Cuando cortar marihuana y secarla de la mejor manera posible

Llegado el momento de la cosecha, cuando cortar marihuana se vuelve una actividad intensa  y que puede llevarnos incluso varios días o semanas. Las variedades más rápidas e índicas las primeras, las sativas más tardías las últimas, sucediéndose prácticamente semana a semana si contamos con diferentes genéticas en jardines, huertos o guerrillas. En nuestro anterior post sobre el lavado de raíces previo a la cosecha ya vimos la importancia de cortar todo suministro de nutriente del suelo, forzando a las plantas a usar los almacenados en hojas para conseguir un mejor sabor y evitar que al fumar rasque en la garganta. Hoy dedicaremos este post exclusivamente a cuando cortar marihuana y el siguiente paso, cómo secarla en las mejores condiciones posibles. Ahora que hemos pasado lo peor como son plagas, inclemencias meteorológicas o incluso los amigos de lo ajeno, no tiene sentido hacer algo mal que pueda hacernos perder parte de la cosecha.

¿DONDE SECAR LA MARIHUANA?

Antes de nada y por obvio que parezca, tenemos que tener decidido un buen sitio para secar nuestras plantas. No será ni la primera ni la última vez que nos preguntan qué hacer con la marihuana recién cortada, cuando lo lógico sería ya tener planeado y acondicionado el secadero. Sabiendo que los grandes enemigos de la marihuana una vez cosechada son principalmente la luz y la humedad, nuestra zona de secado tiene que ser un lugar oscuro, seco y ventilado. Una habitación que no usemos o una caja de cartón de buen tamaño son alguna de las opciones que os proponemos.

También un armario de secado garantiza las mejores condiciones para esta fase tan delicada, aparte de ser económicos y fáciles tanto de montar como de desmontar, incluyen todas las comodidades de un armario de cultivo, como amplias aberturas, barras donde colocar ganchos o cuerdas para colgar las plantas, o la posibilidad de instalar un pequeño extractor de aire que lo renueve y lo haga circular con una suave brisa en su interior. En el caso de contar con un armario de cultivo que aún no estemos usando es igual de buena opción.

Ni que decir tiene que usemos el espacio que usemos, la limpieza es fundamental y antes de nada procederemos a limpiar bien todas las superficies, usando el aspirador si fuese necesario. Lo que menos queremos es que nuestros cogollos se llenen de polvo, suciedad o bichos. Aún siendo precavido, no es raro que durante el secado alguna rama se nos caiga al suelo. Que al hacerlo se nos llene de porquería, no tiene ningún perdón.

¿CUANDO CORTAR MARIHUANA?

Esta es la pregunta que más se suele hacer por estas fechas. Aunque la respuesta es clara, hacerlo en su momento óptimo es la clave para conseguir una hierba excepcional. La impaciencia empieza a invadir a los cultivadores cuando estamos en la fase que más paciencia requiere. Contar una planta antes de tiempo significa perder buena parte de su potencial, tanto en sabor como en efectos. Cortarla pasado su punto óptimo hará que también si potencia se vea reducida, aparte de ser de efectos más narcóticos a los que debería.

Para saber cuando cortar marihuana en su momento justo hay que mirar el estado de los tricomas de los cogollos, empezando por los de las zonas más altas y que reciban más sol. A simple vista hay que tener un ojo de lince para conseguir distinguir su aspecto, por lo que la mejor opción es un pequeño microscopio, con lo que nos aseguraremos siempre cosechar en el momento exacto y de máxima potencia. También podemos guiarnos por el aspecto de los cogollos, aunque no siempre conseguiremos la hierba más potente o sabrosa.

Existen numerosas guías donde se dice que se debe cosechar cuando entre el 60-80% de los pelillos se ponen marrones, pero éste es un dato más orientativo que acertado, los pelos o pistilos se pueden enmarronecer por muchos motivos y que en la mayoría de ocasiones no tienen nada que ver con el estado de maduración de los cogollos, por lo que podemos acertar o no, la única manera de saber cuando cortar marihuana nos la indicarán los tricomas.

Los tricomas pasan por 3 estados, primero son transparentes, en su punto óptimo de maduración van adquiriendo un color lechoso opaco y finalmente terminan en un color ambarino. Lo ideal entonces es cosechar cuando la mayoría de tricomas tengan un color lechoso y antes de que comiencen a adquirir un color ámbar.

Así que tras el lavado de raíces, nuestra máxima atención estará en los tricomas, sin olvidar mantener un ojo siempre en el cielo y las lluvias que puedan amenazar, es preferible cosechar un poco antes de tiempo que arriesgarnos a perder algún cogollo por un ataque de hongos con unos días de lluvia a última hora. No cuesta nada descargarse alguna aplicación para el teléfono móvil o ver la predicción del tiempo para los siguientes días, sin duda nos vendrá mejor que nunca.

En cuanto al mejor momento para cosechar, la lógica ya dice que a estas alturas del año las noches suelen traer consigo rocío, por lo que no conviene cortar las plantas a primera hora del día, cuando aún contienen en el interior de los cogollos una alta humedad. Lo mejor por lo tanto es hacerlo en un día soleado y unas horas después del amanecer, cuanta menos humedad tengan las flores menos riesgos habrá durante el secado de padecer hongos durante el secado.

Si mirando con un microscopio vemos que algunas ramas están listas para cosechar mientras a otras aún les falta unos días, podemos cosechar por partes tranquilamente. Empezamos como más cómodo nos sea, o bien rama a rama o la planta entera, y procedemos a la manicura, es decir quitar todas las hojas dejando sólo los cogollos. Las hojas más grandes son más fáciles de eliminar en la misma planta, mientras que las más pequeñas, las de los cogollos, podemos ir acumulándolas para hacer más tarde una extracción de resina, por ejemplo. Los usos de los restos de la cosecha son siempre muy aprovechables.

Y ya simplemente nos queda pasar nuestros cogollos manicurados a nuestra zona de secado. Los primeros días sobretodo son los más delicados y donde suelen aparecer más problemas de hongos por la alta humedad y escasa ventilación. Si es necesario por las condiciones de tu zona, usa un deshumidificador estos primeros días.

¿CUÁNTO TIEMPO DURA EL SECADO?

El tiempo que tarda el curado de la marihuana dependerá en gran medida de las condiciones ambientales exteriores. Mientras que en zonas secas puede durar de 7 a 15 días, en zonas más húmedas puede durar 20 o 30 días. Tampoco conviene apurar el secado, ya que durante esta fase se comienza a degradar la clorofila de la masa vegetal, consiguiendo un sabor más suave. También los cannabinoides se ven sometidos a reacciones químicas y dejando atrás su estado ácido, ganando potencia poco a poco. Se pueden encontrar varias opiniones al respecto, nosotros consideramos que unas 3 semanas de secado es lo ideal.

La temperatura y humedad durante el secado, si tenemos la opción de controlarlas, serían unos 18º-20º de temperatura y 55-65% de humedad. La regla de oro que se suele seguir, es intentar partir una ramita de la planta. Si se parte con un crujido, el secado puede darse por concluido. Si se dobla, debemos esperar unos días más. Y si la humedad no lo permite, siempre podremos recurrir a un deshumidicador para forzar el final del secado, ya que no conviene pasar a la definitiva fase los cogollos aún húmedos.

No te pierdas nuestro siguiente post sobre el curado, porque es casi tan importante como el secado para conseguir una hierba de primera calidad. Con él conseguiremos mejorar la potencia, sabor y conservar los cogollos en el mejor estado durante meses y meses.

Foto/s: Arcuma | Comunidad Austral | El Bruixot