Cultivo

Consejos para el cultivo de variedades sativas en interior

El cultivo de marihuana en interior sabemos que siempre está condicionado por el espacio. Lo más normal en el 99% de los casos, es contar con una altura limitada, lo que lleva a todo cultivador a ingeniárselas para que las plantas no se descontrolen en altura. Plantas de una altura de 100-120 cm, ya se consideran muy altas si tenemos en cuenta que más de la mitad inferior quedará tan alejada de la iluminación que su producción será prácticamente nula.

Cuando se cultiva en interior, generalmente las plantas en la fase de transición de crecimiento a floración, experimentan un fuerte crecimiento. No es raro que una planta de 30cm antes del cambio de fotoperíodo, en dos semanas alcance un tamaño superior al metro. Tampoco es raro esquejes que lleguen a multiplicar por cinco su tamaño. Dependiendo de la variedad, también puede a su vez ramificar fuertemente.

De entrada nos encontramos con dos problemas. El primero, es que vemos como el espacio vertical disponible se empieza a acortar. Las puntas de las plantas se comienzan a acercar peligrosamente a la lámpara, con el posible riesgo de quemaduras. Y cuando el espacio vertical disponible se termina, no quedará otra que realizar alguna poda o doblado de última hora, pues ya la floración estará a punto de comenzar.

El segundo problema, es que vemos como el espacio horizontal también se reduce debido a la ramificación. Finalmente nos llevará igualmente a podar, pues de lo contrario sólo contaremos con una maraña de hojas y ramas que lo único que harán es estorbar a la hora de regar y hacer las tareas necesarias de mantenimiento. Todo ésto es mucho se vuelve más exagerado con variedades sativas o híbridos sativa dominantes, lo que hace que muchos cultivadores ni se planteen su cultivo en interior.

Especialmente son más complicadas cultivar plantas sativas desde semilla que desde esqueje. Hay que tener en cuenta que una planta no comenzará la floración hasta que alcance la edad sexual adulta. Ésto sucede entre la 4ª y 6ª semana de vida. Antes, por mucho que usemos un fotoperíodo de floración, la planta no florecerá. Un esqueje cuenta con la misma edad que su madre, lo normal es que sean meses o años. Por lo que por muy pequeño que sea, ante un fotoperíodo de floración responderá floreciendo.

CONSEJOS PARA CULTIVAR SATIVAS EN INTERIOR

Usa macetas pequeñas. Las raíces al contar con un pequeño espacio para su desarrollo, crecerán más lentamente. Siempre puedes hacer un trasplante a unas macetas un poco más grandes días antes del cambio de fotoperíodo o incluso en la fase de prefloración, cuando ya las raíces dejarán de crecer a un ritmo tan alto.

Usa un fotoperíodo de floración en crecimiento. Cuantas menos horas de luz reciben las plantas, menos crecerán, por lo que un fotoperíodo 12/12 es la mejor opción. Además servirá para ahorrar algo de dinero en corriente eléctrica que siempre en importante.

Haz podas, doblados y guiados en cuanto sea posible. Si podas, hazlo sobre el tercer-cuarto nudo con el objetivo de conseguir una ramificación que comience desde lo más abajo posible. Si doblas, hazlo cuando los tallos y ramas aún son delgadas y flexibles para evitar roturas.

La mejor opción es un SCROG. Es una técnica muy sencilla que te permitirá controlar la altura de las plantas y maximizar la producción. El objetivo es conseguir cubrir un espacio horizontal con multitud de brotes a una misma altura, lo que mejora el reparto de luz y aprovecha mucho más el espacio.

Los abonados siempre suaves. Al ser variedades de floración larga (en la gran mayoría de sativas), las demandas nutricionales de las plantas son menores. Usa dosis bajas de abonos y sube si es necesario. Es mejor quedarse cortos y solucionarlo después, que pasarse. Los excesos son peores en este caso.