Entramos en el mes de mayo, aunque en muchas zonas aún no da la sensación de que hayamos llegado al ecuador de la primavera. El cultivador que haya comenzado su cultivo hace más de un mes, es más que probable que haya tenido que hacer frente al gran temporal que ha azotado gran parte de España hace unas semanas. Si todavía no has comenzado, te recomendamos que visites nuestros anteriores post de los consejos de cultivo de marzo y abril.
Si el tiempo de tu zona ha acompañado, o has conseguido proteger tus plantas de los días tan pésimo que hemos pasado, a estas alturas ya tendrás unas plantas de buen tamaño y creciendo a buen ritmo. Tareas de las que hablamos en anteriores post, como el uso de preventivos contra plagas, seguirán siendo tareas en este mes. Así nos aseguraremos que nuestro cultivo permanezca a salvo de cualquier tipo de insecto perjudicial.
En exterior, lo más común cuando se cultiva en maceta, es hacer sucesivos trasplantes y siempre a una maceta de mayor capacidad. Las plantas agradecen el nuevo espacio y el nuevo sustrato para dar un fuerte empujón. Pero llegará el momento en que el tamaño sea tan grande, que se vuelve una tarea muy complicada. Además del riesgo que existe de que se pueda dañar la raíz.
Cuando ésto suceda, apostaremos por la maceta final. Y cuando más grande sea ésta, más tamaño alcanzará la planta. No escatimemos en un buen sustrato que podemos enriquecer de muchos modos. A estas alturas el sistema radicular estará bien desarrollado para asimilar a gran velocidad los nutrientes disponibles. Sobretodo interesan abonos con altas dosis de nitrógeno, como humus de lombriz o extractos de algas.
Si has decidido hacer alguna técnica de cultivo como Super Croping, SCROG o Main Lining, a lo largo de todo este mes se pueden seguir podando y guiando. A partir de mediados de junio, ya no se debería tocar la planta. Tan sólo dejar que se recupere y se prepare para afrontar la fase de floración.
No es mala idea tanto si decides dejar la planta que crezca a su aire, como si decides podar y/o guiar, sacar algún esqueje. Seguro que aunque sea en una maceta pequeña, encuentras sitio para él en cualquier lugar. No crecerá tanto como la planta, lógicamente, pero conseguiremos una cosecha extra, que siempre se agradece. Y para abrir la boca mientras esperamos la gran cosecha, nunca vienen mal.
Las plantas de marihuana fotodependientes, no las cosecharemos hasta mínimo septiembre. Es por ello que una autofloreciente cultivada a estas alturas del año, nos garantizará una pequeña cosecha en 2-3 meses. Comenzando ahora, entre mediados de julio y agosto podríamos cosecharlas. Para ir abriendo boca mientras seguimos cuidando nuestras plantas de temporada, son una excelente opción.
Las autoflorecientes por lo general no superan el metro de altura, por lo que tampoco precisan mucho espacio. En espacio reducidos, no competirán con otras plantas, sino que se adaptarán al espacio disponible. No son variedades que se deban trasplantar, ya que ésto supone un estrés y pueden frenar su crecimiento unos días. Siempre será mejor opción usar una maceta de mínimo 15 litros desde el primer momento.