La vaporización es un método para consumir marihuana en tendencia ascendente. El motivo principal es que se trata de un método más saludable que fumar, sea un porro liado o mediante pipa/bong. Cada vez son más las personas interesadas en la marihuana de uso medicinal, por lo que la gente también busca sistemas de consumo que por otro lado no perjudiquen la salud.
Los vaporizadores son dispositivos que someten a la marihuana a una determinada temperatura, siempre por debajo del punto de combustión. Ésto permite que se vaporicen los principales compuestos de la planta como son los cannabinoides y los terpenos. Pero en cambio, al no existir combustión, la hierba no se quema. Por lo tanto no inhalaremos los productos tóxicos resultantes. El humo resultante de quemar cualquier planta, contiene alquitranes, ciertos hidrocarburos polinucleares y monóxido de carbono, entre otros.
Para calentar la hierba, los vaporizadores usan principalmente dos tipos de tecnología, que son conducción y convección (o la mezcla de ambas). Los vaporizadores de conducción calientan la hierba por contacto, mientras que los de convección la calientan mediante un flujo de aire que atraviesa la hierba. Unos pocos son los que usan la mezcla de conducción y convección como los portátiles Mighty y Crafty de Storz&Bickel.
Tritura bien la hierba: las mejores vaporizaciones es consiguen con un buen triturado de los cogollos. Ésto garantizará una vaporización homogénea. Puedes usar un buen grinder, pero sin pasarse y que no quede demasiado fino.
Llena la cámara de calefacción: para un buen resultado, la cámara de calentamiento se debe llenar completamente, pero sin prensar en exceso. Un truco es llenar la cámara completamente, y después presionar ligeramente con el dedo o un dabber.
La humedad perfecta: un cogollos para vaporizar debe conservar cierto grado de humedad, en torno al 55-60%. Si está demasiado húmeda afectará al sabor. Si está demasiado seca, apenas se conseguirá una pequeña vaporización.
Deja que alcance la temperatura: dale el tiempo necesario a tu vaporizador para que alcance la temperatura predefinida. Tranquilo, que a no ser que el vaporizador sea de convección, el vapor permanecerá hasta que no des la primera inhalación.
Inhalaciones prolongadas y lentas: algo común en alguien que vapea por primera vez, es la sensación de no conseguir vapear nada. Lo mejor son inhalaciones prolongadas y lentas, al contrario que fumar un porro. Que no te importe que al exhalar no expulses vapor.
Juega con la temperatura: es el factor más importante a la hora de vaporizar. Con una temperatura baja se obtiene más sabor, mientras que con temperaturas altas se consigue más potencia. Lo mejor es que cada usuario juegue con el rango de temperaturas buscando la que más le satisfaga.
Limpia tu dispositivo: no menos importante es mantener el vaporizador y sus componentes en buen estado. La hierba que se vaya vaporizando, irán dejando residuos, principalmente materia vegetal. Ésta, puede llegar a obstruir las mallas o filtros, afectando a la vaporización.