Una de las grandes ventajas de la siembra en semilleros de recipientes es la posibilidad de efectuarla en cualquier momento del año, ya que se puede realizar en interiores. Pese a que allí no estén expuestas a temperaturas extremas, la incidencia directa de los rayos del sol o corrientes de aire, es aconsejable cubrir el semillero con un cristal o un plástico transparente, para crear una especie de invernadero en miniatura. De esta manera, se propicia una temperatura constante y, además, una mucho menor pérdida de humedad. Eso sí, se debe destaparlo durante al menos una hora por día, para garantizar una buena ventilación.
Cuando las plántulas comienzan a brotar, hay que estar atentos para descubrir si en un mismo alveolo o recipiente ha germinado más de una semilla. En los casos en que esto ocurra, se deben quitar para que quede solo una por compartimento.
Y por fin, después de unas cuantas semanas (el plazo varía según el ritmo de crecimiento de las especies y de las condiciones a que se haya sometido el semillero), las plántulas estarán preparadas para ser trasplantadas a tiestos más grandes o bien al suelo del jardín.
Fuente: La Marihuana