La marihuana autofloreciente son variedades que no dependen de fotoperíodos para florecer, a diferencia de las variedades comunes que son fotodependientes, crecen cuando los días crecen y florecen cuando se empiezan a acortar la cantidad de horas de luz. Descienden de las conocidas Ruderalis, variedades procedentes de las zonas más frías como norte de Rusia o los países nórdicos, donde han evolucionado adaptándose a estas duras condiciones y la única manera es apurando sus ciclos, es decir, con una fase de crecimiento mínima y una floración super rápida.
Las primeras autoflorecientes que pudimos ver en el mercado vinieron de la mano de Sensi Seeds con Ruderalis Índica y Ruderalis Skunk, variedades que en su día no despertaron demasiado interés y que aún hoy continúan disponibles. No son autoflorecientes 100%, aunque marcaron a muchos el camino e hicieron comprender a otros el funcionamiento de estas genéticas donde, en un primer cruce entre autoflorecientes y fotodependientes, aproximadamente la mitad salen autoflorecientes y la otra mitad fotodependientes de floración rápida.
A partir de ahí, seleccionando y trabajando sólo las descendencias autoflorecientes, se ha conseguido «aislar» este gen y ofrecer variedades 100% autoflorecientes. También lejos quedan las primeras autoflorecientes que hace ya casi 10 años comenzaron a verse como Speed Devil de Sweet Seeds o Roadrunner de Dinafem, plantas que rara vez superaban los 30-40 cm de altura pero que aún así, tuvieron una gran acogida por ser la opción más viable de cultivar marihuana en cualquier exterior por pequeño que fuese.
El comportamiento de estas variedades es siempre el mismo: crecen aproximadamente unas 3-4 semanas e, independientemente de la cantidad de horas de sol, comienza a florecer, completando su ciclo en unos 60 días en total las más rápidas y donde ya entra la genética que contenga, en autoflorecientes sativas el período total de cultivo puede llegar a los 80 días. También sus producciones son más elevadas y los efectos más potentes, como decimos, lejos ya quedan las autoflorecientes pioneras.
Uno de los grandes avances son las SuperAutos, variedades desarrolladas por el breeder Stitch y que llegan a alcanzar monstruosos tamaños de más de 3 metros y producciones superiores a los 500 gramos por planta. El secreto de éstas super autoflorecientes está en una ruderalis húngara trabajada por el propio Stitch y que bautizó como Stitch 0.1 y su posterior evolución Stitch 0.2. También son autoflorecientes que se irán a los 90-100 días de cultivo.
Ya hemos visto que son variedades que crecen en unas 4 semanas antes de comenzar la floración, por lo que las plantas que en ese tiempo alcancen el tamaño más grande, tendrán mayores rendimientos. Lo mejor siempre será situar la planta lo más rápido posible en su maceta definitiva y con un sustrato muy enriquecido. Los trasplantes, en el caso de las autoflorecientes, lo único que hacen es frenar su desarrollo durante unos valiosos días, ya sabemos que un trasplante es un estrés para las plantas.
Lo ideal es darle el suficiente espacio para el crecimiento de las raíces, por lo que una maceta de a partir de unos 11 litros sería lo apropiado. En tierra madre, cavando un buen hoyo y llenándolo de buena tierra es también una de las mejores opciones posibles. En este último caso, lógicamente busca el lugar más indicado, una maceta es fácil de mover de un lado para otro, una planta en suelo es imposible. Si cuentas con un buen sustrato, te ahorrarás abonar hasta la fase de floración.
Aunque bien es cierto que las variedades autoflorecientes se pueden cultivar en cualquier época del año, hay que garantizarse al menos unas 4-5 horas directas de buen sol y temperaturas mínimas de unos 10-15º.. Y cuanto más sol, más producción, por lo que las fechas ideales para cultivar autos van desde primavera hasta finales de verano, con los días más largos y soleados de todo el año. La diferencia en cuanto a rendimiento puede ser el doble o el triple decidiendo la mejor fecha para su cultivo.
Muchos cultivadores plantan este tipo de variedades para ir cosechándolas a lo largo de los meses del verano, mientras siguen cuidando sus plantas de temporada que les garantizarán la cosecha para sobrevivir todo el año. En nuestra opinión, la fecha límite para el cultivo de autos en exterior sería el mes de Julio, donde el fotoperíodo natural permite el cultivo de cualquier variedad fotodependiente y que se comportará exactamente igual, crecerá hasta que el fotoperíodo decreciente del mes de agosto la haga florecer, terminando sobre principios de octubre.
En interior son variedades que requieren un mayor consumo eléctrico, siendo lo recomendado un fotoperíodo 18/6 o 20/4. Se pueden cultivar perfectamente con un fotoperíodo 12/12 en floración, pero como a mayor cantidad de luz, más producción, se suelen usar fotoperíodos lo más altos posibles. En macetas de unos 5-7 litros y con 9-16 plantas por m2, los rendimientos en tan sólo 60-70 días no envidian en nada a variedades fotodependientes en las que partiendo de semilla el cultivo mínimo será de al menos 90 días (1 mes de crecimientos y dos de floración).
Nunca podes una autoflorecientes buscando que ramifique y se haga más grande, porque lo más posible es que no lo consigas y, aún encima, se te quede pequeña. Las plantas tardan unos días en recuperarse de una poda, y las autos lo que no tienen son días ya que al mes entrarán en flora, se haya recuperado de la poda o no, tenga 10 cm o 1 metro. Lo mejor es dejarlas crecer libremente y, si dado el caso la altura fuese un problema, se puede aplicar alguna dobla antes de decidir cortar cualquier rama o la apical.