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¿Cómo se hace hachís con un Hash Shaker? Descúbrelo ahora

Un Hash Maker es un accesorio que no debería faltar en casa de todo cultivador. No es algo que se use muy a menudo. O sí dependiendo del consumidor. Pero por su precio y el rendimiento que le sacaremos, merece mucho la pena.

Qué es un Hash Maker

Un Hash Maker se traduce al español como hacedor de hachís. Se trata de un objeto que como su propio nombre indica, se emplea para hacer hachís.

Aunque Hash Maker es el nombre comercia del primer fabricante que los ideo, con el tiempo se fue adaptando como nombre genérico para todo hacedor de hachís de similares características.

En sí, se trata de un tubo cilíndrico normalmente de PVC con una tapa en cada extremo. En su interior, un fino cedazo lo separa en dos secciones.

Con él, podremos aprovechar todos esos restos de manicura que vamos acumulando y que en muchas ocasiones no se les da ningún uso y convertirlos en un buen hachís.

O esos cogollos de las zonas bajas de tamaño diminuto que siempre se suelen dejar para el final. Y por supuesto podemos usar nuestros mejores cogollos para hacer un hachís de primerísima calidad en apenas unos segundos.

Cómo se usa un Hash Maker

Su funcionamiento es tan sencillo y rápido, que incluso en cualquier momento que nos apetezca disfrutar un buen hachís lo haremos en muy poco tiempo.

Aunque como todo, siempre hay algunos trucos que harán todo más fácil, rápido y sobre todo eficaz. Como decíamos, es un tubo de PVC con dos secciones.

En una se introduce la hierba, que será la sección superior. Y en la inferior es donde caerán los preciados tricomas que después se recogerán fácilmente.

Generalmente la tapa de la sección superior es de rosca, y la de la inferior de plástico blando que entra a presión. Ésta a su vez hace de recipiente de recogida del hachís.

Las claves para usar un Hash Maker

Para conseguir unos buenos resultados, hay que tener en cuenta varios detalles importantes. Aunque es algo muy sencillo, no sólo basta meter los cogollos dentro y agitar.

Si no se siguen unas pautas, es posible que al quitar la tapa inferior nos encontremos una cantidad de resina irrisoria y muy  menor a nuestras expectativas.

Primer paso

En primer lugar, la hierba tiene que estar muy bien seca. Sino, haremos un amasijo en cuanto comencemos a agitar el hash maker.

Sean hojas de la manicura o cogollos, deben haber pasado por un buen proceso de secado. Incluso con un deshumidicador si el clima es muy húmedo y la hierba tiende a estar siempre con un punto de humedad algo elevado.

Segundo paso

Además de bien seca, se debe meter la hierba previamente dentro de una bolsa plástica bien cerrada en el congelador. Una o dos horas son suficientes para que por un lado los tricomas se endurezcan y se desprendan fácilmente de hojas o cogollos.

Y por otro lado para conseguir romper los cogollos en caso de que sean demasiado grandes y no se desean triturar primero con un grinder.

Tercer paso

Además, también conviene introducir junto con la hierba dos o tres monedas pequeñas. Las de 1 y 2 céntimos de euro son perfectas.

Al agitar el Hash Maker también ayudarán a romper la hierba y a que los tricomas se cuelen por la malla interior más fácilmente.

Cuarto paso

Ya tenemos todo listo para empezar a agitar. Si usas buenos cogollos, agita suavemente al principio para tan sólo extraer los tricomas exteriores y de mejor calidad. Ese hachís es siempre el más preciado y puedes recogerlo por separado.

Después continúa agitando con energía de 30 en 30 segundos, comprobando que la cantidad de resina extraída aumenta. Llegará un momento que la hierba se vuelva un polvillo y si seguimos agitando, se colará en el depósito inferior.

Esto debemos evitarlo ya que la materia vegetal no nos interesa. En el momento que lo notemos pararemos de agitar y tan sólo nos quedará recoger nuestro delicioso polen.

Podemos trabajarlo con las manos para obtener un hachís prensado de color oscuro, o fumarlo así en polvo. De cualquiera de las dos maneras el resultado es una pasada.