SCROG es el acrónimo de Screen of Green en inglés. Se podría traducir al español como «malla verde». Es un técnica de cultivo de gran rendimiento, donde con pocas plantas se pueden conseguir unas cosechas realmente espectaculares. El concepto del cultivo en SCROG es muy simple, se trata de crear un entramado de ramas a una misma altura ayudándose de una malla. Así se conseguirá una floración homogénea, con decenas o cientos de cogollos de un mismo tamaño, todos a la misma distancia de la lámpara.
Lo primero para conseguir un buen cultivo en SCROG, es seleccionar una variedad apropiada. Debe tener una fuerte ramificación cuando se somete a podas o guiados. De lo contrario, perderemos muchas semanas para conseguir cubrir toda la superficie de cultivo. En este sentido, las sativas e híbridos índica/sativa son las más apropiadas. Las índicas en cambio son de crecimiento más compacto y menos ramificadas.
Después debemos saber cuántas plantas queremos usar. Ésto es importante, ya que una vez comencemos es complicado añadir más en caso de querer. Y también condicionará el tamaño de las macetas que vayamos a usar. Si por ejemplo en 1 m2 queremos usar 4 plantas, podemos optar por macetas de 11-15 litros. Si queremos usar 2 plantas, podemos usar macetas de 19-25 litros.
Y no menos importante, es hacerse con una malla. Con ella, limitaremos el crecimiento vertical de las plantas, promoviendo el desarrollo horizontal. Será la que soporte toda la estructura del cultivo en SCROG, desde ramas a cogollos. Las opciones pasan por comprar una malla específica para este tipo de cultivos, o fabricar una con cuerdas, listones de madera… las habilidades de cada uno serán decisivas para decantarse por unas u otras.
Finalmente, para los riegos podemos optar por hacerlos manualmente o instalar un sencillo riego automático. Aunque pocas macetas son fáciles de regar, la dificultad a veces está en llegar a alcanzarlas con la regadera. Con un depósito de agua exterior y unos goteros, éste tema lo solucionaremos fácilmente.
Comenzar con esquejes o semillas es indiferente. Tampoco se necesitan hacer trasplantes, por lo que se puede partir ya con la maceta definitiva, distribuyendo las macetas en la zona de cultivo de una forma simétrica. Como siempre, usaremos un buen sustrato que garantice nutrientes de calidad para un desarrollo rápido de las plantas. Y sobre las macetas, a unos 20-40 cm, situamos la malla. Será más cómodo hacerla ahora que una vez las plantas tengan un buen tamaño.
Para hacer un cultivo en SCROG, sobretodo hace falta paciencia. De las técnicas de cultivo más empleadas, es la que tiene una fase de crecimiento más larga. Tenemos que dejar que las plantas crezcan a su ritmo hasta que alcancen la malla. Una vez suceda ésto, o bien podemos podar aplicar una poda apical o FIM, o bien podemos doblar la punta para favorecer y forzar la ramificación. Como ya hemos comentado en otros post, la punta apical cuenta con un inhibidor de crecimiento que impide que las ramas inferiores la superen en altura. Al situar la apical a la misma altura que algún nudo inferior, las ramas inferiores crecen más rápidamente.
Una vez las plantas comiencen a ramificar y sobrepasen la altura de la malla, las iremos guiando por toda la red y en diferentes direcciones. Podemos usar alambres para ir sujetándolas a la malla. En pocas semanas iremos viendo los resultados, con una superficie horizontal que irá cubriendo toda la malla. En cuando 3/4 de ésta la tengamos cubierta, es momento de pasar a floración. Las primeras semanas de flora, las plantas seguirán creciendo fuertemente, lo suficiente para cubrir ése 1/4 que hemos dejado.