Quien a estas alturas ya haya arrancado su cultivo en interior, seguro que ya cuenta con unas pequeñas plantas creciendo a buen ritmo. Si todavía no has comenzado, te recomendamos nuestro anterior post Las tareas del mes de Marzo. Puede que el clima de tu zona no te haya permitido comenzar aún, que prefieras plantas de un tamaño discreto, o simplemente no hayas tenido tiempo. En ese caso, hasta entrado el mes de junio queda tiempo.
Éstas son fechas en las que las plagas todavía no están muy activas. Las temperaturas sobretodo nocturnas son bastante bajas todavía y éso ralentiza su actividad. Trips, araña roja, mosca blanca o pulgones, entre los más comunes, de momento no se consideran una gran amenaza. Pero en cambio otras como caracoles, babosas, o pájaros, encontrarán en las pequeñas plantas de exterior un suculento bocado.
Para evitar un día encontrarnos las plantas sin hojas y sólo un tallo, conviene tomar precauciones. Algo muy efectivo botellas o garrafas, a las que se les corta el fondo y a modo de cúpula, se sitúan sobre las plantas. Siempre sin tapón y con agujeros que permitan una buena circulación del aire. Además, protegerá más a las plantas en días fríos y de lluvia, todavía algo habituales en esta época.
Si las plantas ya son algo grandes, se deberán buscar otras opciones. Contra caracoles y babosas podemos usar algún repelente o trampa casera. Desde cáscara de huevo muy triturada, serrín o un plato con cerveza donde morirán ahogados. También la tierra de diatomeas resulta efectivo. Los pájaros una vez las plantas crecen, dejan de resultarles atractivas. De todas formas, el reflejo de unos CD’s colgados cerca de las plantas puede bastar para mantenerlos alejados.
Y también resulta interesante comenzar ya a prevenir los posibles ataques de plagas que están por venir. El aceite de neem usado en riegos, por ejemplo, es absorbido por las plantas. Sus compuestos causan amargor en las hojas de las plantas, lo que disuade a los insectos de alimentarse de ellas. El jabón de potasio y tierra de diatomeas, son efectivas también para ir eliminado cualquier insecto indeseado.
El mejor momento para darle forma a una planta es siempre al comienzo del cultivo. No tiene sentido dejar que la planta gaste energías en desarrollar ramas que después suprimiremos. Si lo que pretendes es tener una planta muy ancha, puedes comenzar podando la apical en cuanto la planta alcance unos 3-5 nudos. E iremos repitiendo lo mismo en cada una de las ramas que se irán desarrollando de los nudos que hemos dejado.
Si lo que queremos es hacer un gran cultivo en SCROG, ya conviene ir montando sobre la planta la estructura sobre la que iremos guiando las ramas. En cuando la punta apical alcance esta estructura, iremos guiándola al igual que las ramas que verán potenciado su crecimiento. Semana a semana iremos cubriendo una gran superficie horizontal que en floración será un auténtico espectáculo visual.
Las plantas de marihuana en crecimiento demandan grandes cantidades de nutrientes. Y tampoco debemos privarle de ellos, ya que éso nos garantizará plantas sanas, fuertes y preparándose poco a poco para la fase de floración. Normalmente, si usamos un buen sustrato, la cantidad de nutrientes que incluye suele ser suficiente para unas 3-4 semanas. Si vamos realizando trasplantes cada 3-4 semanas, durante la fase de crecimiento puede que no sea necesario usar ningún otro tipo de abono.
Las plantas en estas primeras semanas requieren sobretodo dosis altas de nitrógeno. Podemos garantizar buenas cantidades con humus de lombriz, extractos de algas, purín de ortigas, y en general cualquier abono específico para la fase de crecimiento. También conviene cuidar las raíces y favorecer su desarrollo. Desde estimuladores radiculares hasta enzimas, todo lo que usemos ayudará a que la planta crezca más.