Guardia de Finanza’ o lo que viene siendo la policía económica de Italia, descubrió un área de casi 4.000 m2 dedicado al cultivo de marihuana en un túnel de metro abandonado bajo la ciudad de Roma y construido durante la época de dictador Mussolini y cercana a la estación de Roma Casilina. Los fuertes olores típicos de la marihuana en floración, llevó a los agentes a descubrir en el interior de este gran túnel varios invernaderos con cientos y cientos de plantas.

EN LOS JARDINES DE UNA UNIVERSIDAD: En el año 2008, en el Jardín Botánico Matthaei de la Universidad de Michigan, la policía encontró 11 pequeñas y ridículas plantas de marihuana. Las investigaciones posteriores no lograron determinar si había sido cosa de algún estudiante de la clase de Botánica Avanzada u otra persona ajena a la universidad. Tampoco mostraron más interés y después de arrancarlas, confiaron en que nadie más se atrevería en ampliar el jardín con especies botánicas de este tipo.

DENTRO DE UNA PISCINA: En agosto del pasado año 2016, en la localidad española de Bullas, provincia de Murcia, la Guardia Civil detuvo a tres ingleses de edades comprendidas entre los 26 y 50 años, tras detectar desde un helicóptero actividad sospechosa en una casa que contaba con varios anexos y una piscina. La sorpresa vino al descubrir que en interior de esta piscina, vacía y cubierta con una gran lona, se escondían 328 plantas de marihuana. Además descubrieron en la vivienda 2,5 kilos de cogollos listos para la venta.

ENFRENTE A UNA COMISARÍA: En la ciudad de Plymouth, en el condado de Devon al sudoeste de Inglaterra, a dos hombres de 30 y 44 años les pareció el mejor lugar para cultivar marihuana en un 4º piso de un edificio abandonado enfrente a la comisaría de policía de la ciudad. La idea no fue tan buena como esperaban, y lógicamente fueron descubiertos. Se incautaron 146 plantas y en torno a 30.000 £ de cogollos listos para su venta en una de las operaciones policiales más sencillas: sólo tuvieron que cruzar la calle.

EN UN ÁTICO: Cultivar en un ático en principio no es nada extraordinario, a no ser que se descubra por estas circunstancias. En la localidad holandesa de Haarlem, próxima a Amsterdam, unos cultivadores decidieron usar este lugar de su discreta residencia para realizar un cultivo interior. Con lo que no contaban es que tras una nevada, el calor de las lámparas derritiese la nieva acumulada en el tejado de un modo inusual, lo que hizo que la policía los descubriese y para su escarnio, colgasen en sus propias redes sociales fotos del hallazgo.

EN UN EDIFICIO MUNICIPAL: En el año 2009, a un empleado de 35 años del Ayuntamiento de Huesca, en España, se le ocurrió emplear un almacén propiedad de este mismo ayuntamiento y al que sólo él tenía acceso, para cultivar marihuana. Nadie le molestó durante meses, hasta que el enorme gasto eléctrico de la iluminación artificial hicieron saltar las alarmas. Tras la intervención de la policía se decomisaron un total de 63 plantas y más de dos quilos de marihuana ya seca. Una suspendieron de empleo y sueldo es lo que le tocó al fenómeno.

EN UNA IGLESIA: Hace unos años en Costa Rica, en una pequeña iglesia de la comunidad de Escazú, las autoridades encontraron una plantación de 226 plantas de marihuana y 8 kilos de cogollos ya secos, que después de mucho indagar finalmente no se ha encontrado a los responsables. El Ministerio de Seguridad Pública especuló en primera instancia que se tratase de un acto espiritual, pero el hallazgo de un revólver del calibre 38 junto a las plantas enseguida hizo comprender que poco tenían que ver con temas espirituales.