Mejores sistemas de iluminación para cultivar marihuana
Todos seguro que sabemos que las plantas para vivir necesitan agua, aire y luz. A través del proceso de la fotosíntesis transforman la energía de la luz solar en energía química estable, imprescindible a su vez para transformar la materia inorgánica en materia orgánica que les resultará fundamental a la hora de su crecimiento. Este proceso permite fijar el dióxido de carbono de la atmósfera y liberar oxígeno, lo que hace la atmósfera terrestre habitable para el ser humano. En este post vamos a hablar de la luz artificial o de cultivos de interior y explicar las diferencias que existen entre los tipos de lámparas, los pros y contras de cada uno de ellos, así como la más conveniente dependiendo del tipo de cultivo.
Empecemos por los tipos de lámparas. Lejos quedan cuando los primeros pioneros en el cultivo interior de marihuana y no hace muchos años, usaban bombillas de wolframio, las típicas de filamentos que se usaban en todas las casas hace 20-30 años. Los resultados como os podéis imaginar fueron un completo fracaso, pero a su vez sirvieron para empezar a investigar sobre qué tipos de iluminación eran los más adecuados según su espectro lumínico, ya que las plantas reaccionan mejor con espectros azules y rojos, con una mayor demanda de uno u otro dependiendo del ciclo en que se encuentre. Del mismo modo, las plantas no reaccionan ante por ejemplo espectros verdes, así que ésta es la mejor iluminación para trabajar en nuestros cultivos en fotoperíodos oscuros sin que las plantas se vean perjudicadas, para ellas seguirá siendo de noche. Hoy en día, existen diversas opciones de iluminación para el cultivo de marihuana en interior
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- CLF y fluorescentes: son lámparas y bombillas de bajo consumo y baja potencia. Emiten muy poca calor, por lo que su uso es muy recomendable para la germinación, crecimiento de plántulas, enraizado de esquejes, mantenimiento de plantas madre y crecimiento. No necesitan balastro ya que lo llevan incorporado, por lo que tan sólo tendremos que enroscar la bombilla en el casquillo o montar una luminaria. Como ya comentamos, no emiten mucho calor por lo que podemos aproximarlas a pocos centímetros de las plantas sin riesgo a que se quemen las hojas. Uno de los errores comunes de los principiantes, es confundir la potencia real de la bombilla con la potencia equivalente respecto a las bombillas de wolframio cada vez más en desuso así como no distinguir los espectros disponibles. Para un cultivo totalmente optimizado y comparable a usar una lámpara de vapor de sodio, para un pequeño armario de 60×60 necesitaríamos una CLF de 200 o 250w, con un espectro para crecimiento 6400º kelvin y para floración 2700º kelvin. Como ves, estarás consumiendo prácticamente lo mismo que usando una lámpara de haluros metálicos o de vapor de sodio, aunque obtendrás menos producción. Pierden un gran poder lumínico a partir de 15cm de distancia de las plantas, por lo que cubren muy poco espacio de cultivo. Sin embargo serán la mejor opción para quien no pueda disponer de un gran armario ni montar un sistema de extracción para evacuar el calor que generan los sistemas de iluminación de alta presión.
- Halogenuros metálicos: también conocidas como haluros metálicos o con las siglas HM, son sin duda algunas las mejores lámparas para el crecimiento vegetativo y exclusivamente para este período. Necesitan la instalación de un balastro al igual que las lámparas de vapor de sodio. Si planeas un cultivo con estos dos tipos de lámpara, opta por un balastro regulable que te permitirá poder usar distintas potencias, o por lámparas de la misma potencia para un balastro común. Los halogenuros metálicos tienen un espectro perfecto para la fase de crecimiento, llegando a ofrecer casi el mismo número de lúmenes que una lámpara de vapor de sodio. Cuentan con el inconveniente de que emiten bastante calor, por lo que necesitaremos una buena extracción de aire o el uso de un reflector con cooltube. Para un espacio de 1 m2, sería ideal una lámpara de 400w, con el que conseguirás un crecimiento realmente espectacular. También son muy útiles durante la primera o dos primeras semanas de floración, ya que las plantas no estirarán tanto como las lámparas de vapor de sodio, quedando más compactas.
- Alta presión de sodio: o HP: llegará el día en que al igual que los halogenuros metálicos desaparezcan, pero a día de hoy sigue siendo el mejor sistema de iluminación para la floración, habiendo también lámpara de sodio mixtas para las dos fases. Necesitan un balastro para funcionar y su máximo inconveniente es el alto consumo eléctrico y el calor que emiten. En cambio son lámparas económicas si comparamos con los equipos de leds y con los que necesitarás varios cultivos para comenzar a amortizar la inversión, por lo que para un cultivos a corto plazo o eventuales saldrá más económico un equipo de vapor de sodio. Lo normal con este tipo de lámparas es cosechar un gramo por watio, así que un en armario de 100×100 y dependiendo de la variedad, cosecharemos fácilmente los 400 gramos de cogollos en seco con una lámpara de 400w. Con una lámpara de 600w, superaremos fácilmente el medio quilo por cosecha, por lo que llevando al terreno económico lo que gastarás en 3 meses de cultivo en la factura de la luz y una lámpara nueva, será insignificante con toda la marihuana que tendrás para disfrutar durante meses. Aunque los más sibaritas cambian sus lámparas en cada floración, pueden durar tranquilamente 3 cultivos en muy buen estado. Como ya comentamos, emiten mucho calor, por lo que el uso de cooltube es casi obligado en los meses de verano o climas templados.
- LEDS: estos sistemas de iluminación llegaron para desbancar a las lámparas de alta presión. Aunque los primeros equipos no eran muy eficientes, eran pequeños y abarcaban poco espacio de cultivo, hoy por hoy han evolucionado hasta ofrecernos resultados similares a un equipo de vapor de sodio con la mitad de consumo eléctrico y sin emitir calor. El máximo inconveniente es el precio, aunque cada vez son más económicos, más eficientes y en cultivos a largo plazo no se tarda en amortizarlo. Tampoco necesitarás potentes extractores o caros equipos con cooltube, ni cambiar los leds cada determinados cultivos pues apenas pierden potencia. Permitirán el cultivo en verano sin los terribles problemas de temperatura, aunque en climas fríos quizá en invierno precises mantas térmicas, calefactores o algún sistema para subir los grados de tu armario. Estos equipos también estás disponibles en varios espectros, cambiando los colores de los leds dependiendo del ciclo de cultivo en que nos encontremos. Hay que aproximarlos bastante a las puntas de las plantas, por lo que para espacios de 1 m2 necesitaremos un equipo que permitan cubrir toda la superficie, de unos 200w. Los leds tienen aproximadamente una vida útil de unas 50.000 horas, así que seguramente compres un equipo para toda la vida.
- Los sistemas de iluminación de plasma seguramente sean otro de los grandes avances en el cultivo interior de marihuana, consiguiendo una potencia nunca antes vista y un consumo mínimo. Sin embargo aún están en desarrollo pese a que los resultados que se han podido ver son muy prometedores. En el mercado ya comienzan a verse los primeros equipos de este novedoso sistema, así que próximamente seguro que en Cannabislandia os hagamos alguna presentación al respecto. También hay quien defiende que el uso de lámpara de rayos UV aumenta la producción de tricomas y la potencia, simulando la luz ultravioleta del sol y que no producen las lámparas de cultivo.
Todos éstos son los principales sistemas de iluminación para cultivar marihuana, así que esperemos que hayas comprendido las diferencias y saber que es lo que más te conviene. En siguientes post explicaremos también como el uso de distintos balastros o reflectores pueden hacer que optimices tu cultivo y mejores la potencia de tu lámpara, para pensando en ayudarte a cosechar los mejores cogollos que puedas imaginar.
Foto/s: La Marihuana.
Muy buena info !!
Buena info tocayo!