SOG es el acrónimo en inglés de Sea Of Green, traducido al español como «mar verde». Es una de las técnicas de cultivo más empleadas por sus impresionantes resultados. Y sobretodo en interior, aunque en exterior es también viable. El cultivo en SOG es muy sencillo cuando se tienen en cuenta algunos conceptos que te contaremos en este post.
Para comprender en qué consiste un cultivo en SOG, pensemos que es en las apicales de las plantas donde se concentra la mayor producción. Así que simplemente se trata de cultivar sólo apicales. Para ello, debemos partir de esquejes de pequeño tamaño y en macetas pequeñas. Con ello nos garantizaremos que las plantas no tengan mucho desarrollo, sobretodo interesante en interior donde no queremos plantas excesivamente altas. El poder de penetración de las lámparas de cultivo es limitada y la producción en las partes bajas es muy pobre. Repetimos que queremos que la producción se concentre en la apical y como mucho en las ramas superiores.
Hacer un cultivo en SOG partiendo de semilla sería más complicado. Mientras que un esquejes se puede pasar a floración con apenas un palmo de altura, las plantas nacidas de semilla necesitan al menos un mes para comenzar a florecer, por lo que ya tendríamos plantas más altas, nada que ver con lo que queremos. Es por ésto que en exterior, donde no podemos controlar los fotoperíodos, es más complicado realizar un cultivo en SOG. Aunque comenzando a finales de junio o principios de julio se pueden conseguir buenos resultados.
Lo primero, es contar con un gran número de esquejes. Para ello la mejor opción es seleccionar una planta madre. Lo más fácil es hacer un SOG con una única variedad. Si se decide hacerlo con diferentes variedades, debemos procurar que tengan un comportamiento similar. Es importante para no tener descompensaciones en altura entre unas y otras. Cuanto más homogéneo sea el cultivo, mejores resultados obtendremos.
Lo segundo, optar por variedades de crecimiento columnar, no ramificado en exceso. Para ello son mejores las índicas e híbridos índica. Además estas variedades son de crecimiento más compacto y contenido. Si lo hacemos con sativas, éstas tienen normalmente alcanzarán una altura mayor. Podemos solucionarlo pasando a floración esquejes de muy pequeño tamaño, y usar macetas más pequeñas.
Lo tercero, seleccionar unas macetas apropiadas. Para hacer un cultivo en SOG son suficientes macetas de no más de 3 litros. Las plantas, que apenas tendrán fase de crecimiento, no llegarán a colonizar el sustrato de macetas de mayor tamaño. Estaremos desaprovechando sustrato y espacio de cultivo. Lo que queremos es llenar un espacio de cultivo de macetas, así que mejor 36 plantas que 16 o 25 por m2. En tierra, coco o hidropónico, los gustos del cultivador son los que mandan.
Y lo cuarto y muy conveniente, es instalar un riego automático. Llega a ser complicado regar tantas plantas dentro de un armario de cultivo. Aunque los primeros días resulta fácil, la cosa se complica a medida que el cultivo avanza y no encontramos hueco entre las plantas para meter la mano o la boca de la regadera. Un depósito de agua en el exterior del armario y unos goteros son suficientes para ahorrarse muchos trabajos.
Con nuestras plantas en sus macetas, es hora de comenzar nuestro cultivo. Como ya dijimos, la fase de crecimiento será muy corta o nula en el caso de partir de variedades muy sativas. Si conocemos el comportamiento de la variedad que cultivemos, tendremos una gran ventaja. Así podemos cambiar el fotoperíodo a floración cuando los clones tengan una altura apropiada y que nos garanticen plantas de unos 40-50cm.
Los primeros días es interesante ir podando los nudos inferiores. Aparte de promover el desarrollo vertical, eliminaremos todas esas ramillas que apenas producirán cogollos por quedar a la sombra de las apicales y demasiado lejos de la lámpara. Y vendrá bien para una mejor circulación del aire en estas zonas bajas
Y siendo previsores, podemos entutotar todos nuestros esquejes. Llegará un momento de la floración el que el peso de los propios cogollos hará que éstos se puedan tumbar. También podemos usar alguna malla de sujeción, lo que también evitará esta incómoda situación. Siempre será más complicado hacerlo cuando las plantas estén en floración avanzada.
