La marihuana es la sustancia ilegal que más se consume en todo el mundo. Y con la tendencia de legalidad que estamos viviendo en muchos países, quizá dentro de poco hablemos de sustancia legal que podremos disfrutar con total libertad. Ya no sólo hablamos desde el punto de vista recreacional, sino también terapéutico. Algunos de los úlitmos estudios realizados, afirman que en países y estados donde la marihuana se ha legalizado, ha disminuido el número de medicamentos recetados en favor de esta planta.
Los efectos psicoactivos de la marihuana se deben principalmente al THC, el compuesto más abundante de la planta. Otros como el CBD, CBG o CBN son de baja psicoactividad o psicoactividad prácticamente nula. Los principales efectos después de consumir marihuana suelen ser un descenso del umbral de recepción de los estímulos sensoriales. como son los táctiles, gustativos y sonoros. Mostrar gran interés por la comida o la música es algo muy común bajo la influencia del cannabis. Los consumidores también coinciden en la imaginación fluye como un torrente libre de ideas.
Otros efectos son la hiperactividad o la impaciencia, la hilaridad y la locuacidad. También la somnolencia y una tendencia a sobrestimar el tiempo que trascurre, así como el deterioro del entendimiento, la coordinación y hasta problemas de vocalización. Todos ellos más intensos en consumidores principiantes que en consumidores habituales. Ésto se debe al nivel de tolerancia del individuo.
En la mayoría de los casos, los principales efectos de la marihuana son de corta duración. Y los efectos secundarios son prácticamente despreciables o inexistentes. Aunque ésto puede variar mucho dependiendo del método de consumo. Inhalada, que es el sistema de consumo más extendido, sea fumada o vaporizada, tiene unos efectos inmediatos. El THC satura el cerebro en apenas unos pocos minutos, y la duración de los efectos se puede prolongar de 1 a 3 horas de media.
Por otro lado la marihuana ingerida suele tardar una media de 1 o 2 horas en hacer efecto. Y los efectos pueden prolongarse de 4 a 6 horas más. En este caso, el THC primeramente es matabolizado por el hígado que lo convierte en 11-nor-9-carboxy-THC o THC-COOH. Este metabolito activo es más eficaz a la hora de penetrar la barrera hematoencefálica, con lo que con una misma dosis que inhalada se obtiene una intensidad mayor. En casos de dosis altas, los efectos pueden en ocasiones llegar a las 8 horas después de su ingesta.
Aún con todo, el THC tiene una vida media/larga. Ésto se refiere al tiempo que tarda en reducirse la concentración a la mitad en la sangre circulante. El THC o mejor dicho su metabolito, aunque se elimina rápidamente de la sangre, se acumula en la grasa corporal. Y ahí puede permanecer largos períodos de tiempo que pueden superar el mes. Cuando esta grasa se quema, los metabolitos vuelven a liberarse en el torrente sanguíneo. Y de nuevo puede causar unos leves efectos que se conocen como «resaca de marihuana». Estos efectos comúnmente son un cansancio que dura unas pocas horas.
El Dr. Francis Jensen, neurocientífico y cátedra del departamento de neurología de la Facultad de medicina de la Universidad de Pennsylvania, afirma en un estudio que como es sabido la marihuana no tiene los mismo efectos en distintos rangos de edad. En personas adolescentes, los efectos son intensos y más prolongados que en personas adultas, pudiendo incluso llegar a los 4 o 5 días después de su consumo. Mientras, cualquier persona adulta no tendría ese efecto a tan largo plazo.