Aprende a cultivar marihuana en lana de roca con estos consejos
La lana de roca es un sustrato que aunque ya lleva años siendo una gran alternativa para el cultivo de marihuana y de cualquier planta en general, son pocos los que se atreven a usarla, en ocasiones simplemente por desconocimiento sobre su empleo e incluso existencia. Se trata de un sustrato para el cultivo hidropónico que contiene las principales ventajas de cualquier otro medio hidro y algunas otras similitudes con la tierra o el coco.
La lana de roca es un producto natural que pertenece a la familia de las lanas minerales. Fue descubierta por vez primera en Hawaii en los primeros años del siglo XX, fruto de la acción natural de los volcanes tan activos de este archipiélago. Más tarde se da con la manera de fabricar este material de manera artificial a partir de roca volcánica basáltica, que se funde a más de 1600 °C en un horno para devolverla a su estado inicial de lava. La lava se vierte en grandes ruedas que giran a altísimas revoluciones y mediante la fuerza centrífuga, esta lava se transforma en fibras. También se le añade un ligante orgánico para reunir las fibras antes de comprimirlas ligeramente.
La composición de la lana de roca es aproximadamente de 98% roca volcánica y 2% ligante orgánico. Uno de sus principales usos es la de aislante térmico, acústico y de protección pasiva contra incendios. Su estructura fibrosa y multidireccional le permite alojar una gran cantidad de aire, algo que también la hace apropiada para el cultivo en hidroponía de todo tipo de plantas. Se clasifica en el Catálogo Europeo de Residuos como Material de aislamiento que no contiene amianto ni sustancias peligrosas.
Sus grandes ventajas a la hora de cultivar marihuana en este tipo de sustrato son bastantes. Su estructura porosa y gran capacidad para retener aire y líquidos es la más importante. También lo es su precio, puesto que los tacos de lana son baratos y se prescinde de cualquier tipo de contenedor, ya que en cualquiera de sus formatos, está recubierta de un plástico o forro que impedirá que la luz pueda dañar las raíces y su estructura no se desmorona.
Algo importante la primera vez que vayamos a usar tacos de lana de roca, es lavarlos para eliminar cualquier posible residuo. También cuentan de entrada con un pH neutro, en torno a 7, lo que es bastante alcalino para el cultivo de marihuana. Una vez los hayamos remojado bien, los podemos pasar a un cubo o tina con un agua con pH 4.5-5 y una ec baja durante una noche. Un último remojón, un ligero escurrido y ya los tendremos listos para usar.
Empezamos hablando de los pequeños tacos cuadrados de lana de roca de siembra, normalmente de 4cm o 5cm. Son muy cómodos tanto para germinar semillas como para enraizar esquejes. También para continuar el cultivo en lana de roca y 100% hidropónico, como en tierra, fibra de coco, arcilla o cualquier otros sustrato. A diferencia de los jiffys de turba prensada, la lana de roca jamás desprende residuos, importante en sistemas de riego automático en hidroponía donde se pueden llegar a obstruir los conductos. Simplemente se trasplanta como los jiffys sin afectar al comportamiento de ningún sustrato.
Para esquejes, basta hacer un agujero en el taco con un palillo, introducir el tallo, y presionar para eliminar el excedente de agua y al mismo tiempo asegurar que el esqueje no quede flojo y se mueva. Para semillas, podemos germinarlas primero en servilletas e introducirlas en el taco en cuanto tengan una pequeña raíz de 1cm aproximadamente, o germinar directamente en el taco, para lo que preferiblemente se situará en un lugar oscuro hasta que asomen las pequeñas plántulas.
La lana de roca se llega a deshidratar muy rápido, por lo que se debe vigilar ésto con especial atención, sobretodo durante los primeros días. Los tacos podremos tenerlos en una simple bandeja.Partimos de la base que la lana de roca es un sustrato inerte, por lo que en cada riego debemos aportar la cantidad de nutrientes necesarios. Opta por cualquier línea de abonos para hidropónico y sigue las recomendaciones del fabricante en cuanto a dosis y abonos base/aditivos. En la fase de crecimiento no conviene sobrepasar una EC de 0,60-0,70, en la de floración 1,80 en la últimas semanas.
Cuando llega la hora del primer y único trasplante, o bien optaremos por tacos cuadrados de mayor medida o slabs. Los tacos normalmente vienen con un orificio para introducir el taco de siembra, mientras que en los slabs simplemente se puede posar el taco de siembre sobre él y en unas horas las raíces ya fijarán a la planta, de manera que es una operación que apenas nos llevará unos segundos.
A partir de aquí, conviene contar con una mesa de cultivo donde situar los tacos o slabs, ya que facilitará las tareas de riego y drenaje. Aunque esta tarea podemos hacerla a mano durante todo el cultivo regando poco a poco, nuestra recomendación es instalar un sencillo sistema de riego automático para que en dos o tres intervalos diarios en un principio, mantenga las plantas perfectamente hidratadas y nutridas.
Las necesidades de riego irán en función como siempre de varios factores, por lo que es imposible determinar una cantidad exacta. Unos buenos resultados se consiguen con 4-6 riegos diarios durante la fase de floración, con duraciones de 1-2 minutos, repartiendo entre las 12 horas de fotoperíodo. La última semana de cultivo, basta regar sólo con agua e intervalos un poco menores para ir eliminando las sales residuales que acumule la lana, no es necesario hacer grandes lavados de raíces ya que de por sí no retiene muchas salas y si hemos seguido unos buenos hábitos de riego no tendremos grandes acumulaciones y bastará cambiar el agua del depósito y ajustar el pH.